Por Natalia Jasin, Fundadora y Directora General de Bounty EdTech
América Latina y el Caribe han experimentado un crecimiento de más del 340% en el número de emprendimientos Fintech en los últimos seis años, consolidándose como un motor para la inclusión financiera y la transformación económica. Sin embargo, detrás de estos avances persiste una brecha de género que limita el acceso de las mujeres a posiciones de liderazgo. A nivel regional, solo el 36% de los cargos ejecutivos en Fintech son ocupados por mujeres, un porcentaje que, aunque superior al promedio global del 33%, sigue reflejando un desafío significativo.
Según un informe del BID, las plataformas vinculadas a este sector alcanzaron un récord de 3.069 empresas en 26 países de la región al cierre de 2023. Más allá de aportar a la inclusión financiera de toda la población, cabe preguntarse: ¿cuántas de ellas son lideradas por mujeres? ¿Qué desafíos debe enfrentar cada país para cerrar estas brechas? ¿cuánta incidencia pública tiene esta problemática?
Un desafío regional con soluciones locales
De acuerdo con una encuesta del BID, cerca del 35% de las Fintech de América Latina tienen una mujer fundadora o en el equipo fundador. Este dato es alentador si se lo compara con el promedio mundial estimado en 7%, pero es claro que queda mucho por hacer para equilibrar la balanza. Si observamos la realidad de cada país, destacan México (31%), Colombia (14%) y Brasil (12%) como las naciones con mayor cantidad de mujeres fundadoras.
En el caso de Argentina, los datos de la Cámara Argentina de Fintech revelan que, en 2023, las mujeres ocupaban el 36,5% de los roles de liderazgo en la industria, superando a regiones como Estados Unidos y Canadá. No obstante, siguen enfrentando barreras en áreas técnicas, donde menos del 25% de los puestos están ocupados por mujeres.
En México y Chile, aunque el ecosistema Fintech crece rápidamente, las políticas de inclusión y diversidad en las empresas siguen siendo escasas, limitando el acceso de las mujeres a posiciones estratégicas. Por otro lado, países como Uruguay y Costa Rica han comenzado a implementar iniciativas que promueven la equidad de género en la industria, aunque los resultados todavía son incipientes.
Un aspecto clave a resaltar es que el 38% de las empresas del sector creadas por mujeres buscan, en mayor medida, potenciar la inclusión financiera y atender a consumidores y PyMEs subatendidas o excluidas del sistema financiero. Esto es especialmente relevante en países como Brasil, Colombia, Ecuador y Perú, donde la vulnerabilidad financiera de las mujeres es crítica: el 60% de ellas no puede sostener sus gastos por más de tres meses si pierden su principal fuente de ingresos, en contraste con el 55% de los hombres.
Transformar el desafío en oportunidad
Desde mi experiencia liderando proyectos que integran educación, tecnología e innovación, estoy convencida de que las soluciones a esta problemática deben adaptarse a las particularidades de cada país, pero con una visión común: construir ecosistemas equitativos e inclusivos desde donde se origina el problema. Esto significa incluir en los sistemas educativos desde los primeros años una mirada que deconstruya patrones preestablecidos e incorporar la educación financiera como parte del curriculum escolar y luego desde las organizaciones, promover programas de formación tecnológica enfocados en mujeres, políticas organizacionales que incentiven la diversidad desde adentro y hacia el afuera, además de potenciar y redes de mentoría y Comunidades de Práctica pueden ser herramientas clave para revertir esta tendencia.
La presencia de mujeres en liderazgo no solo es una cuestión de justicia, sino también una estrategia que fortalece la innovación y el rendimiento en las organizaciones. Un informe de la CAF afirma que un aumento del 30% en mujeres líderes podría implicar un incremento del 15% en beneficios organizacionales, como la mejora en las relaciones laborales y la preservación del capital experiencial.
Liderazgo con propósito
América Latina tiene el potencial de liderar con el ejemplo. Cuando fundé Bounty EdTech, lo hice con la intención de comprometerme y colaborar en la construcción de alianzas multisectoriales que potencien nuevos modos de diseñar proyectos de impacto social y que de alguna manera transformen la vida de las personas. Según un estudio sobre las 10 Tendencias de Talento Humano 2025, el bienestar integral y la sostenibilidad responsable (priorización de la salud física, mental y emocional) como propósito mediante prácticas sostenibles. Gallup (2024) destaca que el 59% de los empleados eligen permanecer en organizaciones que valoran estos principios.
Por muchos años las mujeres hemos tenido que “ocultar” nuestros sentimientos y masculinizarnos para poder llevar adelante una reunión estratégica, argumentar una toma de decisiones, generar un doble esfuerzo para ganar un cliente o sentir que “no somos lo suficientemente buenas” cuando tenemos que llevar adelante una tarea desafiante. Tengo la convicción de que la única forma de llevar adelante los equipos es “sacando a la luz” todo lo maravilloso que es la feminidad e inspirar desde el propósito, con una visión de abundancia, armando redes a largo plazo, con empatía y generando propuestas donde se propicie que más mujeres ocupen puestos de alta dirección (industrias como la minería, petróleo y gas, construcción, automotrices, entre otras) y así redefinir lo que significa liderar.
En el Libro “Mujeres que corren con los lobos”[1], la autora analiza las semejanzas que existen entre los lobos y las mujeres sanas. Ambos comparten ciertas características psíquicas: aguda percepción, espíritu lúdico, elevada capacidad de afecto, son seres sociales, intuitivos, leales, cambiantes, valientes y se preocupan por sus parejas y sus manadas. Y expresa “ … y sin embargo, han sido perseguidos, hostigados y falsamente acusados de ser voraces, taimados y demasiado agresivos y de valer menos que sus detractores…”
Ante este camino repleto de obstáculos, algunas de las habilidades que me parece interesante trabajar son:
Liderazgo Estratégico y Toma de Decisiones:. la habilidad para tomar decisiones clave bajo presión, gestionar equipos multidisciplinarios y ser visionarias en la planificación a largo plazo. La toma de decisiones informadas.
Gestión de la Transformación Digital: La IA, la automatización y el análisis de datos son clave para la búsqueda de talento, la fidelización de clientes, la mejora en la productividad de los procesos o la experiencia del cliente para generar nuevas oportunidades de negocio.
Redes de Contactos y Networking: El fortalecimiento de redes profesionales es otra prioridad. La importancia de construir relaciones de confianza con otras líderes, inversionistas y stakeholders clave. Las mujeres líderes buscan mejorar sus habilidades en networking, tanto a nivel nacional como internacional, para poder acceder a nuevas oportunidades de colaboración, financiamiento y expansión de mercado.
Gestión del Cambio y Resiliencia Organizacional: Las mujeres están trabajando para fortalecer sus habilidades en gestión de la resiliencia organizacional, aprendiendo cómo guiar a sus empresas a través de periodos de incertidumbre o crisis sin perder la cohesión interna ni la motivación del equipo.
Empoderamiento y Desarrollo del Talento Femenino: Muchas mujeres líderes están comprometidas con la creación de entornos inclusivos que promuevan el liderazgo femenino. Además de desarrollar sus propias habilidades, se enfocan en programas de mentoría y desarrollo de talento dentro de sus organizaciones, para asegurar que otras mujeres tengan oportunidades de crecimiento y ascenso profesional dentro de la empresa.
Comunicación Efectiva y Gestión de la Imagen Pública: Mejorar las habilidades de comunicación, tanto interna como externa, es una prioridad para muchas mujeres. La capacidad de articular una visión clara y persuasiva, manejar situaciones difíciles con diplomacia, y representar a la empresa ante medios y stakeholders es esencial. La construcción de una marca personal sólida.
Equilibrio entre la Vida Profesional y Personal: Aunque menos discutido, el equilibrio entre la vida personal y profesional sigue siendo un desafío importante. Las mujeres están buscando estrategias y herramientas para gestionar de manera más efectiva el tiempo, la carga de trabajo y las demandas familiares, sin comprometer su rendimiento profesional ni su bienestar personal.
El desafío de cerrar la brecha de género en Fintech no es exclusivo de esta industria; es un reflejo de nuestras sociedades. Hoy en día no cabe duda que cuando hay una mujer liderando procesos, proyectos o personas se está desafiando estereotipos de género, se está promoviendo una mayor igualdad y se fomenta ambientes de trabajo más colaborativos y empáticos. Esto implica también sostener grupos de trabajo intergeneracionales, interdisciplinarios e intergenéricos con la capacidad de abordar problemas complejos desde una perspectiva integral, considerando no solo los intereses económicos, sino también el bienestar social y emocional, para crear un futuro más equilibrado, donde todas las voces sean escuchadas y respetadas.