Fuente: Ediciones Especiales – El Mercurio
Por Ramón Heredia, Director Ecosistema de Innovación Grupo Componente – DigitalBankLa.com
La movilidad es una de las megatendencias más importantes de la revolución digital que estamos enfrentando en nuestra sociedad. La utilización de poderosos dispositivos como smartphones y tablets, que las personas pueden llevar a todas partes y, en muchos casos, con conexión a internet móvil, está cambiando completamente el comportamiento social.
Las plazas físicas que tradicionalmente conocemos, se están mezclando con plazas digitales como Facebook, PokemonGo, Twitter y otras. De esta forma, los usuarios viven una vida física en su mundo tradicional, pero impulsados por acciones que ocurren en sus dispositivos móviles en el mundo digital.
Las redes sociales y soluciones de mensajería móvil como WhatsApp y Messenger, están absorbiendo gran parte del día a día de las personas en sus teléfonos celulares. La integración de Facebook con WhatsApp ha permitido a los usuarios completar sus listas de contactos, con la información de teléfonos celulares. Todos estos cambios de comportamiento, están afectando también a otras industrias, como la bancaria, el comercio, el transporte y la entretención.
La industria del e-commerce
Una de las primeras industrias que ha aprovechado esta revolución digital, es la industria del e-commerce. Mediante los dispositivos móviles las personas pueden buscar productos, comparar precios, obtener ofertas contextuales basadas en la cercanía a una tienda e incluso realizar compras directas. La evolución de estos dispositivos ha permitido la incorporación de tecnologías como el NFC y el Beacons, que permiten a los celulares comunicarse entre sí mediante protocolos de aproximación sin contacto, además de registrar los movimientos de una persona y los lugares que ha visitado.
En la banca, los dispositivos móviles han permitido la creación de aplicaciones de banca móvil, billeteras digitales y de lo que a mi juicio considero más importante, del dinero digital. Estas tecnologías, tienen grandes beneficios para los usuarios y para las empresas. Permite la inclusión financiera de las personas no bancarizadas. En los países de Latinoamérica, una parte importante de las personas no estaban bancarizadas, lo que les impide obtener los beneficios del ahorro, acceso a mercados formales de productos, créditos y planificaciones de consumo. Un pilar base comprobado en el desarrollo de los países es la bancarización de su población.
Las empresas se verán beneficiadas porque podrán tener un registro de compra de sus clientes, entendiendo sus comportamientos, nivel de transacciones y formas de entregar ofertas y beneficios, que el pago con dinero efectivo no les permite. La seguridad de no tener que almacenar dinero en efectivo en sus negocios, también es un punto fundamental, para evitar los robos y delitos. El dinero que almacenan en forma digital, puede ser utilizado de forma inmediata por las empresas para realizar compra de productos, pago de servicios o inversiones.
Los comercios comenzarán a reemplazar los actuales POS, por tablets o smartphones para realizar los cobros en sus establecimientos. La tecnología móvil permite transformar la operación actual con múltiples dispositivos, a la utilización de varias funciones con un solo dispositivo.
La combinación de todas estas tecnologías permitirá una mayor agilidad en los procesos operativos y de negocios de todo tipo de empresas. Uber y Waze son los mejores ejemplos de cómo podemos aprovechar las facilidades que nos dan los dispositivos móviles para crear nuevos modelos de negocio. La utilización de georreferenciación, los mapas de Google, el registro de la información del comportamiento de los usuarios y el análisis de esa información para la ejecución de acciones o la presentación de recomendaciones, habrían sido impensados sin la existencia de dispositivos móviles que nos acompañan todo el día.
Las empresas deben aprovechar estas nuevas tecnologías para el desarrollo de nuevos servicios y para la optimización de los procesos actuales. El poder de las tablets y smartphones es cada vez mayor, y su impacto en nuestras vidas es innegable. El desarrollo de apps, la utilización del Big Data, la «conversación» entre dispositivos y la integración con el Internet de las Cosas, permitirá el desarrollo de soluciones digitales que lleguen cada vez más al corazón de las personas.