El proyecto fue despachado en particular a tercer trámite a la Cámara de Diputadas y Diputados que deberá ratificar el texto.
Este martes el Senado despachó la Ley Fintech, iniciativa que busca regular la industria de servicios financieros basados en tecnologías digitales, como el Crowdfunding & Lending; Criptoactivos, soluciones de pago, entre otras. Con esto, el proyecto queda a solo pasos de ser ley, y en su último trámite el texto recientemente aprobado debe ser ratificado por la Cámara de Diputadas y Diputados.
“Es una muy buena noticia este paso que ha dado la Ley FinTech, ya que nos deja a un paso de contar con una regulación que resguarde los derechos y deberes tanto de las empresas de esta industria, como a sus usuarios. Contar con reglas claras ayudará a crear mayores niveles de competencia e inclusión financiera, y lo más importante fomenta la innovación en un mundo cada vez más digitalizado. Esta iniciativa nos deja en la materia al mismo nivel que países desarrollados”, dice Gustavo Ananía, CEO de RedCapital, fintech enfocada en el financiamiento de pymes y líder en su rubro en Latinoamérica.
Para el CEO de la fintech chilena, en los pasos que vienen, es fundamental trabajar con la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) para la futura puesta en marcha de la normativa: “Una vez que sea ley, estamos a disposición de la CMF para seguir colaborando en todo lo que se necesite para una correcta implementación de la normativa. Me parece que es importante la colaboración para definir las normas de carácter general que completan la regulación, de forma que permitan el control, sin limitar la innovación”.
El proyecto contempla el sistema de finanzas abiertas, el cual permite el intercambio de datos financieros de manera fluida entre los actores que operan en este mercado, siempre y cuando exista un consentimiento explícito de sus titulares. Con esa información las fintech podrán ofrecer productos específicos que respondan a sus necesidades y que puedan ser más convenientes. Para aquello, se necesitará el consentimiento expreso de la persona y se autoriza solo el traspaso de aquella información necesaria para cumplir con el fin acordado. “El sistema de finanzas abiertas, queda bien regulado, donde el cliente tendrá la palabra y decidir qué hacer con sus datos. Replica un alto estándar”, cerró Ananía.