Nada es inmutable en la era digital – Foro Level 3

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Luis Piccolo
Vice Presidente de Ventas
Level 3 Communications, Cluster Sur

La “Transformación Digital” (TD) se ha convertido en un fenómeno de radical importancia para las empresas de todo el mundo. Inserta en tendencias cuyas referencias ya deberían ser familiares para todos los tomadores de decisión, tales como Big Data, movilidad, Social Media, Cloud Computing y analítica, entre muchas otras, la TD suele ser vista, sin embargo, como un tema vinculado principalmente al uso de algunas herramientas tecnológicas novedosas o al auge del modelo de servicios al interior del data center.

En lo esencial, la TD se refiere a cómo la digitalización global, a partir de la consolidación y masificación de diversas tecnologías, permite aprovechar el creciente flujo de datos y transacciones electrónicas para obtener información estratégica para el negocio. Esto significa aprovechar los datos de alto volumen para reducir costos operativos, mejorar procesos, optimizar la relación con el cliente y, sobre todo, crear nuevas fuentes de ganancias. 

El desafío, por lo tanto, es capitalizar las oportunidades que genera un dinámico y desafiante nuevo escenario, en donde día a día irrumpen nuevos actores -en especial start-up cuyo negocio se basa en información- y que  son capaces de  desestabilizar, quitar participación de mercado e incluso valorizarse más que muchas compañías de larga trayectoria, con marcas reconocidas y grandes activos.  

Lo anterior no sólo obliga a las organizaciones a acelerar la innovación en términos de disponer de nuevos servicios, plataformas y herramientas de TI al interior de sus centros de datos, sean estos externalizados parcial o totalmente, sino que a repensar y rediseñar procesos y modelos de negocios. 

Este último aspecto ya es tangible en la evolución del rol del CIO (Chief Information Officer) que ha pasado de verse principalmente como un proveedor de servicios de TI a ser un verdadero agente activo en el impulso del cambio dentro de las empresas.  Esto nos lleva a un aspecto muchas veces relegado en importancia al hablarse de la TD: los retos asociados en gestión, liderazgo y cambios culturales que son hoy indispensables para asegurar una inserción adecuada en la era de los negocios digitales.

En efecto, no es posible ser innovador en un escenario de negocios disruptivo si existe aún una visión atada a los modelos anclados en el pasado y que hoy se muestran en retirada, o si se persiste en mirar a las TI como un fin en sí mismo o como una simple plataforma que hoy es más flexible en términos de  costos.  No se puede, ciertamente, pretender ser innovador para crear nuevas áreas de negocios si todo se sigue haciendo tal y como se ha hecho siempre. Estamos hablando de impulsar cambios y hacerlos desde y hacia todos los niveles.

La innovación, por ejemplo, puede estar dada a partir de las exigencias propias de las nuevas generaciones de profesionales que requieren de avanzadas herramientas y plataformas para desarrollar sus labores. La gerencia debe tener la suficiente capacidad y visión para desplegar esas herramientas innovadoras y evitar así que muchos talentos jóvenes puedan terminar fuera de su organización al buscar plazas de trabajo más acordes a su formación y familiaridad con la tecnología.

Este tipo de herramientas y plataformas, como las vinculadas a la movilidad y la nube, por mencionar las más conocidas, tienen el potencial de hacer que los propios empleados sean capaces de ir descubriendo cambios en los procesos cotidianos para ir mejorando su trabajo.  Por otro lado, el impulso innovador puede provenir desde los requerimientos de los socios de negocios y proveedores, los cuales al querer integrarse de una mejor manera con nuestra organización, nos llevan a adoptar nuevas herramientas tecnológicas y rediseñar procesos.

Del mismo modo, los propios clientes  al estar más informados, ser más exigentes y tener casi siempre múltiples opciones en los mercados digitales, pueden ser también catalizadores del cambio para una compañía. Para ello, debe haber líderes dispuestos a desplegar soluciones para analizar y explorar los datos que generan en su interacción y transacciones y para buscar la manera de alinear la estrategia de negocios con esa información. En este caso, sin embargo, estamos hablando de un verdadero imperativo, porque hoy las empresas  no sólo deben satisfacer al cliente sino que tienen que ser capaces de adelantarse a sus necesidades y deseos.

En definitiva, las compañías deben abrirse completamente a la innovación, rediseñar procesos, explorar nuevos mercados y repensar los modelos de negocios, los productos, los servicios e incluso la propia marca. Nada es inmutable en la era digital. Esto significa ir más allá de la TD, entendida como mero desafío tecnológico. Los líderes del negocio deben ser capaces de aprovechar las oportunidades de la era digital, que es la era en donde cualquier paradigma puede quedar obsoleto en cualquier momento. Darse cuenta oportunamente de los cambios necesarios e impulsarlos a tiempo puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso.

 

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Saludos

José Luis Parra R.

Director

Go! Comunicaciones
Móvil: (56 9) 6 228 1266

Skype: jose.luis.parra.r

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