Expertos afirman que nuevo software con circuitos de radiofrecuencia es la solución ante el delito de clonación de tarjetas.
El robo electrónico en Ecuador superó el millón de dólares en el primer semestre de 2011. Los casos más frecuentes de este delito son el robo de identidad mediante la falsificación de correos electrónicos, la utilización del número de tarjeta de crédito o débito y la clonación de éstas.
Para solucionar el último caso, el ingeniero Alberto Andrade, socio estratégico de la empresa ecuatoriana Red Segura, presentó un sistema tecnológico para evitar el fraude electrónico, con un nuevo software con dispositivos seguros, desarrollado por él y su equipo de trabajo, en asociación con la empresa china RGR Banking Equipment, especializada en la producción de cajeros automáticos con estándares militares.
El sistema consiste en la incorporación de un software en los cajeros electrónicos y una nueva tarjeta inteligente sin banda magnética, sino con un circuito integrado de seguridad que actúa por proximidad, conocido como PICC, con tecnología de radiofrecuencia dela empresa NXP.
Según Andrade, hoy en día, es fácil clonar las tarjetas, pues la banda magnética que tienen no es segura, y el PIN con cuatro dígitos con el que cuentan es muy fácil de descifrar por informáticos. Andrade asegura que el riesgo más grande en estos dos dispositivos es la clonación o una filtración de información en la administración financiera. Por ello, propone como única solución la eliminación de la banda magnética y la implementación de tecnologías seguras en una tarjeta inteligente, para que no haya ataques. La complejidad técnica al elaborar los PICC es alta y limita el ataque.
Tras varios estudios, aplicaciones y evaluaciones de muchas tecnologías, los técnicos vieron que estas tarjetas inteligentes son la solución viable en todo el mundo, pues utilizan un tecnología similar a la de los teléfonos celulares que tienen NFC.
El Ecuador será el país pionero en aplicación de este nuevo software y hardware, creado por ecuatorianos para el mundo. Al momento, ya se implementó en el país un plan piloto de este sistema en el Banco Nacional de Fomento (BNF) con los empleados de la institución, que ha tenido buenos resultados en los tres meses de vigencia. La segunda entidad financiera en aplicarlo es Mutualista Pichincha. Chile será el segundo país en insertar esta tecnología.
El experto señaló que uno de los mayores riesgos en las tarjetas actuales no es que la dupliquen, sino que esta no cambia su clave de encripción nunca. «El riesgo está dado porque cualquier persona puede grabar una banda magnética», dijo.
El costo de cada transacción con la nueva tecnología sería de ¢1, mientras que el valor invertido por el cliente está en ¢50 o ¢60. El dispositivo de lectura para los cajeros tendría un costo de USD 100 sin contar el valor del software, la aplicación del nuevo sistema con un kit de adaptación y el módulo de seguridad.
Andrade aclaró que no se requiere cambiar los cajeros existentes, sino adaptarlos a la nueva tecnología, además que los dispositivos de seguridad no solo servirán para la tarjeta, sino que pueden ir en llaveros o stickers para los celulares.
Para que una tarjeta se active, requiere que el cajero tenga un lector con SAM, que es el dispositivo lector integrado en los cajeros para la conexión con el PICC. Al haber proximidad, se fabrica un track para la transacción, este expira a los 30 segundos, y si se desea hacer otra transacción, se activará un nuevo track.
Cada tarjeta puede fabricar 10 mil tracks y este nunca se utilizará dos veces. Tiene también claves de encripción únicas, lo que da seguridad a la tarjeta.
Fuente: Hoy, Ecuador