Fuente: Diario Financiero (Edición Impresa)
Programas de BCI apoyan etapa más compleja en la tarea de emprender: entidad ha prestado $ 14.000 millones a través de la división Nace y Renace.
Con el propósito de financiar a aquellos clientes y no clientes del banco que quisieran emprender un negocio, en el año 2006, el Grupo Yarur dio vida a las divisiones Nace y Renace bajo el alero del área de responsabilidad social empresarial de BCI.
El primero ofrece asesoría y recursos a quienes emprenden por primera vez; mientras que el segundo –Renace– entrega apoyo a aquellos empresarios que tuvieron problemas en el desarrollo de sus negocios y buscan una segunda oportunidad para emprender.
Los resultados han sido alentadores para la entidad financiera. Sólo en 2009, se entregaron’ créditos a más de 1.000 empresarios y emprendedores, acumulando poco más de 2.000 beneficiados en ambos programas y prestando $ 14.000 millones, de un total de $ 20.000 millones que constituyen el fondo rotativo disponible de BCI.
El subgerente de Nace y Renace, Mauricio Rojas, explica que la creación de estos programas obedece a que “este banco fue formado por emprendedores. Es una visión del presidente del banco, cuyo objetivo es poder hacer algo más por el emprendimiento en el país y también dar una oportunidad al reemprendimiento. Teníamos claro que es muy difícil encontrar apoyos para emprender en el sistema financiero nacional y por eso, apostamos por hacer algo al respecto”.
Comenta que “este año, en el programa Renace hemos prestado $ 7.000 millones, mientras que en el Nace estábamos en $ 4.000 millones a diciembre de 2008, y avanzamos otros $ 3.000 millones este año”, agrega, Mauricio Rojas.
El ejecutivo detalla que una vez que los usuarios de ambos programas logran hacer crecer sus negocios, el banco los atrae para que sean clientes de la entidad, integrándolos como usuarios de la división de personas (en el caso de Nace) y pymes (en Renace).
Controlan el riesgo
Uno de los aspectos que han facilitado la continuidad de los programas Nace y Renace es el control del riesgo de aquellos clientes que acceden a estos fondos.
Rojas puntualiza que este programa no se sustenta sobre las garantías que se piden por el riesgo del deudor y de hecho, los requisitos solicitados son mucho más flexibles. Este modelo ha dado buenos resultados y por cierto, no ha deteriorado la cartera del banco.
De hecho, asegura que “si bien los negocios de estas personas y pymes se vieron resentidos este año, el comportamiento de pago de los clientes de Nace y Renace ha sido espectacular”.
Respecto de la rentabilidad de dichos programas, el ejecutivo asegura que “éstos no nacen por una identificación de que son rentables, pero si tiene que ser sustentables y para que eso ocurra, hay que administrarlos correctamente, escogiendo bien todos los días a quién apoyamos”.