Pablo Pastene: “El ecosistema innovador chileno está en etapa de transición”

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A partir de junio asumió como nuevo director ejecutivo del Centro de Innovación, Emprendimiento y Tecnología de la Universidad Adolfo Ibáñez (CIET UAI), Pablo Pastene, ingeniero civil con vasta experiencia en innovación y tecnología. Tras desempeñarse durante los últimos cuatro años como director de energía solar de Fundación Chile, ahora asume el desafío de liderar esta iniciativa de la Universidad Adolfo Ibáñez.

Luego de posicionarse en el puesto, Pastene conversó sobre los desafíos y metas del CIET para este año, la importancia de la Gestión de Innovación en las PYMEs, así como su visión sobre el ecosistema innovador chileno. “Como sociedad debemos entender que el fracaso es parte del aprendizaje”, dijo.

¿Cuáles son los desafíos y metas del CIET para este 2013?

Nuestros desafíos y metas son profundizar y estructurar las líneas estratégicas del CIET. Hemos trabajado para incorporar competitividad e innovación con las pequeñas y medianas empresas, para implementar sistemas de gestión de innovación con la media y alta gerencia, e impulsando el emprendimiento a través de concursos de innovación abierta.

Lo que debemos hacer es profundizar y darle un lineamiento estratégico a nuestros proyectos y programas, pues los instrumentos que tenemos hoy son un gran aporte, pero debemos perfeccionarlos y sacar resultados cualitativos importantes. Por ejemplo, no basta con llegar a las 300 o las 1.000 PYMEs con el COMPITE +1000 en el año 2015, sino que tenemos que tener evidencia de que estas PYMEs realmente hayan aumentado su productividad, para poder sacar casos de éxito concretos.

Otra de las metas es ver cómo apoyamos la gestión tecnológica de las empresas, porque nos hemos dado cuenta, en los primeros diagnósticos del COMPITE +1000 por ejemplo, que en el sector PYME existe una lejanía respecto a las nuevas tecnologías, así que ahí hay un área que nos interesa abordar.

En síntesis, nuestras metas son consolidar las 3 líneas en las que hemos estado trabajando con una visión estratégica y además incorporar esta cuarta línea de gestión tecnológica.

¿Cuál es su visión del ecosistema innovador chileno?

Considero que el ecosistema innovador se encuentra en una etapa de transición, cada día el emprendimiento en Chile es más por voluntad y menos por necesidad (cuando por crisis los empleados se quedan sin trabajo, o por continuar el negocio familiar), cada día son más las personas que dejan voluntariamente sus trabajos y se atreven a emprender, o que saliendo de la universidad tienen la ganas de emprender, detectando oportunidades en el mercado, que realmente tienen opciones de escalar y convertirse en grandes empresas.

De manera paralela, es posible detectar una falta de articulación entre los actores, pues hay instituciones que apoyan el emprendimientos, entre ellos nosotros, existe acceso al financiamiento, información de mercado, hay gente que está preparada para emprender, pero considero que aún falta una mejor articulación entre los distintos actores. Eso se podría pulir más para que los emprendimientos crezcan más rápido. También tenemos los cambios culturales que es necesario superar, como por ejemplo el hecho de que en Chile, fracasar aún sea algo mal visto. Como sociedad debemos entender que el fracaso es parte del aprendizaje: el que ha fracasado una o dos veces definitivamente sabe más que el que nunca ha fracasado.

¿Es posible sistematizar los procesos de innovación en las PYMEs?

Es posible, pero antes de entrar a eso es necesario entender que las pequeñas y medianas empresas tienen problemas de gestión. Uno de los grandes pilares del éxito del COMPITE +1000, es que este programa no aborda la innovaron sin nivelar las capacidades de gestión. Es decir, es indispensable nivelar la gestión para sobre eso construir innovación. Posteriormente a eso, la innovación se puede sistematizar, pero de todas formas siempre existe algo de prueba y error, por lo tanto no se puede llegar a estructurar un proceso de innovación estándar o encasillar una metodología al pie de la letra. La gran gracia de la innovación es encontrar formas distintas, eficientes, eficaces, de generar valor en la sociedad, llevarlo al mercado, ya sea a través de innovación social o netamente empresarial y capturar parte de ese valor.

Concursos como La Papa han tenido buena acogida ¿Esperan seguir con estas iniciativas?

Tanto el Concurso La Papa como el proyecto Emprende Claro son muy atractivos y están permitiendo a emprendedores poder llegar al mercado con sus ideas, apoyados por nosotros a transformar esa idea en un producto o un servicio exitoso. La Papa es una forma de abordar esto desde la oferta, pues los emprendedores postularon sus ideas y nosotros junto con FIA las ayudamos a materializarse. En el caso de Emprende Claro la oportunidad es de mercado, en este caso de una empresa que abre sus puertas y que, con ciertos requerimientos, empieza con este concurso de innovación abierta y ante eso los emprendedores proponen una solución. Hemos obtenido un gran aprendizaje de ambos procesos, pues de ambas maneras el resultado ha sido exitoso, así que pretendemos seguir en ambos flancos.

Estamos en el Año de la Innovación. ¿Qué le parece esta iniciativa?

Es positivo que sean muchas las instituciones que estén trabajando y organizando actividades en el Año de la Innovación, pues eso está permitiendo que la innovación permee en la sociedad, que no sea solamente una la institución dueña de los temas de innovación, sino que la innovación esté presente en distintos organismos a nivel nacional: empresas, instituciones públicas, universidades, ONGs, son muchos actores los que estamos en lo mismo, potenciando el ecosistema de innovación.

Fuente: InfoWeek

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