Fuente: EbankingNews
La revolución digital no dejará hueso sano entre las grandes empresas. Parece ser una carrera que las empuja a incorporar en sus organizaciones los nuevos paradigmas.
Thomson Reuters destaca entre estas grandes empresas que evolucionan con los tiempos. Lo ha demostrado en el pasado, y lo está demostrando en la actualidad.
Reuters se fundó en Londres en 1850 como agencia de noticias, y sobrevivió todas las guerras europeas del Siglo XIX, las dos conflagraciones mundiales, y los cambios que la tecnología impulsa en el mundo en la postguerra a partir de 1945.
En el 2008, Thomson Corporation, una empresa canadiense de servicios financieros, de salud, derecho, ciencia e investigación tecnológica e impuestos, adquiere Reuters, dando vida a la Thomson Reuters. Actualmente, Thomson Reuters opera en más de 140 países, cuenta con cerca de 45 mil empleados y se dedica a brindar información y soluciones tecnológicas para profesionales de los mercados financiero y de riesgo corporativo; impuestos y comercio exterior; jurídico; y de medios de comunicación.
En sus 168 años de operaciones, desde la fundación de Reuters, esta empresa ha sabido evolucionar desde el telégrafo, pasando por el Telex y el fax, hasta llegar a la era de la digitalización y las comunicaciones satelitales.
Desde la redacción de Ebankingnews estuvimos conversando con José Domínguez, director de tecnología de Thomson Reuters, quien nos ofreció su visión sobre la revolución digital desde la perspectiva de una de las empresas de información más longeva del mundo.
¿Cuáles son las implicaciones que trae la revolución digital para las empresas, sobre todo para la industria financiera?
José Domínguez: En los distintos eventos estamos hablando sobre lo que viene con la revolución digital, y de cómo las tecnologías van a ser disruptoras de los mercados actuales.
El modelo de negocio actual está cambiando a una velocidad muy rápida.
Actualmente el top 5 de las empresas más valoradas son tecnológicas. Se espera que lleguen a las 10 empresas. Eso lo que está logrando es que se cambie el modelo de negocios.
Para la industria financiera esta tecnología le traerá más seguridad y una desintermediación, que va a obligar a un pensar distinto de cómo son los negocios actuales de la industria financiera a partir de estas nuevas tecnologías que acercan mucho más al público hacia esta inmediatez.
Hay un par de principios que va a cambiar esta tecnología, seguridad, confianza e inmediatez en las transacciones.
Hoy el público no espera días. Las sucursales las lleva la gente. La idea es que las personas puedan operar en línea permanentemente.
¿Qué hacen actualmente las empresas para lograr una transformación digital?
JD: Desde las empresas proveedoras, y desde Thomson Reuters, se están haciendo cambios y se está invirtiendo en mucha tecnología para permitir a la industria adaptarse a esos cambios de manera rápida.
Somos proveedores de información en los flujos de trabajo de nuestros clientes, y tenemos que proveer información que hasta hace un tiempo no tenía necesidad de ser tan inmediata
Hoy las tecnologías que van a cambiar el futuro son IA (Inteligencia Artificial), blockchain, machine learnig. Todas esas son las tecnologías en las que estamos invirtiendo para poder dar más información y hacer las cosas más rápidamente. Pero a la vez las instituciones financieras están invirtiendo en estas tecnologías para poder acercarse más a los usuarios.
Si vamos a ejemplos particulares, con la big data, se hacen análisis predictivos ya realizados de manera inmediata, donde uno puede analizar el perfil de riesgo de un cliente de manera instantánea. Con la IA se ayuda a mejorar la experiencia del usuario en el día a día a través de las interacciones para poder llevarle una solución de manera más rápida.
¿Cuáles serían los beneficios de incorporar el blockchain en el sector legal?
JD: Cuando hablamos de blockchain tenemos que entender que es una tecnología nueva que está empezando a buscar tener las aplicaciones prácticas. Los Smart Contracts son una de esas aplicaciones prácticas que nos trae el blockchain.
Cuando hablamos de blockchain, hablamos de un sistema distribuido, seguro e inalterable. Entonces, cualquier aspecto cotidiano que se pueda montar en eso, le va a dar esa distribución, seguridad e inalterabilidad de manera inmediata.
Blockchain en sí va a ser la regulación y no se va a necesitar un tercero o una entidad central como para poder validar un contrato. Los abogados van a seguir estando, porque alguien tiene que definir las reglas del Smart Contract. Lo que se automatiza con el Smart Contrac es la ejecución del contrato.
Creo que nunca se va a reemplazar el valor agregado. Se podrá reemplazar parte de la gestión de la transaccionalidad, pero no el valor agregado del abogado; y en este caso, el valor del abogado es la definición de las reglas que van a seguir estando.
¿Qué piensa de los Smart Contract?
JD: Creo que es una evolución que supera lo que tenemos actualmente. Está basado en tecnología muy antigua. Cuando hablamos de que un contrato tiene validez, cuando tiene un papel, una firma y un notario que le da valor, es una tecnología de muchos años atrás. Creo que sí viene a superar eso, todavía le faltará la masividad para ser algo concreto y práctico y de uso del público en general. Pienso que aún hay una deuda desde el lado tecnológico para poder acercar esto a las personas.
En parte, es miedo a lo desconocido. En parte a la responsabilidad de hacer que esto que es desconocido, sea conocido de manera accesible al público. Hay mucha gente trabajando en eso, pero aún falta que el ecosistema sea completo para que las personas tengan aplicaciones prácticas y todos podamos usarlas en el día a día.
¿Cuáles industrias, a parte de las financieras, podrían intervenir en la tecnología blockchain?
JD: Creo que la tecnología blockchain. En el mediano y en el largo plazo, esta tecnología va a intervenir transversalmente en todas las industrias, porque estamos hablando de seguridad, de identidad, de confianza, de cualquiera que sea la transacción. Hoy en día mi visión es que está avanzando mucho más rápido en la industria financiera, legaly supleychain.
Cuando hablamos de blockchain, como sistema de identidad más seguro a futuro, más o menos todas las industrias van a ser afectadas.
¿Qué beneficios pueden traer a los bancos la tecnología blockchain?
JD: A la industria bancaria le traerá mayor velocidad y transparencia en los intercambios entre los bancos. Hoy en día, el fluyo de información siempre necesita intermediarios validantes. Con esta tecnología estos intermediarios no van a estar, y la industria en sí se verá acelerada. Por otro lado, habrá más transparencia y auditabilidad en eso. Creo que hay muchos desafíos que todavía estas tecnologías tienen que enfrentar para ser aplicadas. Tiene que ver con todo este marco regulatorio que necesitan a futuro para poder llevarlas a la práctica y aplicarlas en el día a día.
¿Qué se debe hacer en el marco regulatorio para aplicar las tecnologías de blockchain en el futuro?
JD: En ese tema hay muchas teorías y visiones diferentes. Unos creen que ese marco regulatorio debe hacerse previo a la implementación de la tecnología. Otros creen que debe usarse blockchain como tecnología para regular mejor los mercados.
Es un tema para comenzar a verlo como una evolución de lo que tenemos. Pero para esto es importante que los Estados y las grandes empresas primero entiendan la tecnología, después vean las aplicaciones prácticas y luego empiecen a utilizarlas. Creo que a partir de ahí la regulación va a empezar a suceder, como para que en esto esté basado el nuevo modelo de negocio. Las regulaciones anteriores, en muchos casos, llegaron tarde. La tecnología ya estaba implementada, y en este caso, tenemos la oportunidad de empezar a trabajarlo desde temprano. Tiene que ser en común entre las partes privadas, los desarrolladores, los gobiernos.
¿Cuáles son las profesiones que van a modificarse para trabajar de la mano con esta tecnología?
JD: Creo que todas las profesiones se verán afectadas, y van a verse modificadas unas en mayor y otras en menos medida. En el futuro, cuando los informáticos y los abogados hablen de código, estarán hablando de lo mismo. Realmente va a llevar una transformación. yo creo que no va a haber un reemplazo de valor en la automatización. Pero va a continuar habiendo una eficientización de los procesos.
¿En cuánto tiempo sucederá esto?
JD: Esto ya empezó a suceder a través de distintas tecnologías. En unas áreas más que otras, ya está pasando cada vez más.
El profesional de las áreas financieras va a tener que aportar más valor en las tareas de valor agregado, que en las tareas de gestión. Estas estarán automatizadas. Esas son las profesiones que serán beneficiadas. Podrán volver al concepto de valor agregado. Tendrán más tiempo para hacer análisis para agregar valor, y además agregar innovación a los procesos.
¿Creé usted que en el futuro las máquinas llegarán ser más inteligentes que los hombres y se revelarán a ellos, como vemos en algunas películas de ciencia ficción?
JD: Creo que la máquina tiene una eficiencia mucho mayor que la humana para tareas específicas. Cuando hablamos de IA hablamos de inteligencia especifica. Hoy en día, casi ningún humano podría hacer un cálculo matemático completo, mejor que una calculadora sin casi ningún tipo de inteligencia.
Todas las tareas que involucran, más de una disciplina al mismo tiempo, necesitan intuición y creatividad. Algo que la IA aún no está en condiciones de hacerlo.
La mejor combinación que existe para cualquier tarea es humano más máquina. Hoy se está trabajando en cómo las tecnologías agregan valor a las tareas del hombre, le reducen tiempo y le permiten estar pensando en cuestiones que la máquina no puede pensar para poder hacerlo.
¿En qué beneficia la tecnología de bigdata a las empresas?
JD: La tecnología de bigdata permite hacer una gestión más personal. Permite gestionar certeramente cualquier cosa que se quiera procesar. Con este tipo de tecnología se está procesando grandes cantidades de información para llegar a conocer mejor a los clientes como individuos, y no como grupos. Parece contradictorio esto, de cómo a través de mucha información, puedo armar propuestas de valor y puedo pensar en las personas como individuos y no como grupo.