La Ley Fintech en Ecuador, conocida como la Ley Orgánica para el Desarrollo y Control de los Servicios Financieros Tecnológicos, tiene como objetivo principal permitir la entrada de nuevos participantes en la prestación de servicios financieros, promoviendo la inclusión financiera de ciudadanos que no han tenido acceso a la banca tradicional. La regulación se enfoca en la seguridad financiera y busca proteger los recursos económicos y financieros del público, fortaleciendo la seguridad de los servicios Fintech.
La regulación permite la entrada de nuevos participantes en el sistema financiero ecuatoriano, incluyendo a las Sociedades Especializadas de Depósitos y Pagos Electrónicos (SEDPE), empresas de concesión digital de créditos, neobancos, y empresas de finanzas personales y asesoría financiera. También se brinda la oportunidad a las empresas del sector de contar con espacios de prueba regulados o SandBox para innovar en modelos de negocio relacionados con servicios financieros tecnológicos.
Los principales desafíos para las empresas fintech incluyen competir con las instituciones financieras tradicionales, establecer mecanismos de protección tecnológica robustos, generar confianza entre los consumidores, y adaptarse a la normativa en constante evolución. Además, la prohibición de que las instituciones del sistema financiero sean accionistas de compañías fintech ha generado controversia y desafíos legales.
El regulador debe supervisar y controlar las actividades fintech para prevenir fraudes y actividades ilícitas, mientras que los usuarios deben adaptarse a las nuevas plataformas y confiar en los servicios fintech. Se menciona que la adaptación de aspectos de la Ley MiCA de la UE podría ser útil para promover condiciones equitativas y la protección de datos personales en Ecuador. Para convertirse en un hub financiero digital, es fundamental que los órganos de control emitan normas complementarias y que se promueva la adopción de servicios fintech por parte de los usuarios.
Fuente: América Retail