La ley busca crear un marco regulatorio que fomente la innovación y garantice un entorno seguro y transparente para los usuarios de servicios financieros digitales.
Faltan pocos meses para que se termine el plazo otorgado por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) para que las empresas tecnológicas financieras soliciten su inscripción y autorización bajo la nueva Ley Fintech. Esta normativa, que entra en vigor desde el 3 de febrero de 2025, cuenta con un marco regulatorio que cambiará el escenario de los servicios financieros basados en tecnología, estableciendo un precedente para la innovación y la inclusión en el país.
Con menos de cuatro meses para completar este proceso, esta empresas se encuentran en un momento de intensa actividad y presión por cumplir con los requisitos que exige la ley. Eduardo de la Maza, Director Ejecutivo de ProFintech, señala que “estamos en la recta final de un proceso transformador para el sector fintech en Chile. La cercanía del plazo de inscripción ha generado un sentido de urgencia en la industria, pero también una oportunidad sin precedentes para consolidar un marco regulatorio que impulse la innovación y la inclusión financiera”.
La fecha límite ha marcado un debate en torno a la preparación y capacidad de las fintech para adaptarse a las nuevas disposiciones legales. Mientras algunas empresas ven la inscripción como una oportunidad para legitimar sus operaciones y fortalecer la confianza de los consumidores, otras muestran su preocupación ante la complejidad y los costos que implica cumplir con las exigencias normativas.
“El desafío ahora es asegurar que todas las empresas del sector puedan completar el proceso de inscripción a tiempo. Desde ProFintech, estamos trabajando arduamente para proporcionar orientación y apoyo a nuestros asociados, especialmente a las startups más pequeñas que pueden encontrar el proceso más desafiante”, agregó De la Maza.
“El desafío ahora es asegurar que todas las empresas del sector puedan completar el proceso de inscripción a tiempo. Desde ProFintech, estamos trabajando arduamente para proporcionar orientación y apoyo a nuestros asociados, especialmente a las startups más pequeñas que pueden encontrar el proceso más desafiante”, agregó De la Maza.
En este proceso, la CMF está ofreciendo sesiones informativas y abrió canales de consulta destinados a facilitar el cumplimiento de la normativa. Esta asistencia busca minimizar las barreras de entrada y hacer que la transición al nuevo marco regulatorio sea lo más accesible posible para las empresas de menor tamaño, muchas de las cuales representan la innovación que impulsa el desarrollo de este sector en el país.
A medida que se acerca el plazo, el impacto de esta carrera regulatoria se percibe también en los consumidores y empresas que utilizan servicios fintech. Confiando cada vez más en estas soluciones, el público espera que la regulación refuerce la calidad y seguridad de los servicios, sin limitar el acceso a opciones financieras modernas que han transformado la forma de gestionar dinero en el país.
Fuente: Emol
