Con el avance de la tecnología, los datos de los usuarios se convierten en el oro de las compañías, ya que, si se trabajan bien, pueden mejorar la competencia y la oferta de productos y servicios financieros.
Colombia ha sido desde hace cinco años uno de los países líderes en inclusión financiera. El gran impulsor de ella ha sido, en parte, la necesidad que planteó la pandemia de hacer llegar a los hogares más vulnerables un subsidio no condicionado, que se conoció como Ingreso Solidario.
Este programa, según datos del Departamento Nacional de Planeación, logró impactar positivamente a más de 3.4 millones de hogares al mejorar la probabilidad de que se alimentaran y de que los niños asistieran a clases. El giro de esos dineros se hizo a través de apps financieras como Nequi o Daviplata.
Esta muestra inicial del potencial de la tecnología en el mundo financiero y bancario promete ir más allá con la reglamentación de un modelo de finanzas abiertas por parte de la Superintendencia Financiera. De acuerdo a un documento preliminar compartido por el superfinanciero César Ferrari con los actores del ecosistema bancario y fintech, la nueva normativa tiene un apartado de deberes de revelación de información para los consumidores financieros.
Con esta capitulación, el usuario está en el centro del modelo de datos abiertos, al proteger su información y darle a las personas el poder de decidir sobre si compartir o no sus datos. Sin embargo, es gracias a las apps financieras que los sistemas de datos abiertos pueden ser más robustos, y por tanto, tener más beneficios para los clientes.
“El papel de los datos es clave en el mundo actual, y lo es para que cualquier modelo de Open Data que sea de punta a punta, y no solo de agregación bancaria”, comentó José Luis López, CEO de Finerio Connect, una fintech mexicana experta en Open Banking, Open Finance y datos abiertos. “El asunto central es que los clientes de verdad puedan acceder a mejores productos, y esto solo se logra con una integral infraestructura digital”, sentenció.
De esta manera, las apps financieras son la cuota de entrada para la configuración de un modelo de datos abiertos que de verdad conozca a los usuarios. A esto debe sumarse la capacidad de cada entidad de darle un buen uso a los datos, con modelos de analítica probados, y a su infraestructura digital fuerte para diferentes tipos de transacciones.
“En un modelo de datos abiertos, que es el modelo que abarca Open Banking, Open Finance y Finanzas Embebidas, las apps financieras son fundamentales. En México, con nuestra app B2C de Finerio, logramos hacer que nuestros más 250 mil usuarios ahorraran hasta 40 millones de dólares. Pero no es suficiente, hay que integrar los datos de la app con API’s probadas y modelos de categorización y clasificación de gastos que de verdad funcionen”, comentó López.
Adicional a esto, estos temas tienen relevancia porque se ha incluido en el Plan Nacional de Desarrollo la implementación de los modelos de datos abiertos, sean financieros, bancarios o datos en sí, con miras a mejorar el acceso de personas no bancarizadas a la oferta de productos y servicios financieros.
En los próximos, cuando la Superfinanciera anunció que presentará la reglamentación, Colombia será uno de los países con regulación en firme, y será de los más adelantados de un lote de 80 naciones, entre los que figura EE.UU, Reino Unido, la Unión Europea y Brasil, que lleva el sistema financiero nacional a un nuevo nivel de innovación.