El gerente de Expansión Internacional del neobanco británico, Carlos Urrutia, busca atraer al público joven y desafía a gigantes de la industria bancaria.
El neobanco británico Revolut avanza rápidamente en América Latina, poniendo presión a gigantes regionales de la industria fintech.
Hace unas semanas, la firma obtuvo la autorización de la Superintendencia Financiera de Colombia (SFC) para constituirse como banco, con lo que formalizó su aterrizaje como un nuevo competidor en el ecosistema frente a actores como Nubank y RappiPay.
Luego, a inicios de esta semana, logró el mismo paso en México abriéndose camino para competir contra BBVA y Santander. De esta manera, se prepara para comenzar sus operaciones en 2026.
Pero estos no son los únicos mercados en su hoja de ruta. En 2020, registró su marca en Chile ante el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (Inapi), al que le solicitó una licencia como administradora de activos financieros y otra para operar servicios de software.
La segunda fue rechazada inicialmente, pero concedida luego en 2023.
También ha estado analizando el mercado peruano desde 2022 y hay versiones de que ya habría pedido los permisos ante la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP. DFSUD consultó a la entidad, pero no hubo confirmación.
El gerente general de Expansión Internacional de Revolut, Carlos Urrutia, aseguró que efectivamente “está en consideración” ingresar a otros mercados en la región, pero no ofreció más detalles.
Según el ejecutivo, la expansión en Latinoamérica responde al interés de la empresa en la población joven, que es más propensa a utilizar servicios digitales, además de la presencia de reguladores “legítimamente interesados en mejorar la calidad de los servicios financieros locales”.
Y agregó que existe una “tendencia en la población hacia la adopción de bancos digitales, no solo como una cuenta adicional, sino como su cuenta principal”.
Pasos en Colombia
La llegada de Revolut a Colombia inició en 2024, con una inversión de US$ 37,2 millones destinados a respaldar su entrada y crecimiento. En ese entonces, sus directivos en Brasil confirmaron la contratación de personal en el mercado cafetero para iniciar el desembarco.
Tras la luz verde de la SFC, el neobanco deberá ahora obtener la licencia de funcionamiento. Con ello, también lograría iniciar la operaciones comerciales en 2026.
Según Urrutia, la expansión a nuevos mercados se enmarca en su objetivo global de posicionarse entre las tres principales aplicaciones financieras en cada país donde opera.
En el caso de Colombia -dijo-, el mercado no solo tiene “mucho para ofrecer en términos de perspectivas macroeconómicas” con sus más de 50 millones de habitantes, un ingreso medio y crecimiento estable, sino que también posee “una población interesada en la utilización de banca digital y un regulador con mucho interés en el ingreso de jugadores internacionales de primera calidad que se enfoquen en elevar la competencia”.
Una vez que esté operativa, la firma planea lanzar una plataforma integral de servicios digitales que incluirá cuentas de ahorro, transferencias internacionales instantáneas y gratuitas, además de su tarjeta de crédito.
“Vamos a ofrecer una propuesta de valor que también incluya productos de inversión como acciones, bonos y ETF internacionales”, agregó.
También ofrecerá una propuesta multimoneda que permitirá mantener depósitos en pesos colombianos y abrir cuentas en divisas extranjeras, adaptándose a las exigencias regulatorias locales e integrándose con plataformas de pago como Bre-B, lanzada recientemente por el Banco de la República.
La banca digital en Colombia ha experimentado cambios significativos. Aunque, según un estudio realizado por la compañía de datos FICO, el 74% de los colombianos sigue utilizando bancos tradicionales, entre los jóvenes la digitalización gana terreno, ya que el 21% de los usuarios entre 18 y 24 años prefiere plataformas digitales por su mayor accesibilidad y agilidad en los servicios financieros.
Fuente: DF SUD