Visa visualizó 2012 como el año en el que los consumidores no necesitarían llevar sus billeteras para hacer sus compras. Ahora, la empresa PayPal proyecta que serán 2016.
Desde hace varios años se ha venido sentenciado la muerte a las monedas y a los billetes. A un mes de que se termine 2011, la proyección que hizo Visa años atrás, se ve poco probable.
La empresa de análisis Forrester aseguró, en un informe financiado por PayPal, que el punto de inflexión se producirá en sólo cinco años.
La compañía de investigación de mercado Allied Business Intelligence considera que el año clave está a la vuelta: 2014.
Paradigmas
Pero, ¿por qué ha tardado en producirse el cambio?
«El efectivo es el rey y eso parece que no cambiará», indicó Wincor Nixdorf, una empresa que ayuda a los bancos y a los minoristas a procesar pagos en efectivo con mayor eficiencia.
Parece claro que nadie está realmente listo para pasar la página y pagar y recibir pagos con sus dispositivos móviles. La gente sigue prefiriendo el método que ha probado ser más eficaz: el dinero en efectivo. Sin embargo, no es tan simple.
«Aunque estamos lejos de convertirnos en una ‘sociedad sin efectivo’, es claro que basados en nuestra investigación, el dinero en efectivo no es más el rey», dijo, a inicios de este año, Dan Wass, director de cuentas corrientes del banco Barclays.
El uso del dinero en efectivo está paradójicamente muriendo y creciendo al mismo tiempo, aunque algunos pudieran pensar que las empresas tienen sus propios intereses para tener visiones contrarias.
Las estadísticas del Tesoro tanto en Estados Unidos como del Reino Unido muestran que el número de billetes en circulación en ambos países ha aumentado.
El Royal Mint (Casa dela Moneda Real) británica ha estado haciendo monedas desde el siglo XIX y quizás esa sea una de las razones por las cuales la gente se siente un poco reticente a adoptar la nueva tecnología.
Turquía
Tres de los países que más usan tarjetas de crédito -Estados Unidos, el Reino Unido y Canadá- se han mostrado lentos a la hora de implementar nuevas costumbres. Pero, sorprendentemente, un país que está liderando los intentos por adoptar pagos móviles es Turquía.
Expertos aseguran que se debe a que tradicionalmente Turquía no ha estado entre los primeros países en adoptar nuevas innovaciones. Ésa es la razón por la cual este «ensayo» está resultando más exitoso que en otros países.
«En el Reino Unido o en Alemania, los bancos tienen una alta penetración en términos de sucursales», indicó Duygu Tavan, dela empresa VRL FinancialNews.
«Los clientes en Europa Occidental están acostumbrados a los métodos bancarios tradicionales. En Turquía, debido a que esos mecanismos entraron en vigencia muy rápido, los clientes realmente no terminaron de acostumbrarse».
No hay muchas sucursales de bancos fuera de Estambul. Hasta hace muy poco, era una sociedad de dinero en efectivo. Los cajeros automáticos son un concepto nuevo. No todas las tarjetas funcionan en todas las máquinas y la industria bancaria se ha caracterizado por su fragmentación.
En un país que es clasificado como una nación en vías de desarrollo, ningún sistema de transferencia electrónica se ha arraigado y eso ha ayudado a que las nuevas ideas sean aceptadas sin mayores problemas.
Otra ventaja que tiene Turquía es que el país tiene una población relativamente joven, ansiosa de intentar nuevas cosas y que no ha desarrollado hábitos de larga data que sean difíciles de cambiar.
Estrategias
En los últimos 20 años, Turquía ha caído a los pies de las tarjetas de crédito: los anuncios publicitarios que inundan las tiendas les prometen a los clientes que compensarán su lealtad si usan determinadas tarjetas para compras específicas; y esto es algo que las empresas de pago quieren capitalizar.
La compañía operadora de telefonía celular Turkcell es uno de los factores que ha contribuido al éxito. En cuatro meses vendió 100.000 tarjetas prepago registradas a los teléfonos celulares, las cuales son usadas para pagar productos en tiendas y enviar dinero, y se pueden usar sin necesidad de tener una cuenta bancaria. El dinero puede incluso sacarse de los cajeros automáticos.
Visa y Mastercard han estado llevando a cabo, por algunos años, ensayos en Turquía con tarjetas NFC.
Irónicamente, no se saca provecho de las transacciones en efectivo. Por eso, facilitar tanto como se pueda el dinero digital forma parte de los intereses de una compañía. Se puede tomar un pequeño porcentaje del costo de los pagos como, por ejemplo, una comisión por la transacción.
Las pequeñas transacciones, todavía hechas predominantemente en efectivo, podrían ser el cambio más grande.
«Es un área en la que como un negocio, como una industria financiera, no estamos realmente expuestos y se trata de un gran mercado», indicó James Davlouros, de la unidad de Negocios Móviles de Mastercard.
Países como Japón y Singapur han estado usando NFC por algún tiempo y, finalmente, los pagos sin dinero en efectivo están abriéndose paso hacia Occidente.
En Estados Unidos, Google Wallet espera ser el punto en común de todos los pagos ya sea por internet o fuera dela web. Peroen Turquía, la industria de los celulares tiene que satisfacer la creciente demanda. Sólo un selecto número de dispositivos cuenta con la tecnología.
Futuro
Más de la mitad de los teléfonos inteligentes tendrán NFC para 2014, asegura una investigación dela empresa Taiwan’s Digitimes.A la cabeza estarán Blackeberry y Samsung.
Pero, pese a su creciente popularidad, ¿cuán seguro es el sistema NFC? Después de todo, si alguien se roba tu dinero en efectivo, al menos sabes cuánto te quitó. Pero si te roban la tarjeta o el celular inteligentes, ¿qué detendrá al ladrón de usarla una y otra vez?
«Si un ladrón te roba la tarjeta y la usa, tienes un limitado número de transacciones que puedes hacer», señaló Davlouros. «Es un riesgo que el banco tiene que asumir».
Si PayPal tiene razón, el resto del mundo está ligeramente detrás de Turquía. En países como el Reino Unido, donde el usa de las tarjetas de debito sigue siendo muy popular, se vislumbra un largo camino antes de remplazar la billetera con el celular.
Fuente: BBC Mundo