Fuente: Cronista
En un contexto donde la digitalización avanza a paso firme, la obtención y análisis de datos se convierten en un factor clave para la gestión del talento. Qué procesos pueden mejorarse con su uso
Ya totalmente inmersos en la era de la digitalización, la utilización adecuada de los datos por parte de las empresas se ha convertido en un instrumento imprescindible para el crecimiento y el rendimiento en el ámbito de los Recursos Humanos. Si se cuenta con las herramientas tecnológicas idóneas y se las aplica de manera conveniente, el análisis y explotación de datos tienen una enorme gravitación a la hora de optimizar los procesos de contratación, integración, experiencia y gestión del talento.
Contratación
Un enfoque basado en datos hará que la objetividad predomine en este proceso sobre la subjetividad y la contratación por el «instinto». Por otra parte, la automatización de la fase de clasificación de candidaturas permite ahorrar tiempo, de modo que los técnicos de selección puedan concentrarse en tareas con mayor valor agregado.
En el caso de una campaña de contratación llevada a cabo por el área de RR.HH., al implantar una estrategia basada en datos con el fin de entender mejor el comportamiento de los candidatos, la empresa ejerce un mayor control de los costos y optimiza las inversiones
Integración
Las organizaciones han comprendido la importancia de esta etapa y ponen empeño en mejorar el proceso de on-boarding para que la integración del empleado se concrete de la manera más virtuosa posible.
¿Cómo pueden los datos contribuir para que esto se haga realidad? Ofreciendo una experiencia cada vez más digital y específica, proponiendo mensajes personalizados a medida que avanza el proceso de integración (adaptados a cada uno de los perfiles), identificando las necesidades específicas de los nuevos colaboradores y proponiendo soluciones adaptadas.
Esto significa poder llevar a cabo un mejor seguimiento durante este período y una integración más fácil para los nuevos colaboradores y para la empresa. Además, ayuda a asegurar la contratación, brindando al empleado las mejores oportunidades de éxito en su nuevo puesto.
Experiencia del empleado
La premisa de brindar una experiencia satisfactoria a los colaboradores está cada vez más en el centro de las estrategias de las compañías, que tienen como objetivo reducir los índices de rotación de personal y la tasa de ausentismo, transmitir una imagen positiva de la empresa, atraer nuevos talentos y aumentar la productividad.
Con una estrategia basada en datos, es posible lograrlo. En base a la recopilación y análisis de los datos obtenidos, se puede conocer mejor a los empleados, identificando los conocimientos teóricos y las habilidades técnicas de cada uno, ofrecer cursos específicos que se adapten tanto sus expectativas como las necesidades de la empresa, reconsiderar la política retributiva y reducir -o incluso evitar- la desmotivación en el trabajo, implantando una estrategia de retención.
Gestión del talento
Por último, sabemos que en esta era digital, los profesionales más talentosos son cada vez más ágiles, móviles y capaces de formarse por su cuenta. Un enfoque basado en datos permite seguir de cerca el aumento de las habilidades de cada empleado, identificar un perfil ideal para un nuevo puesto en la base de datos interna, sugerir nuevas asignaciones, promover la movilidad interna y orientar las carreras, entre otras acciones.
En conclusión, vemos que una estrategia que adopte de manera consistente la utilización de los datos contribuye de manera significativa a la mejora de los diferentes procesos de Recursos Humanos y otorga a las empresas una serie de beneficios que no deberían desaprovechar si desean mantenerse competitivas.