El pago electrónico de servicios tan comunes como un restaurante o estación de servicio ya se puede realizar con el teléfono móvil, pero desde 2016 se espera que los «medios» para cancelar sean tan amplios como una banda, un anillo o las llaves del auto.
Así al menos lo propone en Estados Unidos la empresa Mastercard, que lanzó un programa que vincula sus tarjetas de créditos con accesorios portables, cuya tecnología los transforma en billeteras electrónicas.
La firma ya se asoció con diversos proveedores, como el diseñador Adam Selman, la automotriz General Motors o la joyería inteligente Ringly para el desarrollo de los prototipos, que busca que cada persona use la «cosa» que más le acomode para pagar.
El proyecto se basa en la «internet de las cosas», donde cualquier dispositivo puede dialogar electrónicamente con otros, sin necesidad de que el usuario ingrese datos. Según Cisco, en 2020 habrá unas 20 billones de «cosas» conectadas a la red.
El programa «elimina todas las barreras de cómo pagamos al ofrecer una experiencia de pago digital seguro, que virtualiza lo que sea: anillos, cintas inteligentes para fitness, llaveros de auto, ropa y lo que sea que pueda venir después», afirman en Mastercard.