Fuente: iProUp
El futuro de los pagos no tendrá efectivo ni tarjetas. Bastará con acercar un celular u otro dispositivo a una terminal de cobro. La era cashless se basará en pasar valores en bits y sin intercambio «tangible». Casi como si fuera magia.
Así como 2019 fue el año en que la tecnología contactless (que permite abonar apoyando una tarjeta) se expandió hasta llegar al 60% del parque de dispositivos de cobro, Argentina acaba de entrar en la próxima fase de medios de pago.
El primer paso en esa dirección lo dieron Galicia y Mastercard junto con el fabricante de relojes inteligentes Garmin, cuyos equipos se pueden apoyar directamente sobre un dispositivo para pagar una operación con sólo estirar el brazo, logrando que la experiencia sea casi sin fricción.
Este método es aún más veloz que el propio código QR, en el que hay que abrir la app, escanear el código, elegir la tarjeta y aceptar la transacción. Y que vive su momento de gloria con el millón de usuarios mensuales y 16 millones de transacciones que todos los meses registra Mercado Pago.
Así, la practicidad de los transacciones sin contacto (contactless) impulsa fuertemente una tendencia que crece en todo el mundo: según eMarketer, más de 1.000 millones de individuos abonará con este método en 2020. Es decir, uno de cada siete.
En este marco, los argentinos podrán pagar con sus relojes inteligentes y probar un bocado de lo que ya asoma: operaciones que se efectuarán con el celular, pulseras, anillos y cualquier otro elemento que integre el dispositivo que hace todo «el truco»: el chip NFC.
Primer casillero
Si bien los usuarios extranjeros de Google Pay, Apple Pay o Samsung Pay ya pueden abonar con sus celulares y relojes inteligentes en territorio albiceleste, los clientes de Banco Galicia y Mastercard serán los primeros argentinos que podrán hacerlo a nivel local.
El próximo paso de la «Revolución contactless» daba cuenta de la tokenización de las tarjetas. Es decir, el cifrado de la información del plástico para que pueda ser utilizado de manera digital y reduciendo al máximo las posibilidades de fraude.
«Este desarrollo es nuestro MVP (Producto Mínimo Viable), ya estamos tokenizando todo el contenedor de tarjetas Mastercard, teniendo la posibilidad de que se utilice en billeteras, wearables como Fitbit, Apple o Samsung», revela Alejandro Falco, Coordinador de Medios de Pago Digitales en Banco Galicia.
El ejecutivo anticipa que esto no sólo apunta a quienes posean Mastercard sin contacto, sino también a otras tecnologías. «Todo aquel que posea una tarjeta con banda o chip también podrá aprovechar los descuentos de la Semana Contactless«, asegura.
Según indica Falco, la tokenización permitirá usar el plástico también en ambientes digitales, como Netflix, Spotify O Uber. «El token está asociado a un usuario, dispositivo y a un comercio, lo que permite usar esa tarjeta sólo en esas condiciones, evitando fraudes», explica.
Así, el Galicia llevará esta funcionalidad a su app de mobile banking para que las personas paguen un bien o servicio directamente acercando el celular. También prevén llevar esta tecnología a Visa, aunque arrancaron con su competidor por un tema de capacidad disponible. «FirstData llegó primero a tokenizar Mastercard que Prisma a Visa», revela.
Lo que viene
Con la tokenización de las tarjetas de crédito, los expertos aseguran que se abre el abanico para nuevos medios de pago digitales que permitirán aumentar la inclusión financiera.
«Ya debería estar llegando a los teléfonos con NFC«, indica Ignacio E. Carballo, director del Programa en Fintech & Digital Banking de la UCA. En esto coincide Jorge Larravide, especialista en tecnología y medios de pago, quien asegura que salvo los teléfonos y tarjetas, el resto son dispositivos que «no tienen un gran volumen pero que aportan al crecimiento de la innovación».
«La próxima revolución será la biometría, tanto en reconocimiento facial como la huella digital. A mí persona tengo relacionados todos los dispositivos y me autenticaré ante una terminal que me va a preguntar con qué medio deseo pagar», anticipa el experto.
Sin embargo, el hecho de abonar con «lo que sea» dependerá en gran medida de los hábitos del consumidor y del esfuerzo de las compañías para hacer que el método sea lo más conveniente posible.
«Seguramente, los más jóvenes se animarán primero a probarlos. Pero más que de la oferta de producto, dependerá principalmente del diseño. Se usará en un principio para compras chicas, como un runner que use un reloj Garmin y pare para comprarse una botella de agua», explica Carballo.
La era «sin efectivo» ya comenzó. Y según Larravide, hay una serie de factores que hacen que la Argentina sea un país propicio para la masificación del dinero electrónico:
– La gran necesidad de disminuir costos operativos y de mover efectivo
– Por el temor a los robos en bancos y comercios
– Comodidad, para evitar ir de manera rutinaria al cajero automático
«Lo más importante de la era cashless es que la gente tenga alternativas. La gente quiere ser incluida, pero además quiere opciones para elegir», sentencia Carballo.