Fuente: www.elobservador.com.uy
En una era caracterizada por los cambios intensos y donde la tecnología adquiere un papel fundamental e interpela al usuario, la ley de inclusión financiera –implementada ya hace un quinquenio– va en el sentido de acompañar esa transformación.
No obstante, en el ciclo de charlas «La revolución de la tecnología en los servicios financieros y su impacto en Uruguay», el director ejecutivo del Endeavor Uruguay, Joaquín Morixe, dijo que «la regulación actual no es tan amigable con el emprendedor (fintech)».
El ejecutivo se mostró partido de impulsar una ley de emprendedores en Uruguay. Sin embargo, hay dos posturas: quienes creen que la ausencia de regulación permite emprender cada vez más y quienes opinan que la ley es fundamental. Además, Morixe explicó que el emprendedor fintech compite con «grandes jugadores» como son las instituciones bancarias. «Hay que cambiar el paradigma y empezar a aliarse» porque «el emprendedor es más flexible y más innovador y esto a las instituciones financieras les cuesta desarrollar internamente».
Proceso natural
En Uruguay, aunque el gobierno impulsara políticas públicas para llevarlo adelante, el cambio en el sistema de pagos se iba a producir naturalmente siguiendo la tendencia a la modernización que se está dando en todos los ámbitos de la vida, dijo a su turno el coordinador de Inclusión Financiera del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), Martín Vallcorba.
El economista explicó que los objetivos de estas políticas públicas fueron reducir la inequidad que existía entre los distintos involucrados y no dejar a nadie en el camino. «En este marco, es lógico que surjan resistencias al cambio» manifestó, y agregó que se debe buscar el equilibrio entre cómo se van dando y procesando.
Además, recordó que se buscó el balance adecuado entre «el incentivo, la competencia y la regulación». Vallcorba hizo un «balance positivo» de la implementación de la ley de inclusión financiera. Destacó que generó condiciones para que la economía uruguaya crezca y funcione mejor.
Por su parte, el socio de la consultora Deloitte, Pablo Rosselli, dijo que la inclusión financiera acarreó una «reforma cultural».
Asimismo, afirmó que gracias a esta ley, la población tiene un mayor acceso a los servicios financieros y a largo plazo producirá mejores condiciones en el acceso al crédito.
Por otro lado, Alejandro Conforte, gerente de sistemas de Scotiabank , reconoció que en un principio, los bancos no se sintieron cómodos con esa transformación porque implicó un golpe en las comisiones que dejaron de cobrar por pagar los sueldos.
Admitió que debieron aprender a minimizar los costos. «Nos sacudió», sostuvo. «Ahora los clientes nos comparan con Amazon» dijo, y añadió que hay una nueva demanda de los clientes que pretenden ser atendidos cuando ellos quieren.