Fuente: www.paginasiete.bo
El país necesita ingresar de lleno, destaca el autor, a esta forma de relacionamiento entre vendedores y compradores, y responder demandas de la población.
El comercio electrónico en Bolivia es por fin una realidad. Luego de varias iniciativas fallidas, el 2017 fue el año en el cual el desafío ha sido enfrentado y hoy nos encontramos viviendo los primeros pasos de esta nueva industria.
Sin embargo, como toda industria naciente, el comercio electrónico tiene grandes retos y, dependiendo, de cómo los enfrentemos harán que se pueda alcanzar el éxito en el corto o largo plazo. Lo cierto es que el comercio electrónico está aquí para quedarse y cambiar de manera drástica el modo de hacer negocios en nuestro país.
En la actualidad, fruto de iniciativas privadas, existen varios medios de pago y canales de cobro que facilitan el comercio electrónico. Uno de estos medios es el PayMe, pasarela de pagos de la Red Enlace, que hoy en día permite a cualquier comercio o empresa unipersonal recibir pagos con tarjeta de crédito o débito de sus clientes y que los fondos sean depositados en cuenta bancaria local. Tigo Money es el otro medio de pago existente en Bolivia, cuya característica es el tener un mayor énfasis en los pagos P2P o de persona a persona, pero que paso a paso comienza a ser también una alternativa para los comercios que quieren cobrar en línea. En Bolivia existe también Khipu, una plataforma de cobro integrados a la pasarela habilitada por la Red Enlace, PayMe, que permite a los comercios cobrar a través de diferentes canales (Facebook, correo electrónico, WhatsApp, tiendas de comercio electrónico) y recibir pagos con tarjetas de débito o crédito nacionales e internacionales. Después de un poco más de un año del inicio de las transacciones en línea en Bolivia existen alrededor de 300 comercios que ya están habilitados para cobrar en línea. Los rubros en los que se concentra la mayor cantidad de transacciones son los de aeronáutica, cines, seguros, retail y delivery, entre otros. Sin embargo, la respuesta de los clientes que pagan con tarjeta es tibia, pero en franco crecimiento.
Pero, ¿cuáles son los retos que enfrenta esta naciente industria y qué hacemos para que el comercio electrónico acelere su paso por Bolivia? Uno de los principales desafíos es el de superar la falta de información con respecto a las transacciones en línea. La mayoría de los consumidores no saben que su tarjeta de débito o de crédito debe estar habilitada para transacciones en línea antes de poder realizar éstas. Los bancos tienen una tarea pendiente en este tema, debiendo diseminar de manera más proactiva dicha información. El otro reto que enfrenta el comercio electrónico es el miedo al fraude. Como todo avance tecnológico, es cierto que un pago o cobro en línea puede ser sujeto de fraude. Sin embargo, los medios de pago como el PayMe de la Red Enlace o Tigo Money han tomado las previsiones necesarias para minimizar dicho riesgo. En el caso de la Red Enlace, ésta debe cumplir con estrictos estándares de seguridad impuestos por las marcas Visa y MasterCard.
El otro gran reto para el desarrollo del comercio electrónico es que a la fecha existe todavía una oferta muy limitada de comercios que cobran en línea. La escasa oferta de comercios que cobran en línea nos muestra que todavía tenemos un largo camino por recorrer, pero también dice mucho de la gran oportunidad que tenemos de ser protagonistas de una naciente y pujante industria. Con una oferta limitada, la demanda también es limitada. Aunque muchas personas desearían realizar sus pagos en línea, todavía no lo han hecho debido a que los comercios que permiten esta acción aún son pocos.
En todos los países donde el comercio electrónico ha tenido un desarrollo importante, los pagos de servicios básicos se han convertido en el motor de dicho desarrollo. Los medios de pago deberían evaluar comisiones más bajas para las empresas de servicios básicos con el fin de incentivar el pago en línea entre los compradores bolivianos.
Otro reto para el país, y que debe ser superado prontamente para impulsar el crecimiento del comercio electrónico, es el de trabajar en la mejora de la logística. De nada sirve poder comprar algo en línea si al usuario le resultará difícil recibir su producto. La Empresa de Correos de Bolivia podría jugar un papel importante convirtiéndose en el motor logístico de estas compras en línea. Para ello requerimos que el Gobierno central entienda que el comercio electrónico es vital en las economías desarrolladas o en desarrollo, y asuma la decisión de invertir en la revitalización de esa empresa.
El desarrollo del comercio electrónico requiere de un gran apoyo, tanto del sector privado como del gobierno. Debemos entender que el comercio electrónico incentiva los emprendimientos, genera empleo y puede convertirse en un factor multiplicador importante en el país. Nos encontramos escribiendo el inicio de una historia y siendo protagonistas de la misma. El comercio electrónico en Bolivia es una realidad, con retos, pero es una realidad.
El autor es gerente socio fundador de empresas de tecnología en Bolivia y experto en pagos electrónicos, innovación y transformación digital. MBA Administrador de Sistemas de Información.