Por Paola Sánchez, Business Developer de RiskShield en INFORM para Latinoamérica
La revolución de los pagos en tiempo real avanza en América Latina, con sistemas como PIX en Brasil y SPEI en México quienes lideran la adopción. Sin embargo, la región enfrenta desafíos críticos: la falta de interoperabilidad entre países y la necesidad de robustecer la seguridad.
Europa, con su modelo de la Zona Única de Pagos en Euros (SEPA), ofrece una hoja de ruta. Allí, tecnologías como el Sistema de Detección de Patrones de Fraude y Anomalías (FPAD) han demostrado que la velocidad de los pagos debe acompañarse de innovaciones en ciberseguridad donde se han tomado nuevas medidas de prevención del fraude como FPAD, implementado por EBA Clearing (proveedor paneuropeo de infraestructuras de pago), proporcionando información sobre el comportamiento de los pagos y las cuentas de los beneficiarios para identificar riesgos en tiempo real, reduciendo fraudes y mejorando la confianza de los usuarios.
América Latina no puede quedarse atrás. La adopción de estas tecnologías es esencial para construir un ecosistema de pagos eficiente, seguro e integrado. Los gobiernos y bancos deben priorizar la inversión en soluciones tecnológicas que permitan a la región avanzar hacia un futuro financiero más confiable y conectado.