Fuente: Forbes
Experiencias de compra virtuales, desfiles inmersivos y ropa digital son sólo algunas de las nuevas tendencias que irrumpen en este sector.
En este 2020, el uso de múltiples tipos de tecnología ha representado una constante dentro de la industria de la moda: no olvidemos que las pasarelas y semanas de la moda ya se han llevado de manera digital, pero la innovación va mucho más allá. La Realidad Virtual, la impresión 3D, la digitalización de la ropa o la Realidad Aumentada (AR, por sus siglas en inglés), son tendencias que están cobrando mayor fuerza en el sector.
La pandemia por COVID-19 incentivó el uso de este tipo de tecnologías dentro de la industria de la moda, y éstas han fungido como un elemento para reinventarse y ofrecer al consumidor nuevas experiencias de compra.
Ejemplo de lo anterior es lo que realiza The Fabricant, una casa de moda digital holandesa que ya ha trabajado con marcas como Tommy Hilfiger o Puma. Su especialidad es crear ropa digital, la cual nunca se fabricará físicamente. La compañía ha dicho que está pensada para que la utilicen los avatares digitales de las personas.
Para ello, emplea efectos visuales como la captura de movimiento, software de animación 3D, y escaneo corporal; así, consigue crear animaciones hiperrealistas de prendas de vestir. Por extraña que parezca esta propuesta, la creación de su vestido digital llamado “Iridescence” se vendió en Nueva York, Estados Unidos, en 9,500 dólares (alrededor de $ 210,000 pesos).
Nuevas experiencias de compra
También hay tendencias más cercanas a un consumidor que está modificando sus hábitos de compra. Con el crecimiento del comercio electrónico, la industria de la moda ha experimentado con diversas tecnologías.
A principios de este 2020, Burberry presentó una herramienta de compra de AR a través de Google en países como Estados Unidos o Reino Unido, en donde un usuario, al buscar un bolso o unas zapatillas de la marca, puede ver una versión en Realidad Aumentada del producto y colocarlo junto a otra prenda ya existente. De esta forma, tendrá una idea de cómo se verían juntos ambos accesorios y simular así la experiencia de estar en la tienda.
GAP y Gucci también han hecho pruebas, con temas como los probadores virtuales o los espejos con Realidad Aumentada. A través de este tipo de desarrollos tecnológicos, el consumidor observa cómo se le vería una prenda sin tener que probársela. Con ello se busca reducir el tiempo que pasa una persona dentro de la tienda.
Por su parte, hace un par de años firmas como Dior o Tommy Hilfiger llevaron a cabo desfiles de moda a través de realidad virtual; pero en esta época post pandemia el concepto ha tomado un giro inesperado.
Empresas como Bigthinx recientemente emitieron, en directo, un desfile de moda virtual en 3D. Esta compañía ha colaborado con Grupo Prada con el objetivo de transformar la industria de la moda: utilizando la Inteligencia Artificial, ropa digital, desfiles de moda inmersivos y experiencias de compra virtuales. Todas ellas, tecnologías que empiezan a irrumpir con fuerza, en un sector dispuesto a tomar riesgos en aras de ofrecer a sus clientes nuevas experiencias, en una época en donde impera el distanciamiento social.