El Estudio de Gestión de Riesgos 2025 de Pirani destaca que el 67,5% de las organizaciones latinoamericanas consideran la ciberseguridad y la protección de datos como sus principales preocupaciones.
En un contexto de creciente incertidumbre global y avances tecnológicos, las organizaciones en Latinoamérica enfrentan desafíos significativos en la gestión de riesgos. Según el Estudio de Gestión de Riesgos 2025 de Pirani, que encuestó a 530 profesionales de más de 15 países de la región, el 67,5% de las empresas identifican la ciberseguridad y la protección de datos como sus principales riesgos.
En una entrevista exclusiva, conversamos con Luis Enrique Álvarez, Country Manager México de Pirani, para profundizar en las tendencias y desafíos que enfrentan las organizaciones en la gestión de riesgos en 2025.
¿Cómo saben y/o determinan cuáles son las tendencias en gestión de riesgos para LATAM?
En Pirani, llevamos cinco años realizando el Estudio de Gestión de Riesgos, una iniciativa que busca identificar y analizar los riesgos más relevantes a los que se enfrentan las organizaciones en Latinoamérica. A través de encuestas dirigidas a nuestra comunidad de más de 20,000 profesionales del sector, recopilamos información clave sobre las tendencias y desafíos en el ámbito de la gestión de riesgos.
El propósito de este estudio es no solo conocer estas tendencias, sino también compartir conocimiento y brindar herramientas prácticas que empoderen a los profesionales del sector. Esto es especialmente crucial en un contexto donde los riesgos son dinámicos y evolucionan constantemente. Nuestro compromiso es proporcionar información estratégica que permita a las organizaciones anticiparse y responder de manera efectiva a los desafíos del entorno.
¿Qué cambios hubo en las tendencias del 2024 respecto a las del 2025?
Al comparar las tendencias de riesgos entre 2024 y 2025, se evidencian cambios importantes en las prioridades de las organizaciones. En 2025, la incertidumbre global, derivada de conflictos geopolíticos, guerras y cambios políticos, ha ganado relevancia como una de las principales preocupaciones, superando a riesgos que anteriormente ocupaban un lugar más destacado, como el fraude y la corrupción.
Además, el aumento de nuevas leyes y regulaciones en la región ha llevado a las organizaciones a enfocarse más en el cumplimiento normativo, exigiendo una mayor agilidad para adaptarse a estos cambios. Por otro lado, los ciberataques y la continuidad operativa siguen siendo desafíos cruciales, aunque ahora con enfoques más específicos y estrategias de mitigación más robustas.
Este panorama refleja cómo los riesgos evolucionan con el entorno, obligando a las empresas a priorizar una gestión dinámica y proactiva para enfrentar los desafíos actuales.
¿Cuáles son las dificultades que enfrentan las organizaciones?
Las empresas en Latinoamérica tienen grandes desafíos por delante. Uno de los más importantes es la falta de una verdadera cultura de gestión de riesgos, algo que sigue siendo una asignatura pendiente en muchas organizaciones. A esto se suma que no cuentan con herramientas tecnológicas suficientes o adecuadas, lo que las hace más vulnerables a los cambios económicos globales y a las nuevas exigencias regulatorias.
Otro punto crítico es la incertidumbre geopolítica. Los conflictos internacionales y los cambios políticos generan inestabilidad que afecta directamente a las operaciones. Además, los ciberataques son cada vez más frecuentes y sofisticados, poniendo en riesgo la seguridad de la información y la continuidad del negocio. Por si fuera poco, las nuevas regulaciones obligan a las empresas a mantenerse constantemente actualizadas, lo que no siempre es sencillo.
Para superar estas dificultades, es fundamental que las organizaciones trabajen en fortalecer sus capacidades, inviertan en tecnología y fomenten una cultura donde la gestión de riesgos sea prioridad.
¿Cuáles son los retos que enfrentan las organizaciones?
Uno de los mayores retos es adaptarse a los constantes cambios en las regulaciones y cumplir con las normativas sin retrasos. Esto puede ser complicado, especialmente en un entorno donde las leyes evolucionan rápidamente. Además, la ciberseguridad sigue siendo una preocupación creciente, ya que las amenazas digitales no solo son más frecuentes, sino también más sofisticadas.
Otro desafío clave es garantizar la continuidad del negocio frente a interrupciones, ya sean provocadas por desastres naturales, ciberataques o crisis económicas. Las organizaciones también deben estar atentas a factores externos como las condiciones del mercado, influencias sociales y culturales, cambios en el entorno regulatorio y las exigencias de la industria.
En general, estos retos requieren que las empresas mantengan un enfoque ágil y preparado, apoyándose en análisis constantes, tecnología y estrategias sólidas para mitigar riesgos.
¿Cuáles son las principales tendencias en gestión de riesgos para este 2025?
En 2025, la gestión de riesgos se orienta hacia un enfoque más holístico e integrado. Esto significa que ya no se trata solo de gestionar procesos aislados, sino de conectar tres pilares fundamentales: las personas, los procesos y la tecnología.
Además, se observa un fortalecimiento de la cultura de gestión de riesgos en toda la organización. Cada vez más empresas están promoviendo que la gestión de riesgos deje de ser solo responsabilidad de un área específica y se convierta en una prioridad compartida por todos los niveles y equipos.
Otra tendencia clave es la integración activa de los líderes de distintas áreas, como cumplimiento, riesgos, seguridad de la información, asuntos corporativos, legales, recursos humanos e incluso ingeniería de productos. Este trabajo conjunto asegura que las decisiones estratégicas consideren el panorama completo de riesgos y oportunidades.
Podemos ver cómo las organizaciones están evolucionando hacia modelos de gestión más colaborativos, preventivos y apoyados en tecnología, lo que les permite responder de manera más ágil y efectiva a los desafíos actuales.
El Estudio de Gestión de Riesgos 2025 de Pirani ofrece una visión detallada de los desafíos y tendencias que enfrentan las organizaciones en Latinoamérica, proporcionando herramientas y conocimientos para una gestión de riesgos más efectiva en un entorno en constante cambio.