China busca reactivar su economía con más consumo, apoyo social y autosuficiencia tecnológica

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El Partido Comunista Chino propone fortalecer la demanda doméstica, ampliar la protección social y reimpulsar la economía privada para sostener el crecimiento ante la crisis inmobiliaria y la desaceleración del consumo.

China dará prioridad a “elevar de forma notable la tasa de consumo de los hogares” y “reforzar el papel de la demanda interna como motor principal del crecimiento” en el período 2026-2030 en que estará vigente su nuevo plan quinquenal.

Medios estatales chinos publicaron este martes las sugerencias de la cúpula dirigente del Partido Comunista Chino (PCCh) para el XV plan quinquenal, cuyo texto plantea “impulsar el consumo” con medidas como “aumentar de forma razonable la proporción del gasto en servicios públicos” y “eliminar las restricciones poco razonables al consumo en automóviles y vivienda”.

Estas “sugerencias”, aprobadas en el cuarto pleno del XX Comité Central, celebrado la semana pasada, y ahora difundidas íntegras, desarrollan las líneas generales del plan, que servirá como directriz de la segunda economía del mundo y que será aprobado en marzo del año que viene.

El documento dedica una atención especial al fortalecimiento del mercado interno y al aumento del poder adquisitivo de los hogares, uno de los retos más urgentes de la economía china tras años de débil consumo, según diversos expertos.

Además de ampliar la oferta de bienes y servicios, las recomendaciones subrayan la necesidad de “estandarizar el sistema de incentivos fiscales” y “fomentar el desarrollo de nuevas formas de consumo digital y de servicios”.

El texto aconseja además un refuerzo de los servicios públicos con el objetivo de aumentar la capacidad de consumo de los hogares, con medidas como “mejorar” la cobertura de los seguros médicos, de pensiones y de desempleo, y “reforzar” los mecanismos de asistencia para colectivos vulnerables.

Durante años, Pekín se ha mostrado reacio a reforzar las protecciones sociales ante las críticas del presidente chino, Xi Jinping, al “asistencialismo”.

Sin embargo, entre las prioridades se incluyen la expansión del gasto social y la mejora de las políticas de protección de los consumidores, así como la puesta en marcha de un sistema que apoye la demanda interna mediante políticas de empleo, ingresos y previsión social.

APOYO A LA ECONOMÍA PRIVADA

Las recomendaciones también subrayan la importancia de “estimular plenamente la vitalidad de todo tipo de entidades de mercado” y de “promover el desarrollo conjunto de las diversas formas de propiedad”.

El documento menciona la futura aplicación de la “Ley de Promoción de la Economía Privada” para “garantizar, por medios legales e institucionales, el acceso equitativo a los factores de producción, la participación justa en la competencia de mercado y la protección efectiva de los derechos e intereses legítimos”, con el fin de “desarrollar y expandir la economía privada”.

En el último lustro, algunos sectores de la economía china se han visto afectados por intensas campañas regulatorias, ante lo cual el texto aconseja “fortalecer la protección judicial de la propiedad” y “mejorar la supervisión de la aplicación de medidas coercitivas como embargos, incautaciones o congelaciones”, con el objetivo de “crear un entorno empresarial de primer nivel, orientado al mercado, basado en la ley e internacionalizado”.

UNA “POTENCIA FINANCIERA”

Las recomendaciones fijan como objetivo que China acelere su desarrollo para convertirse en una “potencia financiera” durante el período 2026-2030.

El texto pide “mejorar la eficacia de la gobernanza macroeconómica” mediante una coordinación más estrecha entre la política fiscal y monetaria.

Propone asimismo “desarrollar las finanzas tecnológicas, verdes, inclusivas, de pensiones y digitales”, así como “acelerar la construcción del centro financiero internacional de Shanghái” y “fortalecer la supervisión financiera integral” con el objetivo de “garantizar el funcionamiento estable y seguro” de la economía.

 “AVANCES DECISIVOS” EN TECNOLOGÍA

El documento plantea como prioridad “lograr avances decisivos en tecnologías clave” y “acelerar la autosuficiencia científica y tecnológica” para sustentar la modernización del país, en un contexto de pugna científica con Estados Unidos.

Entre los ámbitos en los que se buscarán esos avances figuran los semiconductores, la maquinaria industrial avanzada, los materiales de nueva generación, el software básico y la biomanufactura.

El texto menciona además el desarrollo de “industrias del futuro” como la tecnología cuántica, la energía de hidrógeno y de fusión nuclear, las interfaces cerebro-computadora y las comunicaciones móviles de sexta generación (6G), sectores que deben convertirse en “nuevos motores de crecimiento económico”.

Más allá de los problemas internacionales, la gran diferencia entre el plan de 2021 a 2025 y el que ahora se prepara es la coyuntura nacional, marcada actualmente por la prolongada crisis inmobiliaria, la debilidad del consumo, el creciente desempleo juvenil, el envejecimiento o la amenaza de la deflación. 

Fuente: Forbes Chile

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