La seguridad en los sistemas de gestión y comunicación online es prioritaria en las entidades financieras.
- Las fugas de datos pueden alcanzar los 1,5 millones de euros en pérdidas al año.
- El financiero es uno de los sectores donde la pérdida de información reviste un mayor riesgo.
- Informes económicos, datos de cuentas bancarias o contactos de clientes pueden difundirse en la red sin estar cumpliendo la ley.
La banca se está blindando. Las Cajas de Ahorro, la Banca Pública y Privada, y las instituciones financieras pueden perder el control sobre información confidencial cuando la difunden y comparten en la red o incluso en sus propios puestos de trabajo. Las fugas de datos no son hechos aislados y entidades como el Banco de Irlanda, American Express o Royal Bank of Scotland, han declarado pérdidas de información.
Previsiones económicas, datos financieros, contactos de socios o planes estratégicos de mercado pueden compartirse en la red sin cumplir las exigencias de las normativas, como la Ley de Protección de Datos. Por esta razón, las entidades están obligadas a informar si se producen fugas de datos. En el caso de la banca, es especialmente importante por su papel en los sistemas económicos internacionales.
La circulación de información “sensible” es inevitable pero debe hacerse de forma segura, con controles y cumpliendo la ley, según los expertos de GigaTrust, proveedor líder de software de seguridad para contenidos y correo electrónico. El objetivo es que firmas de clientes o números de cuentas no lleguen a manos desconocidas.
La tecnología, seguridad y amenaza
La problemática de la seguridad se ve incrementada por la utilización de herramientas de comunicación como el correo electrónico, las intranets y dispositivos como PDA´s o Blackberry, cada vez más frecuentes entre directores de bancos y asesores financieros. Virus, gusanos informáticos o suplantadores de identidad son sólo algunos de los riesgos que corre la banca cuando intercambia información en Internet.
El riesgo viene desde dentro
La mayoría de las fugas son internas, es decir, el problema es de las propias entidades que pueden perder el control sobre su información, con el peligro añadido de violar la Propiedad Intelectual. Si plan estratégico sobre mercados financieros cae en manos de la competencia, las consecuencias pueden ser nefastas.
Una caja fuerte en la red
Para prevenir estos riesgos, GigaTrust, socio de Microsoft en materia de seguridad, tiene la clave. Su software permite controlar y comprobar cómo las personas intercambian información sensible independiente de cómo o dónde se utilice (emails, contenido web, adjuntos, imágenes, USB, CD…). GigaTrust va más allá de la encriptación y restringe los permisos de uso de los contenidos. Si se envían los datos bancarios de un cliente a un asesor se podrá decidir si ese mail se puede imprimir, copiar, guardar o reenviar.
El precio de perder
Las pérdidas para estas grandes empresas tienen un coste medio de 1,5 millones de euros al año, además de las consecuencias en su reputación y fiabilidad no sólo entre sus clientes sino en el mercado financiero. Según un estudio de Datamonitor, un 70% de las empresas cree que una fuga de información perjudicaría gravemente su imagen.
Marie-Claire Pfeifer, Consejera Delegada de GigaTrust en España, asegura que “cuando compartimos información no sabemos si va a ser enviada o modificada. Tenemos que asegurarnos de que esos contenidos, de uso restringido, no caigan en manos ajenas y puedan ser utilizados para perjudicar a nuestra empresa. Por eso, es esencial establecer límites según el tipo de datos que se transmitan y a quién se dirijan”.