Fuente: www.vanguardia.com
«Para que América Latina haga ese salto esencial para la revolución de productividad, ¿qué necesitamos? Necesitamos duplicar nuestra inversión en infraestructura y logística, cuadruplicar nuestra inversión en ciencia y tecnología, aumentar nuestra calidad educativa», expuso en la capital portuguesa.
Buen comienzo
Grynspan, de visita en Portugal, participó ayer en el seminario «UE-América Latina: Desafíos de la transformación digital y del conocimiento en el Espacio Iberoamericano. Áreas de Cooperación con la Unión Europea», organizado por La Casa da América Latina, la Fundación Luso-Española y la Fundación Euroamérica.
Allí, ofreció una radiografía de la situación de la región ante la transformación digital, que ha sido en América Latina «todavía más acelerada que en el resto del mundo».
En este sentido, expuso por ejemplo que internet ha pasado de ser utilizado en la región por el 17% de la población en 2005 a «más de un 56% en 2016».
«Las tecnologías y servicios móviles ya generan el 5% del producto interno bruto de la región latinoamericana. Son casi 350 millones de usuarios de internet en la actualidad y 420 millones proyectados para 2020», agregó.
Según sus cálculos, «un aumento más o menos de cinco puntos en el índice de digitalización de las economías latinoamericanas llevaría a un incremento del 17% en el índice de innovación».
Más digitalización
Sería «una apuesta ganadora» en la región, así que «tenemos que cerrar la brecha digital, asegurar el acceso y la adopción de la tecnología por parte de la población, pero cerrar la brecha digital no va a cerrar nuestros problemas», comentó.
Grynspan destacó que pese a la «adicción» a la tecnología se observa cómo «la digitalización ha producido un ataque de pánico, porque la mayoría de las personas cree que se van a quedar sin empleo por la automatización, la robotización».
Es, a su juicio, un temor que forma parte de las «peores estimaciones», que son «demasiado pesimistas respecto a esta revolución industrial».
«Lo que sí pareciera ser cierto es que la mitad de los trabajos de quienes están ahora en la escuela no han sido creados aún», dijo.
Por eso considera fundamental «enfocarnos en transformar nuestro sistema para que potencie las habilidades del pensamiento crítico, de la comunicación oral y escrita, lo analítico», tareas en definitiva que no pueden hacer los robots.