El Director Ejecutivo de Digital Bank Latam, Ramón Heredia, explora el impacto de la revolución digital en la banca y las fintech en su más reciente obra “El lenguaje de la innovación”. Durante una entrevista exclusiva con Digital Trends, comparte su visión sobre el futuro de los servicios financieros en Latinoamérica.
Ramón Heredia, reconocido por su labor como Director Ejecutivo de Digital Bank Latam y mentor de startups, acaba de lanzar un nuevo libro que promete revolucionar el entendimiento sobre la transformación digital en el sector financiero. Heredia, quien ya es autor de libros como Ecosistemas Digitales y La revolución digital y el futuro de los servicios financieros, continúa destacándose como uno de los mayores expertos en innovación tecnológica financiera en América Latina.
En conversación con Digital Trends, Ramón Heredia reflexionó sobre la importancia de la digitalización en el sector bancario y cómo su libro aborda este fenómeno desde diversas perspectivas.
¿Qué te motivó a escribir El lenguaje de la innovación? ¿Hubo algún evento o experiencia personal que impulsó la creación de este libro?
Mi principal motivación para escribir El lenguaje de la innovación surge de la necesidad de abordar un fenómeno que observo a diario en mi entorno profesional: vivimos en una sociedad que avanza a un ritmo vertiginoso, donde las tecnologías emergentes están moldeando profundamente nuestro comportamiento. A pesar de contar con más herramientas tecnológicas que nunca antes, las organizaciones y las personas están atrapadas en una dinámica de superficialidad y falta de reflexión. Las reuniones virtuales en las que las cámaras están apagadas, los temas se repiten sin avanzar y las ideas quedan estancadas, reflejan esta situación. A partir de estas experiencias, mi objetivo con este libro fue crear un espacio que invite a la reflexión y, más importante aún, a la acción, para fomentar una cultura de transformación real dentro de las empresas. Este libro es mi respuesta a esa frustración que he sentido en proyectos que se quedan en ideas y no llegan a materializarse. A través de mis vivencias como líder de transformación, quería ofrecer una herramienta práctica para que otros pudieran enfrentar los mismos desafíos y avanzar.
Este es su cuarto libro. ¿En qué se diferencia de los anteriores?
A diferencia de mis libros anteriores, que se centraban principalmente en teorías y conceptos de innovación, El lenguaje de la innovación tiene un enfoque mucho más práctico. En esta obra, no solo hablo de tendencias o conceptos abstractos, sino que invito al lector a llevar a cabo un proceso activo de transformación. Este libro está diseñado para ser una herramienta de acción. Incluye una metodología clara, como Espacios Vacíos, que ayuda a las organizaciones a trabajar en equipo y a implementar cambios concretos. Mientras que mis anteriores trabajos ofrecían una mirada amplia sobre la innovación y el cambio, este libro se diferencia porque está profundamente enfocado en la ejecución. El mensaje aquí es que la innovación no puede quedarse en buenas ideas; es necesario actuar repetidamente y de manera alineada con un propósito para realmente transformar una empresa.
En el libro habla sobre la importancia de crear una cultura de transformación en las empresas. ¿Cuáles son los principales obstáculos que ha identificado al intentar cambiar la cultura corporativa?
Cambiar la cultura corporativa es uno de los retos más complejos que enfrentan las organizaciones, y he identificado varios obstáculos recurrentes en este proceso. Uno de los principales es la resistencia al cambio, tanto a nivel individual como colectivo. Muchas veces, las empresas inician procesos de transformación más por una cuestión de moda o por la presión externa que por un verdadero compromiso con el cambio. Esto se refleja en acciones simbólicas que no logran avanzar, como talleres de innovación que no generan resultados concretos o iniciativas que se quedan en la fase de planificación. Otro obstáculo es la falta de un propósito claro. Sin un sentido de dirección compartido, es difícil movilizar a los equipos hacia un objetivo común. La cultura de transformación requiere de un esfuerzo continuo y sostenido, donde las acciones estén alineadas con un propósito que inspire a toda la organización. He visto cómo, en muchas empresas, el liderazgo de transformación queda en manos de muy pocas personas, lo que hace que los esfuerzos no escalen y, en última instancia, fracasen.
Según tu experiencia, ¿cómo ha cambiado el panorama de la transformación digital en los últimos años, y qué tendencias cree que serán clave en el futuro cercano?
El panorama de la transformación digital ha evolucionado de manera acelerada en los últimos años. Al principio, la transformación digital era vista como una ventaja competitiva; hoy es una necesidad para sobrevivir. En términos de tendencias clave, la inteligencia artificial está desempeñando un papel central, no solo en la automatización de procesos, sino en la forma en que las organizaciones interactúan con sus clientes y colaboradores. También hemos visto una creciente importancia en la capacidad de las empresas para adaptarse rápidamente a los cambios. Las empresas que prosperarán en el futuro cercano serán aquellas que logren integrar nuevas tecnologías de manera fluida, pero sobre todo, que lo hagan alineadas con un propósito y una cultura organizacional sólida. La personalización, el análisis de datos en tiempo real y la capacidad de generar experiencias únicas para los usuarios también serán cruciales. Pero más allá de las tendencias tecnológicas, el verdadero desafío radica en cómo las organizaciones logran transformar su cultura para adaptarse a estos cambios.
Menciona la metodología de Espacios Vacíos como parte fundamental del proceso de innovación. ¿Podría explicar en qué consiste y cómo puede aplicarse a las organizaciones?
La metodología de Espacios Vacíos se basa en la idea de que dentro de cualquier organización existen áreas no exploradas o subutilizadas que representan oportunidades de innovación. Estos «espacios vacíos» pueden manifestarse en forma de barreras de comunicación, procesos ineficientes o falta de colaboración entre equipos. La clave está en identificar estos vacíos y abordarlos como oportunidades para el cambio. Esta metodología invita a las empresas a crear talleres colaborativos donde se involucre a todos los niveles de la organización: desde colaboradores hasta líderes y proveedores. La idea es que, al trabajar juntos en estos espacios vacíos, se fomente una cultura de innovación que no solo dependa de las ideas de una sola persona, sino que sea el resultado de la colaboración colectiva. Esta metodología permite que las ideas pasen de la fase de concepto a la ejecución, lo que es esencial para el éxito de cualquier proceso de transformación.
En el libro se habla de la influencia de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial. ¿Cómo cree que estas tecnologías están transformando el comportamiento humano y empresarial?
La inteligencia artificial y otras tecnologías emergentes están teniendo un impacto profundo en el comportamiento tanto humano como empresarial. A nivel personal, la tecnología está transformando cómo interactuamos, cómo tomamos decisiones y cómo gestionamos nuestro tiempo. Las personas ahora dependen más de estas tecnologías para organizar su vida y su trabajo, lo que cambia la dinámica del día a día. En el ámbito empresarial, la inteligencia artificial está reconfigurando la forma en que se gestionan los datos, se personalizan los servicios y se toman decisiones estratégicas. Sin embargo, más allá de las ventajas tecnológicas, es fundamental reflexionar sobre cómo estas herramientas están moldeando nuestra humanidad y la cultura de las organizaciones. Si no se utilizan de manera consciente y alineada con los valores de una empresa, pueden generar una desconexión entre la tecnología y los propósitos humanos.
¿Qué consejo le daría a los líderes empresariales que están empezando su propio proceso de transformación digital o que enfrentan resistencia al cambio en sus organizaciones?
Mi consejo para los líderes empresariales es que no se enfoquen únicamente en las herramientas tecnológicas, sino que pongan el propósito en el centro del proceso de transformación. Las tecnologías son facilitadores, pero la verdadera transformación comienza cuando existe un propósito claro y compartido por todos en la organización. Es crucial que los líderes se conviertan en agentes de cambio, no solo hablando de transformación, sino mostrándolo a través de sus acciones diarias. También deben ser pacientes y consistentes, ya que la resistencia al cambio es normal. La clave está en crear un entorno donde las personas se sientan parte del proceso, comprendan la importancia de los cambios y vean cómo estos benefician tanto a nivel individual como colectivo. La transformación no ocurre de la noche a la mañana, es un proceso continuo que requiere liderazgo y compromiso.
¿Cómo visualizas el futuro de la innovación y la transformación digital en Latinoamérica? ¿Qué rol pueden jugar las empresas locales en el escenario global?
Latinoamérica tiene un potencial enorme en cuanto a innovación, y creo firmemente que las empresas de la región pueden jugar un papel clave en el escenario global si logran aprovechar sus fortalezas. A lo largo de mi carrera, he visto una gran abundancia de ideas innovadoras en todos los sectores, pero el desafío ha sido la ejecución. En Latinoamérica, tendemos a generar ideas brillantes que no siempre llegan a materializarse, y esto es algo que debe cambiar. Si las empresas locales logran transformar esas ideas en acciones concretas y continuas, podrán posicionarse como líderes en el escenario global. Además, la región tiene una ventaja competitiva en términos de creatividad y resiliencia, lo que puede ser clave en un entorno global en constante cambio. El futuro de la innovación en Latinoamérica dependerá de nuestra capacidad para tomar el control de nuestros relatos y ser protagonistas en esta nueva era digital.