Fuente: www.trecebits.com
El 31 de octubre de 2008, el trabajo académico que contenía la información sobre el desarrollo de Bitcoin salió a la luz. Unos meses después, el 3 de enero de 2009, las primeras líneas de código de un Bitcoin real fueron creadas. Así nació el primer bloque de la criptomoneda más famosa y con más valor de la historia.
Hace diez años, el Bitcoin plantó la semilla del Blockchain y las criptomonedas que hoy mueven miles de millones
El primer bloque, conocido como el bloque génesis, fueron minados por el creador de Bitcoin, conocido como Satoshi Nakamoto. Poco se sabe de él. El alias de Satoshi Nakamoto podría corresponder a una persona o a un grupo. El creador o creadores nunca han aparecido en público, y se estima que poseen miles de millones de dólares en Bitcoin.
El pistoletazo de salida a la carrera de las criptomonedas se dio hace diez años, y desde entonces, miles de otras criptos (conocidas como altcoins) han aparecido y desaparecido en Internet. Algunas de ellas, como Ripple, Ethereum, Stellar, y un largo etcétera, se han ganado un puesto propio en el Olimpo de las monedas digitales.
Otras (demasiadas) quedaron en nada con el paso del tiempo, nunca tuvieron valor o directamente fueron una estafa. Aún así, todas tenían como referencia el Bitcoin, que llegó a valer cerca de 20.000 dólares en su punto álgido. Por supuesto, en el comienzo, la realidad era otra.
En los primeros años de la existencia del Bitcoin, su valor era casi despreciable. En 2010, poco más de un año después de primer bloque, un hombre llamado Laszlo Hanyecz compró dos pizzas por 10.000 Bitcoins. En aquel entonces, equivalían a 30 dólares, mientras que hoy serían algo más de 38 millones de dólares.
El BTC nació con la esperanza de ser una moneda descentralizada, imposible de rastrear, copiar o falsificar, pensada para usarse en el intercambio de bienes y servicios al margen de los bancos. Algunas empresas, como la plataforma de vídeojuegos Steam, aceptaron BTC durante un tiempo. Pero la idea de comprar cosas con BTC no ha calado demasiado, y aunque algunas páginas web lo permiten, no es algo demasiado extendido.
En cambio, el Bitcoin se ha utilizado como una especie de inversión especulativa. Comprar barato y vender caro. Este afán lo ha convertido (y con él, a casi todas las demás criptomonedas) en algo parecido a la bolsa, pero mucho más volátil y convulso. Su auge creó grandes granjas de minado, consistentes en servidores llenos de tarjetas gráficas trabajando en la creación de nuevos Bitcoins. Esto llegó a tal punto, que el consumo de electricidad derivado del minado de Bitcoins llegó a ser un problema para las redes eléctricas.
Hoy en día, el valor de Bitcoin sigue siendo exageradamente alto en comparación con sus inicios, pero está muy lejos de su mayor valor alcanzado. Aún así, la comunidad de Internet dedicada al BTC no lo abandona y sigue siendo numerosa. Esperemos que dentro de otros 10 años no se trate de una parte del pasado de Internet.