Fuente: América Economía
Con su agresiva estrategia de inversión, a la que se suma ahora el nuevo fondo de US$ 3.000 millones, la firma japonesa ha logrado crear 15 de los 25 unicornios latinoamericanos. Y su nuevo fondo, según expertos, permitirá la expansión del ecosistema de innovación de la región.
América Latina es una parte crítica de nuestra estrategia” aseguró Masayoshi Son, presidente y director ejecutivo de la firma de inversión japonesa SoftBank en un comunicado virtual, la semana pasada. Y no se quedó solo en las palabras. Junto a esta declaración, el ejecutivo dio a conocer su segundo fondo en tierras latinoamericanas: el Latin American Fund II, cuyo objetivo es seguir invirtiendo en startups tecnológicas exclusivamente en la región, que efectivamente parece ser uno de sus focos.
De acuerdo a la compañía, el nuevo fondo consistirá en US$ 3.000 millones, especialmente destinado a empresas de distintas industrias, en todos los niveles de desarrollo “desde semilla a público”.
El conglomerado de Son también afirmó que buscará identificar posibles inversiones en aquellas startups que utilicen tecnologías emergentes e inteligencia artificial para definir y reformar nuevas industrias, con foco en e-commerce, servicios financieros digitales, salud, educación, blockchain y software corporativos.
Según datos de NeoFeed, la firma japonesa reservará entre US$ 100 millones a US$ 300 millones para invertir en emprendimientos de estadios iniciales en toda América Latina. Para ello, el fondo está Camontando un equipo dedicado exclusivamente a empresas early-stages, en este estaría Rodrigo Baer, exRedpoint Ventures, y Marco Camhaji, exdirector de desarrollo de negocios de Amazon en Brasil.
Más allá de compañías en estadios tempranos, Arturo Herrera, socio y director de proyectos de la consultora chilena Innspiral, comenta que el nuevo fondo de SoftBank representa una oportunidad para que “startups en etapa centauro (valorizadas en más de US$ 100 millones) puedan acceder a mayores rondas de inversión. Justamente lo que faltaba en Latinoamérica, mayor liquidez para el ecosistema de innovación y emprendimiento”.
El gerente general del Instituto 3IE, la incubadora de negocios de la Universidad Federico Santa María de Chile, Andrés Castillo, concuerda que el nuevo fondo podrá romper con la brecha de financiamiento que existía en América Latina en la década anterior. “Permitirá florecer a muchos emprendimientos, especialmente fintechs y otros que requieran grandes inversiones. Al mismo tiempo, genera incentivos para que pequeños fondos colaboren en la selección de startups prometedoras, que luego puedan ser invertidas por SoftBank u otros».
Histórico
SoftBank – que ha sido uno de los protagonistas del ecosistema de innovación global, con inversiones en compañías ahora gigantes como Uber, DoorDash, Coupang, Alibaba– no es tan nuevo en la historia de inversión de riesgo latinoamericana. De hecho, en 2000 la compañía entró a la región con SoftBank Latin American Ventures enfocada en startups de internet.
La firma, sin embargo, empezó a invertir con más fuerza en América Latina con la creación de su primer Latin American Fund en marzo de 2019, con una apuesta de US$ 5.000 millones en la región.
Actualmente, la firma ha invertido US$ 3.500 millones en 48 compañías con valuación de aproximadamente US$ 6.900 millones.
Entre las empresas del portafolio están 15 de las 25 startups unicornios latinoamericanas (empresas con valuación mayor a US$ 1.000 millones). Por ejemplo, invirtió en agosto de este año en Unico, el reciente unicornio brasileño que se enfoca en autentificación, y también cuenta en su portafolio startups como las mexicanas Kavak y Clip (valoradas en US$ 4.000 millones y US$ 2.000 millones), las brasileñas PetLove y Creditas (US$ 5.250 millones y US$ 1.750 millones) y la argentina Ualá (US$ 2.450 millones).
Además, SoftBank también ha invertido en startups que lograron hacer exit (cuando el inversor vende el equity de la startup). Entre ellas están Vtex, la empresa brasileña de e-commerce, y la brasileña de educación Afya, que han salido a la bolsa, y startups como 99, la compañía brasileña de logística, que fue adquirida por la china DiDi.
“Sin duda, ha permitido acelerar la industria de capital de riesgo”, dice Andrés Castillo, quien agrega que, en la región, las inversiones en etapas tempranas (seed o A) no tenían capacidad de multiplicar el valor de su inversión en siguientes rondas, ya que el ecosistema no contaba con capitales lo suficientemente grandes para las siguientes etapas. “Los dos fondos de Sofbank para América Latina tienen aportantes de grandes empresas tecnológicas con mucho capital, además de tener presente a un fondo soberano de Arabia Saudita”, añade.
Su extensa inversión, que tanto lo caracteriza, también ha sido blanco de críticas por algunos agentes del ecosistema de innovación. Los detractores de SoftBank apuntan a errores de inversión como el caso de WeWork, como también la estrategia FOMO (Fear of Missing Out) que, según explica Castillo es “invertir en todas las startups de cierto nivel hacia arriba y esperar que compitan entre sí y quedarse con el gran ganador”.
Es el caso de startups como Uber, Didi y Rappi, empresas de logística que están en el portafolio de SoftBank pero que son competencia en distintos lugares del mundo, o el caso de Loft y Quinto Andar, ambas compañías brasileñas del portafolio de la firma japonesa, pero que son de la misma industria del inmueble y actúan en el mismo país.
Para el experto, la estrategia podría generar positivos como negativos en la región: “El acceso a mayor capital permitirá financiar el escalamiento de startups en toda la región y, hacerlo de manera transversal, permite que no exista un único líder. Pero al mismo tiempo, los grandes capitales pueden provocar guerras de precios entre las startups, eliminando la eventual competencia, en vez de concentrarse en mejorar sus servicios, o de obtener un modelo de negocios rentable”.
Pese a las preocupaciones, los expertos consultados concuerdan que el efecto SoftBank es más positivo que negativo en la región, dado que seguirá permitiendo a las startups financiarse y crecer.
“En Latinoamérica aún es temprano para decir si sus inversiones son exitosas o no. Sin embargo, 15 startups invertidas por SoftBank ya son unicornios, lo que es una muy buena señal. Cuando esas compañías logren llegar a un IPO en Estados Unidod, va a ser la consolidación final del fondo enfocado en startups de Latinoamérica”, dice Herrera.