Latinia ha publicado un estudio sobre la «La Banca Móvil en Latinoamérica«, según el cual en los últimos 18 meses se ha producido un significativo avance en la oferta de servicios financieros móviles (SFM) en la banca latinoamericana, cuya penetración ha pasado del 38% al 51% (64 bancos), dato que llevado al mismo índice del primer estudio (100 bancos analizados), el porcentaje se eleva hasta el 55%, una mejora de hasta el 70%. “Aunque lógicamente se observa un claro liderazgo de las principales economías del continente, podemos concluir que la incorporación del móvil o celular a las estrategias multicanal de las entidades financieras en Latinoamérica ya no es un fenómeno asociado a mercados concretos si no a la necesidad de innovar y atender la demanda generada por la aplastante lógica de economías con más del 80% de penetración celular”, según Francesc Perez, primer ejecutivo de la empresa en Latinoamérica.
Se observa un claro liderazgo por parte de la mensajería SMS (Banca SMS), presente tanto en SMS para alertas, como en SMS para consultas, está presente en el 65% de los bancos con oferta de movilidad. Con la mitad de presencia respecto la mensajería encontramos a la tecnología WAP. Hasta 20 de las 64 entidades con oferta de servicios financieros móviles (SFM) dispone de un portal WAP (31%). Le sigue de cerca la presencia de aplicativos descargables J2ME, con casi 1 de cada 4 bancos con oferta de SFM. Mucho más atrás (4 de 64), aparecen las aplicaciones con tarjeta SIM del terminal (para lo cual resultan imprescindibles acuerdos Banco-Operadora, exclusivos o no).
En cuanto al análisis por países, destacan dos, uno por números absolutos (Brasil), y el otro por diversidad (Argentina); ambos pueden posicionarse en el estatus de tier 1 en Banca Móvil. Ambos conjugan exitosamente volumen de servicios (diversidad) con tamaño (bancos involucrados). México y Chile le seguirían de cerca, con morfologías similares en SFM, tanto por volumen y penetración de bancos como por perfil de servicios en liza. Sí sorprendería la escasa penetración de Banca Móvil en Venezuela, atendiendo a la espectacular adopción de la mensajería SMS en el país.