Un informe de Moody’s advierte que hay crecientes desafíos que podrían obstaculizar su capacidad de competir con bancos más grandes y las fintech.
Los recientes cambios que se han venido presentando en el entorno digital, las tasas de interés que se mantiene en niveles altos y las regulaciones vigentes en diferentes países, se están convirtiendo en un reto para los bancos medianos en América Latina, según advierte un reciente análisis de Moody’s Ratings, en el cual se afirma que esto es una amenaza para su rentabilidad y capacidad de crecimiento.
En este informe se dice que aunque estos bancos han mostrado resiliencia frente a los ciclos monetarios contractivos, la evolución de las condiciones de financiamiento y las nuevas exigencias regulatorias podrían limitar su competitividad frente a los grandes bancos y las fintech emergentes.
“Un grupo de pares de 16 bancos medianos y bancos nicho de América Latina enfrenta crecientes desafíos que podrían obstaculizar su capacidad de competir con bancos más grandes y empresas de tecnología financiera en el futuro, aunque tienen importantes oportunidades de desarrollo”, indicaron.
En este reporte se agrega que “estos bancos operan en nichos donde tienen ventajas competitivas y desempeñan un papel crucial en el ecosistema financiero de la región. Han mantenido una alta rentabilidad incluso en condiciones difíciles y con la fuerte competencia de grandes bancos en la última década”.

Concretamente en el caso de Colombia, sostiene que la estructura de fondeo de los bancos medianos como Itaú Colombia y GNB, ha sido tradicionalmente más equilibrada que la de sus pares en otros países de América Latina y resalta que su exposición diversificada a préstamos corporativos y de consumo les permitió navegar mejor los incrementos de tasas de interés de los últimos dos años.
Sin embargo, esta ventaja inicial comienza a desdibujarse ante la necesidad de migrar hacia depósitos a plazo más costosos y cumplir con las nuevas normas de fondeo estable neto implementadas en 2023.
El peso de las tasas y la regulación
Desde Moody’s centraron su atención en la dinámica de tasas de interés elevadas, que para ellos ha obligado a los bancos medianos a recurrir en mayor medida a depósitos a plazo fijo, cuyos costos son superiores a los de los depósitos de ahorro o corriente, generando una tendencia que también se observa en otros países de la región e implica una presión directa sobre los márgenes de intermediación financiera, reduciendo su rentabilidad operativa.
A ello se suma el impacto de la regulación sobre el coeficiente de fondeo estable neto (NSFR, por sus siglas en inglés), que exige a los bancos mantener una estructura de fondeo más sólida y menos dependiente de fuentes volátiles. Esta normativa, adoptada en Colombia en línea con los estándares de Basilea III, busca fortalecer la resiliencia del sistema financiero, pero representa una carga adicional para los bancos medianos, que deben ajustar su estrategia de captación de recursos en un mercado de liquidez limitada.
“El reto para los bancos medianos en Colombia no solo radica en adaptarse a un costo de fondeo más alto, sino en hacerlo en un entorno donde las alternativas de captación son escasas y la competencia, feroz”, señala Moody’s en su reporte, en el que también sostiene que “la falta de plataformas de inversión robustas, como las que existen en Brasil, restringe el acceso a depósitos minoristas granulares, obligando a estas entidades a depender más de fondos institucionales, que son más caros y sensibles a cambios de mercado”.

Competencia en aumento
Además de los desafíos regulatorios y de fondeo, para esta agencia, los bancos medianos colombianos deben enfrentar una competencia cada vez más intensa por parte de los grandes bancos tradicionales y de nuevos actores digitales, dado que las fintech, con su capacidad para ofrecer productos de bajo costo y experiencias de usuario altamente eficientes, están captando una parte creciente del mercado de consumo y pymes, segmentos históricamente dominados por la banca mediana.
El informe de Moody’s destaca que los bancos grandes han intensificado su presencia en el financiamiento de pequeñas y medianas empresas (pymes), tradicionalmente el bastión de los bancos medianos. Esta tendencia, combinada con el avance de las fintech en préstamos de consumo no garantizados y servicios transaccionales, ejerce una presión adicional sobre los márgenes de los actores intermedios.
“La disrupción digital no solo erosiona los márgenes, sino que también obliga a los bancos medianos a acelerar su proceso de transformación tecnológica para no perder relevancia en un mercado que demanda inmediatez, personalización y bajos costos”, advierte Moody’s.
A pesar del panorama desafiante, el informe dice que existen oportunidades para los bancos medianos colombianos que logren adaptarse rápidamente, ya que la diversificación de fuentes de ingreso, mediante el fortalecimiento de áreas como banca de inversión para pymes, gestión de activos y seguros, aparece como una estrategia clave para mitigar la compresión de márgenes tradicionales.
Asimismo, cerraron diciendo que el desarrollo de capacidades digitales y la mejora de la experiencia del cliente pueden ser factores diferenciales para competir de manera más efectiva frente a grandes bancos y fintechs. Invertir en tecnología, modernizar los canales de servicio y ofrecer soluciones financieras personalizadas se perfilan como elementos cruciales para sostener la relevancia en el mediano y largo plazo.
Fuente: Portafolio