Fuente: www.eltelegrafo.com.ec
De acuerdo con la Superintendencia de Bancos de Ecuador, el 73% de las transacciones que se realizaron en instituciones financieras en 2017 ocuparon canales digitales; mientras que el Banco Central del Ecuador señaló un crecimiento del 30% en el uso de los medios de pago digitales entre 2016 y 2017.
Hacer transferencias, consultar los fondos disponibles, gestionar las cuentas, crear una cuenta de ahorros, entre otras operaciones financieras se pueden realizar ahora sin tener que movilizarse hacia el banco y hacer largas filas. En la actualidad sólo se requiere conexión a Internet y un dispositivo móvil. Sin embargo, es importante hacerlo de forma responsable para evitar sorpresas en nuestras operaciones financieras.
Gustavo Urquieta, oficial de Seguridad de Banco ProCredit, recomienda que las descargas de las aplicaciones se hagan de las tiendas móviles oficiales. Al contrario de lo que se pensaría, tanto AppStore (para iOS) y PlayStore (para Android) no son canales seguros.
El experto recomienda hacerlo desde el sitio oficial de la institución financiera. «Esto garantizará que el cliente descargue las aplicaciones verídicas y no aplicaciones que pudieron haber sido modificadas para robar datos financieros», indica.
En lo que respecta al ingreso a la página web, se recomienda tipear la página del banco en la barra de búsqueda y no ingresar desde links o enlaces enviados a correos electrónicos o que se encuentren en páginas que no pertenecen al banco.
Otra recomendación es familiarizarse con los canales de banca móvil, banca en línea y las medidas de seguridad. Para quienes están iniciando su experiencia en operaciones a través de la banca digital, es importante saber que para realizar una transacción en línea, se debe contar siempre con: nombre de usuario, contraseña, así como un dispositivo seguro y actualizado.
En caso de requerir aprobar una transacción, las tarjetas de coordenadas, tokens o dispositivos de confianza donde se reciban códigos de uso, son imprescindibles para que la transacción se culmine de manera exitosa.
Es importante conocer los canales que se están utilizando y las medidas de seguridad de los mismos. En caso de dudas sobre el uso de estos se puede buscar el soporte de alguien cercano y de confianza que esté más al día con la tecnología o un asesor de su entidad financiera.
Si los canales digitales son usados de manera frecuente, el cliente estará completamente familiarizado con estos medios y podrá detectar de inmediato cambios inusuales en la App o página web.
Si estos cambios se presentan, es importante que el cliente pueda comunicarse con el banco para consultar si los cambios son parte de una actualización del software de la App y la página web o si posiblemente está siendo víctima de un fraude financiero.
Otra recomendación es mantener seguras las contraseñas o claves de acceso. No es recomendable guardarlas en los dispositivos de uso frecuente. Si el ordenador, celular o tablet sale de la posesión del cliente, la información quedará en manos de terceros.
Tampoco se debe compartir las contraseñas con amigos ni usarlas para otros servicios de Internet. Lo recomendable es almacenar esta información en sitios seguros que no puedan ser vulnerados por terceros.
Actualmente existen muchas aplicaciones y gestores de contraseñas para descargar en dispositivos móviles. Unos son gratuitos y otros de pago, pero garantizan la seguridad de nombres de usuario y contraseña, a diferencia de libretas o notas del celular a las que fácilmente se puede ingresar.
Las aplicaciones que guardan contraseñas, generalmente usan una sola contraseña maestra o métodos de autenticación biométricos, difíciles de vulnerar o descubrir.
El experto recomienda, además, no compartir información personal y confidencial. Es importante que el usuario sea muy discreto con su información personal y no la comparta públicamente, ya sea a través de vía telefónica, correo electrónico, mensajería instantánea, y mucho menos en redes sociales.
Las entidades financieras jamás solicitarán información confidencial a través de estas vías, por lo que se recomienda precaución antes de hacerlo. De igual forma, si un pedido de información confidencial se llegara a realizar, el cliente debe reportar los hechos a su entidad financiera.
Otra medida es verificar la autenticidad de correos electrónicos a nombre de instituciones bancarias. En ocasiones estas envían correos electrónicos a sus clientes para informar, otorgar claves temporales de acceso para ciertas transacciones, etc. Es importante siempre, verificar que el destinatario sea el único en la lista de distribución, para asegurar que este correo es verídico y fue compartido con un solo cliente.
Un indicador para determinar si el correo es verídico o es parte de un intento de fraude, puede ser la ortografía y escritura del mismo. Generalmente quienes buscan hacer un fraude a través de email, no cuidan estos detalles.
Un correo enviado desde una institución financiera jamás solicitará información de cuentas o de tarjetas, a menos que el mismo cliente haya iniciado un proceso en el que autorice el uso de sus datos para los fines requeridos.
Finalmente, si se sospecha que cierta llamada no es realizada desde el banco, se sugiere colgar inmediatamente y verificar enseguida a través de la página web del banco o la App móvil el estado de la cuenta del banco, así como los movimientos realizados con tarjeta.
En caso de dudar de la veracidad de una llamada o mensaje recibido, contactar a la institución financiera e informar sobre lo sucedido dando a conocer el número de teléfono del que recibió la llamada o mensaje.