Fuente: Las Últimas Noticias
Ramón Heredia ha creado siete empresas digitales que prestan sus servicios al sector financiero en Latinoamérica en los últimos 20 años; es director de Digital Bank Latam, y ahora autor, aprovechando toda su experiencia, del libro ‘La revolución digital y el futuro de los servicios financieros’.
-¿Qué tanta revolución ha logrado la banca digital en Chile?
-Chile está bastante avanzado en temas digitales porque tiene mayor penetración de celulares y de redes sociales en Latinoamérica. Y justamente por esta interacción, por ejemplo, con WhatsApp, Facebook y otras herramientas, es que la banca puede sentirse amenazada por empresas que no son bancos. Eso es algo que aún no tienen tan claro y es uno de los temas que se habla en este libro (será presentado en la librería Qué Leo este miércoles).
-¿A qué tipo de empresas se refiere?
-Por ejemplo Cumplo.cl (conecta a inversionistas con personas que necesitan un crédito y que una parte de ellas no son atendidas por la banca) o Redcapital.cl (orientado exclusivamente al financiamiento de Pymes). A este tipo de empresas los bancos no deberían verlas como una amenaza e intentar ser socios con ellas. Es decir, que las empresas que están dando innovación puedan colaborar con los bancos para modernizar y entregar mejores servicios a los clientes.
-Pero estas plataformas les prestan dinero a las personas que, justamente, no atienden los bancos. ¿Cómo, entonces, pueden convivir o asociarse a un banco?
-Justamente por eso deben convivir. Si una persona es un buen cliente de Cumplo, si tiene buen comportamiento de pago, también se puede convertir en un buen cliente para el banco. Entonces, hay una asociación positiva para los dos sistemas. De eso se tienen que dar cuenta los bancos. Y también se tienen que dar cuenta que otras grandes plataformas, como Uber o Airbnb, también pueden entrar al negocio de los bancos.
-¿Cómo eso?
-Esas empresas tienen importantes base de datos sobre comportamiento de los usuarios y con esa información en el futuro podrían prestar dinero, tal como los bancos. Por ejemplo, Uber se da cuenta que necesita más autos en un sector de Santiago o regiones y ofrece a sus conductores créditos para adquirir un auto y trabajar en esa zona. O Airbnb (que busca inmuebles para arrendar en todo el mundo) reconoce que un sector no hay oferta y le entrega un crédito a un arrendador para adquirir una vivienda en ese lugar. Estas empresas tienen capitales y claramente pueden ser una amenaza para los bancos.
