Desde que a principios del siglo XX se implantaron las tarjetas de crédito , el mercado de productos financieros así como las formas de pago han evolucionado mucho. Y con ello los modos de ser víctimas de un fraude o robo. Aun así no hay que alarmarse porque de cada 100.000 euros que se mueven con tarjeta, tan sólo 2 euros son fraudulentos. Eso sí, si se va de vacaciones a otro continente, conviene tener en cuenta algunos aspectos para evitar sustos.
Servired, Euro 6000 o el Sistema 4B son algunos ejemplos de sociedades cuyo objetivo es administrar redes y productos de pago, es decir, cajeros y tarjetas. A través de sus cajeros se retiraron un total de 113.196,09 millones de euros en 2009.
Hay que recordar, como explican desde Servired, que estas entidades no tienen una relación con el usuario de las tarjetas “porque el contrato lo realiza con el banco o entidad emisora de la tarjeta”.
Pero el papel de estas compañías a la hora de determinar si un titular de un dispositivo de crédito puede ser víctima de un robo es fundamental. En el momento que se cargan a cuenta operaciones que no corresponderían con el perfil del titular, por ejemplo un pago en Pekín de un madrileño en el mes de febrero, salta una alerta que avisa a la entidad.
Inmediatamente se pondrían en contacto con el banco para que investigase un posible fraude. Sin embargo, en verano, época en la que se multiplican los viajes al extranjero, las alertas no saltan de la misma manera, por ello, hay que tener más cuidado.
Una forma para detectar el uso fraudulento de la tarjeta es a través del teléfono móvil. Por ejemplo, Banco Sabadell ofrece a sus clientes un servicio de aviso por sms de cada cargo que se realice en cuenta. Si se recibe un mensaje de una compra que no se haya realizado, el cliente puede llamar a un teléfono para resolver la incidencia.
El cargo doble de compras ha sido otro de los motivos frecuentes de reclamación. En este caso, fuentes del sector bancario explican que si un establecimiento carga dos veces en cuenta una operación, la entidad financiera “procederá a retroceder el segundo cobro”.
En la actualidad, el 70% de las tarjetas incorporan ya un chip que hace necesario que el usuario teclee su pin para poder hacer el cargo en cuenta y evitar estos fraudes.
Pagos seguros
Cuando el propietario de una tarjeta se da cuenta de su ausencia, tiene la responsabilidad de llamar inmediatamente a la entidad emisora para que proceda a su anulación con la mayor brevedad posible.A partir de entonces, la responsabilidad sería de la entidad y no del titular.
Como explican desde Euro 6000, en el caso de que haya algún tipo de negligencia, y si la tarjeta es utilizada por terceras personas, el titular tendría que pagar como máximo 150 euros, independientemente de que las cantidades gastadas de forma fraudulenta superen ese importe. Aunque, generalmente, los bancos y cajas asumen los cargos que se haya realizado sin el consentimiento del cliente.
Albert Figueras, director de medios de pago de Sabadell, recuerda que las tarjetas que están en el mercado, desde la Clásica hasta la Platinium, tienen seguros propios. Sin embargo, por algo más de 40 euros, en Sabadell, se puede contratar un seguro complementario, que “en caso de robo o pérdida de la cartera, se ocupa de la cancelación y renovación de las tarjetas, bancarias o no, así como de los documentos como el DNI”.
Bankinter, por su parte, ofrece la posibilidad de recibir un adelanto en efectivo, en donde se esté hospedado, en el caso se produzca el robo en el extranjero.
Los tarjetas que operan en España ofrecen también la posibilidad de retirar efectivo sin tarjeta en caso de pérdida o robo. Basta con llamar al banco correspondiente y se recibirán unas claves para sacar el dinero en cualquiera de los más de 45.000 cajeros nacionales.
Fuente:www.expansion.com