Fuente: www.eleconomista.es
Pero al usarlo para enviar dinero en efectivo a amigos y familiares, ella, como millones de africanos, se está uniendo a Japón en romper una que permanece en Europa y Estados Unidos y abre la puerta a lo que podría ser el dinero del futuro.
«Antes tenía que hacer el viaje a casa para mandar el dinero‘» dijo Wanjiku en el exterior de una tienda de Nairobi que también es un agente de M-PESA, la red virtual de efectivo que significa «dinero móvil» en suajili, la principal lengua de Kenia. «M-PESA ha revolucionado mi vida».
La red, propiedad de la mayor compañía keniana de telefonía móvil, Safaricom, nace de la falta de infraestructuras – sobre todo de oficinas bancarias – y del entusiasmo de los africanos por los móviles.
Sólo una de cada cinco personas tiene cuentas bancarias, sobre todo por los costes prohibitivos para los bancos de gestionar oficinas en zonas remotas de un continente en el que muchos de sus 1.000 millones de habitantes viven con unos pocos dólares al día, o incluso menos.
Pero los móviles se están extendiendo rápidamente, llegando a 270 millones en 2007, 220 millones más que cuatro años antes, según la patronal GSMA.
M-PESA se ha asociado con el Kenya Commercial Bank para permitir a los usuarios que no tengan cuentas corrientes enviarse dinero, una fórmula que en sólo dos años ha atraído a 6,5 millones de clientes, es decir, uno de cada seis kenianos.
En Japón, el país pionero de la tecnología y los modelos empresariales que van hacia los teléfonos-cartera, unos 55 millones de móviles tienen una función de dinero electrónico, así que alrededor de la mitad de los japoneses lo llevan.
MERCADO EN CRECIMIENTO
El mercado mundial para el dinero móvil está creciendo un 70 por ciento al año y debería llegar al nivel mayoritario en 2012 con más de 190 millones de clientes, es decir, un tres por ciento de los usuarios de móviles, según un informe de la consultora de tecnología de la información Gartner publicado en mayo.
«Los móviles están en una posición excelente para convertirse en el canal digital principal para los proveedores de servicios bancarios y otros servicios financieros relacionados en mercados emergentes«, dijo el analista de Berg Insight Marcus Persson.
En la mayor parte de Europa y de Estados Unidos el acceso a Internet de alta velocidad – que permite la banca en Internet – ha sido un freno al dinero móvil, pero Berg Insight espera que vaya creciendo con la extensión de tecnologías inalámbricas como Bluetooth.
En África se ha pasado de simples transferencias de efectivo por mensaje de texto a pagos de todo tipo, desde un taxi a una factura, lo que hace posible pasar un día en Nairobi, por ejemplo, sin llevar dinero encima.
El coste de construir y administrar una red de 9.000 agentes fiables para llevar el dinero que debe pagarse al final de la cadena supone, sin embargo, que el sistema todavía no da beneficios. Aún así, el Banco Mundial en África lo ha calificado de «piedra angular para el desarrollo«, por su potencial para movilizar economías rurales.