Por Roberto A. Pérez
El pasado jueves 29, la “City” de Buenos Aires volaba. Los “Fundamentals” de la economía argentina parecían licuarse, los rumores circulaban más que el aire, y el Dólar (gran fetiche nacional) era ese oscuro objeto del deseo que atormenta a los argentinos y que aquí consigue que se revierta uno de los más férreos postulados de la ciencia económica: Cuando un activo sube de precio, se lo demanda menos. Aquí es al revés: Cuando el Dólar se aprecia, su demanda crece geométricamente.
Y si bien ese panorama de la semana pasada podría llegar a parecer idílico comparado con los pronósticos más pesimistas sobre lo que nos aguardaría de aquí a fin de año, en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires sucedió algo muy particular, felizmente.
La revista Bank Magazine organizó su encuentro anual sobre la tecnología digital en las finanzas. Y lo hizo en un ámbito particularmente golpeado por las desventuras argentinas, ya que los bonos y acciones que allí se cotizan fueron muy castigados por la debacle. No obstante eso, el clima que se vivía en el salón del primer piso de ese espléndido edificio era bien distinto.
Porque se hablaba de un futuro que en realidad ya es un consolidado presente: Las Fintech y su importancia en la historia, que es muchísima. De hecho, su crecimiento es tan grande, al menos, como el de su explosivo primo hermano, el e-commerce. Además, se muestran más saludables que la enorme mayoría de las Pymes nacionales.
Quien abrió el juego señaló especialmente eso; Juan Pablo Bruzzo Presidente de la Cámara Argentina de Fintech y CEO de Moni, afirmó que aunque la morosidad bancaria pasó del 8% al 25% en menos de un año, esos números hacen referencia al sector bancarizado de la población, que no es el más atendido por los miembros de la cámara Fintech, por lo que la crisis las golpea mucho menos.
Le siguió el panel “Hay oro en tus datos”, con el “Data Science” como centro. Allí, Victoria Martínez (Gerente de Desarrollo de negocios de Red Hat, el gigante del código abierto recientemente adquirido por IBM) señalo la importancia crucial de los datos en el sector financiero, y propone “llevar el análisis de datos al siguiente nivel”. Se trata de obtener el mayor valor de la data, y la empresa que lo consiga tendrá el predominio en el mercado. Por ejemplo, utilizando la “Face recognitión” para que el software inmediatamente traiga todo el historial crediticio de cada cliente que ingresa a un banco. Propone “conversaciones digitales uno a uno”, y no solo que el usuario de servicios bancarios se entienda con un chatbot. Es que todo lo que pueda ser captado por el ojo humano, puede ser procesado por un algoritmo, afirmó, y Red Hat trabaja para que pueda hacerse desde cualquier nube, sea privada, pública o mixta, y vía APIS.
Se destacó mucho uno de los grandes desafíos del negocio bancario hoy: la estructura tradicional, basada en la presencia física, debe mutar a on line sin perder robustez, añadiendo la disponibilidad 7X24. También varios disertantes hablaron de la necesidad de incorporar las “metodologías ágiles” en el desarrollo de productos financieros, para no terminar creando cosas que nadie quiere o soluciones para problemas que no existen. Para esto es indispensable que integren a todos los sectores de la empresa y a los propios usuarios desde el principio de cada proceso, tal como lo hacen las startups exitosas.
“Las empresas líderes son las que pueden mantenerse en un estado de innovación permanente”, lanzó Gustavo Paz, directivo de Nutanix para LATAM. Es la innovación entendida como tener algo nuevo antes que lo tenga la competencia. Dice que en ese marco, la industria financiera se mueve rápidamente a un modelo de nube “hibrida”. Y propone una arquitectura “invisible”, basada en un hardware muy sencillo y estándar, fácilmente reemplazable, administrado por software y que su única misión sea darle al cliente lo que necesita.
Luego, Jorge Larravide (el gerente comercial de la enorme Red Link de ATMs) señalaba la importancia de buscar modelos virtuosos y crecientemente colaborativos. Customer XP y UX son las metodologías indicadas para crear experiencias que “enamoren” a los clientes. Destacó también los nuevos desarrollos basados en su billetera ValePei; en ella han hecho converger diversas tecnologías para que esa wallet sirva, entre otras cosas, para “prender o apagar” tarjetas de débito y crédito, habilitándolas o deshabilitándolas según las circunstancias. Agregó que la tecnología digital no es el tema hoy; Sí lo es tener un “caso de negocio”, es decir una situación o conjunto de ellas que ameriten procesos de investigación y creación de soluciones. De hecho, hoy uno de cada tres argentinos que tienen cuenta bancaria no la usa. Determinar el motivo de ello y revertirlo es un ejemplar desafío a encarar.
Por su parte, Sebastián Cadenas, el fundador de Increase, dijo una de las frases más notables de la jornada: Agregar valor a lo que hoy ofrece una entidad bancaria es igual a agregar tecnología. Resulta que hoy el costo de atender “físicamente” a una persona es ¡65 veces mayor! al que genera esa misma persona haciendo trámites de manera remota.
Jugoso y concurrido estuvo el panel dedicado al Blockchain, tecnología disruptiva si las hay. Altos directivos de las empresas que se están destacando entre las dedicadas a esto se hicieron presentes. Bitex, Ripio, Koibankx y el fondo Terrifico, personificadas por sus líderes, se explayaron largamente sobre el tema que los apasiona. Resulta innegable que el Bitcoin y otras criptodivisas están funcionando como reserva de valor ante turbulencias locales e internacionales, y la prueba es que sus precios tienen incrementos paralelos a los del oro, el más tradicional refugio ante las tormentas financieras.
Gonzalo Arzuaga, un pionero en estas y otra tecnologías, recordó que a principios de la década del 90 solo un 8% de la población mundial tenía una cuenta de e-mail; hoy, un porcentaje muy similar es el que maneja criptomonedas, lo que habla del gigantesco espacio que hay para crecer.
La disrupción de los criptoactivos pasa por mostrar que todo puede hacerse de otra manera: descentralizada e independiente de los organismos estatales. En caso de una plena y masiva adopción de criptomonedas, el mundo cambiaría radicalmente, coincidieron. Claro que esto no será inmediato, y habrá muchas “escalas” intermedias: Podría ser empleado más en comercio exterior que en operaciones bancarias, por ejemplo. Si Internet resolvió los problemas de la comunicación humana, Blockchain tiene el potencial de resolver los de la transmisión de valor, se entusiasman.
De este panel salió uno de los conceptos más simpáticos que se escuchó en la jornada: los bancos tradicionales deben dejar de ver al Blockchain como amenaza; en realidad, sí lo es en caso que sigan haciendo las cosas como en el siglo pasado. Y al mismo tiempo es una enorme oportunidad: Lo llamaron, ingeniosamente, “Oportunaza”.
En cuanto a los que estigmatizan a las criptomonedas por su volatilidad, y postulan al dinero clásico o “Fiat” como lo más seguro, los entendidos alegan que tal seguridad no existe: la tenencia de Dólares, moneda “dura” por excelencia, implica absorber hasta un 2% de inflación anual promedio, por lo que en 20 años se pierde casi el 50% del valor y poder adquisitivo.
También disfrutamos de un gran panel sobre los nuevos “Bancos digitales” y otros prestadores de servicios financieros. Todos coincidieron que nada de esto “matará” a los bancos tradicionales. Pero los obliga a transformarse, cuanto menos, en omnicanales, y a acercarse al cliente antes que éste deba acercarse a la institución. Incluso, deberían anticiparse a los deseos del usuario. Nada de esto será posible sin la digitalización de procesos, que a su vez no será viable sin un profundo cambio de “mindset”.
Los ejecutivos presentes de Wilow Bank y Ualá, exitosas experiencias en este ámbito, definieron sus organizaciones como “Empresas de tecnología que brindan servicios financieros”, a diferencia de los bancos de siempre, que están tecnologizando cada vez más sus servicios financieros. También señalaron al On bording digital como la gran llave diferencial que han creado y aprovechan. Buscan así brindar más servicios a gente que no los tiene, no los conoce o usa poco los tradicionales.
Y a modo de gran y esperanzadora conclusión del panel, se dijo que la alta volatilidad en la que vivimos no detiene las inversiones en innovación, y ralentizarlas por eso es un gran error.
Adrián Mastronardi, el CTO de Wenance, comenzó su intervención mencionando una de las que, a su juicio, es una de las mayores ventajas de las Fintech frente a las instituciones tradicionales: Al nacer “Digitales”, tienen también desde el nacimiento una visión global. Y Máximo Diez, CTO de Willow Bank, agregó que no menos importante es eliminar las fricciones de la comunicación, porque de lo contrario se esterilizan esfuerzos que la gente termina por no percibir. En ese panel se destacó que solo el 3% de los argentinos usa los servicios de estas nuevas entidades, y lejos de desilusionarlos eso los llena de entusiasmo, porque indica que está todo por hacer.
Sobre el final, el CEO para LATAM de la inversora on line Quiena señaló algo similar: solo hay unas 400 mil cuentas “comitentes” en Argentina; o sea aquellas que permiten operar en mercados bursátiles y cambiarios. Menos del 1% de la población está invirtiendo de manera activa y diversificada. Por lo tanto, no les interesa competir por esas cuentas ya existentes, sino por los millones de posibles cuentas futuras, sobre todo por aquellos que hoy tienen efectivo escondido o plazos fijos. Y remarcó que dos o tres semanas de gran volatilidad no pueden ni deben detener nada (palabras que se le agradecieron con aplausos) porque la economía siempre crece en el mediano y largo plazo.
Luego de que los directivos de Matba/Rofex (flamante unión de dos mercados de capitales que operaban separadamente) hicieran hincapié que ese tipo de entidades puede ser un excelente vehículo para que las Fintech mejoren los servicios que ofrecen a los no bancarizados, quedó claro que las entidades y los mercados deben ir adonde suceden las cosas, como ha hecho, por ejemplo, Mercado Pago. También señalaron que una de las tareas pendientes de los pequeños mercados de capitales argentinos no solo es crecer y que el número de cuentas que manejan explote, sino también aprender a usar commodities como activos subyacentes para nuevas herramientas de inversión.
En resumen: Hoy los mercados financieros son “Hubs de tecnología” y el producto financiero en sí mismo es una anécdota. ¡Aún se cargan datos a mano, y varias veces en algunos mercados argentinos de capitales! Se trata, entonces, en transformar esta ola de innovación en un gran tsunami que arrase con el atraso que aún condena a mucha gente a estar subatendida por el sistema financiero, y por lo tanto tienen una calidad de vida inferior a la posible.
Vimos ese día que no todo en la economía nacional es el precio (absurdo) del Dólar o el nivel (aberrante) de las tasas de interés. Hay vida más allá de eso, y gracias a las queridas Fintech puede ser mucho mejor.