El incremento del número de consumidores que se pasan al pago por móvil o que deciden realizar sus transacciones financieras por medios electrónicos ha derivado en un crecimiento exponencial de las soluciones innovadoras en el mundo de los pagos.
De acuerdo con el Informe Mundial de Pagos, realizado por Capgemini, Royal Bank of Scotland y EFMA, la presión en materia regulatoria y el foco en la estandarización están provocando una profunda trasformación en el escenario de los medios de pago a medio y largo plazo.
De hecho, mientras las operaciones no realizadas en efectivo continúan con un crecimiento saludable de forma global, son precisamente los pagos electrónicos y a través de dispositivos móviles los que están sirviendo de combustible para alentar el imparable crecimiento de los medios de pago electrónicos. Es en estos campos donde la innovación está diseñada específicamente para cumplir las demandas de los clientes.
El uso de los pagos por móvil se dispara de forma similar a los pagos por Internet gracias a la proliferación de los smartphones, que facilitan el acceso a aplicaciones de pagos con solo tocar un botón, incluso para aquellos usuarios sin acceso a cuentas bancarias tradicionales o a sucursales.
De hecho, la innovación en pagos electrónicos y dispositivos móviles es un ejemplo emblemático de cómo deben actuar las empresas dedicadas a la gestión de pagos, es decir proporcionando soluciones que cubran las necesidades de los clientes en la forma requerida, vía los canales que prefieren y de una forma accesible. Esas necesidades no serán las mismas para todos los segmentos de clientes o cada corporación, por lo que estas entidades deberán identificar sus objetivos a la hora de crear, perseguir o presentar soluciones o experiencias innovadoras y satisfactorias para sus clientes.
En el caso de la banca, esto supone una presión adicional ya que, al contrario que estas empresas dedicadas en exclusiva a proporcionar servicios de pagos, deben compaginar el potencial para desarrollar soluciones innovadoras con las necesidades impuestas por el creciente número de iniciativas regulatorias a abordar.
El reto para los bancos es, por lo tanto, responder a las necesidades cambiantes de los clientes y de forma concurrente continuar operando en los mercados en los que compiten cumpliendo con la regulación existente. La confluencia de estos factores hará que los bancos se deban apoyar en sociedades con entidades no bancarias que, por un lado, faciliten la velocidad de innovación y, por otro, el cumplimiento con la regulación existente. De esta forma, podrán ofrecer soluciones que satisfagan las exigencias y necesidades de sus clientes.
Está por ver cómo será la relación entre los bancos y estas entidades y cómo los organismos reguladores deciden monitorizar estas nuevas actividades. En cualquier caso, parece que los usuarios de los medios de pago continuarán con sus expectativas de más opciones y mejores servicios, de modo que los bancos necesitarán incrementar el nivel de diálogo con organismos reguladores y entidades no bancarias para asegurarse de que las condiciones regulatorias permiten la innovación en beneficio de los clientes y de la economía global en general.
Fuente:expansion.com