Uruguay frente al desafío de liderar la revolución fintech regional
Uruguay atraviesa un momento clave para su futuro económico y tecnológico. En medio de un contexto global que favorece la innovación en servicios financieros digitales, el país cuenta con activos estratégicos como talento humano calificado, estabilidad institucional y un ecosistema tecnológico consolidado. Sin embargo, a pesar de estos factores favorables, su sector fintech no ha despegado con la fuerza que podría esperarse.
Un reciente informe elaborado por la Cámara Uruguay Fintech (CUF), junto a la consultora Mordezki & Asociados, ofrece una radiografía detallada de la situación y propone una hoja de ruta ambiciosa: transformar al país en un centro de innovación financiera de referencia en América Latina. Pero para lograrlo, advierte el documento, se requiere algo más que buenas condiciones de base: es imprescindible una voluntad política decidida, un entorno normativo adecuado y una inversión estratégica sostenida.
Uruguay no parte de cero. Empresas como dLocal, unicornio nacido en Montevideo y hoy protagonista global en procesamiento de pagos, o Prex, referente local en billeteras digitales, demuestran que es posible construir compañías fintech exitosas desde el país. Además, el sistema educativo ha generado profesionales en tecnología e ingeniería que se destacan a nivel internacional.
Sin embargo, la CUF sostiene que el ecosistema aún no se desarrolla a la velocidad necesaria. Mientras países como Brasil, Chile y Colombia avanzan con políticas públicas que promueven el desarrollo de servicios financieros digitales, Uruguay se mantiene rezagado, operando con lógicas normativas propias de otro tiempo.
“El talento y la estabilidad están presentes, pero sin un marco regulatorio más ágil e inclusivo, será difícil avanzar”, señaló Marcelo Lanfranconi, director ejecutivo de la CUF, en declaraciones a InfoNegocios. Para él, la clave está en crear un entorno más propicio para la innovación: uno que no solo tolere, sino que impulse activamente nuevas soluciones digitales.
El rol del estado: más que regulador, un facilitador
El informe plantea que uno de los mayores desafíos para la expansión de las fintech en Uruguay es la escasa participación estatal en el impulso del sector. A diferencia de lo que sucede en Brasil, donde el Banco Central ha sido protagonista en la creación de herramientas como el sistema de pagos instantáneos Pix, en Uruguay aún faltan mecanismos que faciliten operaciones cotidianas como cobros automáticos o débitos recurrentes.
Actualmente, muchas pequeñas empresas enfrentan dificultades para implementar sistemas de cobranza eficientes, lo que limita su capacidad para ofrecer servicios a crédito o fidelizar clientes. Esto se agrava por la concentración del sistema bancario, donde pocos actores controlan la infraestructura clave, como la única Cámara de Compensación de Transferencias, que es propiedad de bancos privados.
Desde la CUF proponen una solución concreta: la creación de nuevas cámaras de compensación de carácter público o mixto, que aumenten la interoperabilidad y permitan a cualquier fintech conectarse sin depender de los bancos tradicionales. Este cambio estructural permitiría que las startups innovadoras accedan al sistema en igualdad de condiciones, estimulando la competencia y la diversificación de servicios.
La necesidad de un modelo de finanzas abiertas
Otra propuesta central del informe es la implementación de un sistema de open finance o finanzas abiertas. En este modelo, los usuarios —sean personas físicas o jurídicas— tienen control sobre sus datos bancarios y pueden autorizar su uso por parte de terceros, como aplicaciones de gestión financiera o plataformas de inversión.
Este enfoque, ya adoptado en países como Reino Unido y México, permite que nuevas empresas ofrezcan servicios personalizados, comparen ofertas y propongan mejores condiciones de crédito o ahorro. Para los autores del estudio, este es el camino hacia un sistema financiero verdaderamente centrado en el usuario.
Lanfranconi insiste en que “el dinero y las cuentas no pertenecen a los intermediarios, sino a los titulares. Es hora de que la regulación refleje esa realidad”. Además, señala que el Banco Central del Uruguay ha mostrado voluntad para avanzar, pero que aún falta dar pasos concretos para facilitar la innovación.
Crédito escaso, oportunidad para las fintech
Uno de los datos más reveladores del informe es el bajo nivel de crédito privado en Uruguay. Actualmente, representa apenas el 29% del PBI, y menos del 4% está destinado a micro y pequeñas empresas (MiPymes). Esta cifra contrasta drásticamente con los promedios regionales: en Chile, el crédito privado supera el 100% del PBI; en Brasil, el 70%; y en Colombia, el 50%.
Las fintech podrían cambiar este panorama mediante soluciones digitales que reduzcan los costos de análisis de riesgo, ofrezcan condiciones más flexibles y agilicen los tiempos de aprobación. Al complementar —y no reemplazar— al sistema bancario tradicional, estas empresas pueden ampliar el acceso al crédito productivo, especialmente para sectores desatendidos.
Para que esto ocurra, sin embargo, se necesita un entorno normativo que permita a las fintech operar sin trabas innecesarias, además de una cultura financiera más receptiva por parte de los usuarios y de los propios actores económicos.
El impacto del ecosistema fintech va mucho más allá del uso de aplicaciones de pago o préstamos. Estas tecnologías pueden convertirse en infraestructura crítica para el desarrollo económico, facilitando el comercio electrónico, la inclusión financiera, la educación, la salud y la movilidad urbana.
Además, su consolidación trae consigo mejoras en ciberseguridad, uso de inteligencia artificial, autenticación biométrica y trazabilidad financiera. Las startups no solo ofrecen servicios innovadores, sino que también crean empleo calificado, desarrollan talento local y promueven nuevos hábitos de consumo digital.
Desde la CUF insisten en que el país no debe conformarse con un uso superficial de estas herramientas, sino entenderlas como un motor de transformación económica y social.
El informe de la CUF no se queda en el diagnóstico: propone medidas concretas para convertir a Uruguay en un verdadero hub regional de innovación financiera. Entre ellas destacan:
Crear una nueva Cámara de Compensación Automatizada, de carácter público o independiente, que garantice la conexión de fintechs con el sistema financiero nacional.
Implementar un modelo de finanzas abiertas, que otorgue a los usuarios el control sobre sus datos bancarios.
Desarrollar una estrategia de regulación inteligente, inspirada en modelos exitosos como los del Reino Unido o Singapur.
Impulsar la formación en áreas clave, como blockchain, inteligencia artificial, ciberseguridad y regulación tecnológica.
Establecer espacios de prueba (sandboxes), donde las innovaciones puedan testearse en un entorno controlado antes de su despliegue comercial.
Las proyecciones de impacto económico del desarrollo del sector fintech en Uruguay son alentadoras. De concretarse las propuestas del informe, el país podría generar más de 5.000 empleos calificados, captar inversiones por 500 millones de dólares anuales y sumar 1.000 millones al PBI en la próxima década.
Estas cifras demuestran que no se trata solo de una oportunidad tecnológica, sino de una estrategia de desarrollo económico con alto potencial de impacto social.
El mensaje final de la CUF es claro: Uruguay tiene una chance histórica de posicionarse como líder en tecnología financiera, pero necesita actuar con rapidez y decisión. La combinación de talento, estabilidad y casos de éxito ya está presente. Ahora es el turno de las políticas públicas, de la visión a largo plazo y del compromiso interinstitucional.
El país puede elegir entre ser un actor pasivo, viendo cómo otros avanzan, o tomar la delantera y construir un sistema financiero más justo, moderno e inclusivo. El futuro ya llegó. Y la pregunta es si Uruguay está dispuesto a liderarlo.
Fuente:América Retail