De la caja registradora al cajero automático, estos equipos suman funciones. El líder en Argentina es NCR, pero empresas locales dan pelea.
Largas colas, caras largas, una escena común en lugares de alta concentración de público. Así las cosas, los terminales de autoservicio, cuyo emblema es el cajero automático, se expanden más allá de los bancos, principales compradores de estas centralitas de atención automatizada, y comienzan a captar la atención de supermercados, aeropuertos, clínicas, shoppings, edificios corporativos y hasta organismos públicos.
No es la única novedad en el sector. Hace 10 años, la provisión y atención técnica de estos aparatos eran colosos multinacionales de la talla de NCR, Diebold y Wincor (cuya licencia está en manos de IBM yla local Power Consultant). Hoy, varias empresas argentinas, entre ellasla cordobesa Mediterráneay DCM, una pujante pyme bonaerense, yla brasileña Itautec(del grupo Itaú) se perfilan como grandes protagonistas del mercado.
Un relevamiento encargado por NCR indica que hay 10.554 cajeros automáticos funcionando y unos 9.500 kioscos de autoconsulta y gestión, equipos que admiten consultas de todo tipo y permiten realizar una enorme cantidad de transacciones en forma electrónica.
¿Qué tipo de transacciones? Mediterránea, por ejemplo, ganó hace poco una licitación de terminales de autoconsulta para el Ente del Transporte de Rosario, que estarán instaladas en puntos estratégicos, y en las cuales las personas podrán consultar recorridos, rutas y horarios de las unidades de transporte, entre otros servicios.
Hilarión Larguía, fundador y alto ejecutivo de la firma, explica que el emprendimiento nació en 2005 apuntando a los bancos, un sector atendido, casi en exclusividad, por las multinacionales. “Nos dimos cuenta de que había otros negocios: compañías de seguros, shoppings y municipios”, enumeró. Larguía asegura que en estos seis años ya colocaron 3.000 equipos (todos de manufactura propia), y que en su cartera de clientes figuran, entre otros, el Banco Provincia, la ANSeS, La Caja y el Banco de Córdoba. “Tenemos dos plantas de producción y estamos inaugurando una tercera en el primer trimestre de2012”, completó.
En el mercado coinciden en reconocerle a NCR el liderazgo. El core business de la compañía norteamericana son los bancos, aunque durante la semana pasada, en un seminario que organizaron, desplegaron sus estrategias para saltar a otros segmentos de negocio, como el de los supermercados.
Liliana Karayán, ejecutiva de la firma, sostiene que en cualquier lugar donde el público se congestiona, hay una oportunidad, incluso en los bancos, sus principales clientes. “Además de cajeros, muchas entidades están instalando terminales de autoatención, para evitar las colas. Estos kioscos, por ejemplo, permiten consultas de todo tipo, dan turno y hasta calculan el tiempo de espera”, graficó. Algunas sucursales del Citibank y el Macro ya cuentan con esta clase de equipos, añadió la ejecutiva.
NCR busca introducir en el mercado local cajeros automáticos de segunda generación. Al contar con un escáner de billetes, estas terminales 2.0 incorporan nuevas funciones y servicios, como la de aceptar depósitos y el pago de cuentas en efectivo, entre otros. “¿Nuestro próximo objetivo? La industria del retail: tienen necesidades sin explotar”, dijo sin dudar.
Jorge Rosenblat, de Itautec Argentina, dice que tienen mucha presencia en Brasil, pero admite que a nivel local “la operación es más modesta”. Sin embargo, Rosenblat revela con satisfacción que acaban de cerrar con Carrefour la venta de 350 verificadores de precios para ser instalados en sus hipermercados. “Y Banelco compró unas 30 terminales de autoservicio exclusivamente para pagar cuentas de servicios públicos”, añadió.
El ejecutivo remarca que en el aeropuerto de San Pablo, las terminales permiten hacer de todo: consultas de vuelos, check-in y hasta comprar el pasaje. El de Ezeiza instaló terminales, pero con funciones más limitadas.
Fuente: Clarín, Argentina