La revolución tecnológica destapa a nuevos actores financieros

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Valentin Stalf y Maximilian Tayentha, fundadores de la startup Number 26.

¿Confiarías tu dinero a una startup financiera? Gamaniel Torres lo hace un año, desde el día en que Luis Callejas, español y director de finanzas de la fintech (financiera tecnológica) finlandesa Holvi, le llamó de Helsinki a Madrid para preguntarle qué podía hacer su empresa por él. Holvi, una startup fundada en 2011 en la capital finlandesa para «apasionados y emprendedores», captó la atención de Torres, de 33 años, emprendedor e informático, cuando buscaba alternativas bancarias para organizar las finanzas de su empresa, creada en Inglaterra.

«En España es muy costoso fundar una empresa, así que lo hice en el Reino Unido, pero allí, tal como en España, es caro mantener una cuenta bancaria, sobre todo para un emprendedor. Por ello y tras una búsqueda, llegué hasta Holvi, donde en pocos minutos abrí la cuenta y me dieron número IBAN y todo», explica Toro, quien reconoce que tomó su riesgo en apostar por una nueva entidad que recién comienza a competir con grandes grupos bancarios. Y añade: «Yo me he beneficiado, aunque reconozco que tiene algunas carencias, como no dar préstamos, pero tienen una facilidad para adaptarse al cliente, y están ahí para resolver problemas con un buen trato humano y mucha rapidez».

Holvi, pese a su juventud, va dando pasos rápidamente. La revistaForbes la considera la próxima gran empresa finlandesa, después de Nokia, y la revista Wired la ha elegido en dos ocasiones, 2013 y 2015, como la startup más popular de Finlandia. Un respaldo que viene apoyado por la innovación tecnológica en su plataforma, la cual agiliza el papeleo bancario y además ofrece servicios dirigidos a autónomos, enviando facturas y recibiendo pagos. Además, ofrece un servicio de venta de productos a través de una tienda online y recibe transferencias bancarias.

Por todo esto, la compañía finlandesa se considera una institución de pagos. Y, según su directora de marketing y comunicación, Elina Räsänen, se marca un objetivo: «Llegar a los 40 millones de europeos que trabajan como autónomos, principalmente» aprovechando su «servicio de dinero moderno». De momento tienen oficinas enFinlandia, pronto abrirán sede en Berlín, y en 2016 pretenden llegar a Londres. Tienen autorización por la Financial Supervisory Authority (FSA), la Autoridad Financiera Supervisora de Finlandia para operar libremente en toda Europa.

Al impulso de la transformación financiera también se añade la startup alemana Number 26, fundada en 2013, con sede en Berlín, y con inversores de la talla de Peter Thiel (fundador de Paypal) a través de su fondo de inversión Valar, junto a Axel Springer, la poderosa editorial alemana. Recientemente, Number 26 ha anunciado la expansión de su banca móvil a seis países europeos, incluidos Francia, España y Grecia. A este último país, que ha seguido las políticas financieras dictadas desde Alemania, e incluso ha sufrido un corralito, llega ahora un joven banco alemán con el anhelo de modernizar las transacciones.

Number 26 está presente en total en ocho países de Europa, incluidos Alemania y Austria, donde reúne a 85.000 usuarios. «Escogimos llegar a España porque es uno de los mercados donde la gente está buscando nuevas soluciones, porque es una gran economía y, si miras la cantidad de usuarios con teléfonos móviles, un país donde no hay necesidad de sucursales bancarias», explica Valentin Stalf, de 30 años, cofundador de la startup. De momento el servicio solo funciona en inglés, y en los primeros dos días de lanzamiento en España, han sumado más de mil usuarios, una cifra muy buena para Stalf.

La empresa está muy enfocada en desarrollar el negocio bancario a través del teléfono móvil, al igual que las startups financieras GoBanky Moven, en Estados Unidos, quienes se han centrado en clientes jóvenes que han crecido navegando en Internet y no tienen mucha experiencia con bancos tradicionales. Por ello, la entidad utiliza herramientas con notificaciones en el móvil cada vez que una transacción se ha completado, y garantiza el retiro de dinero gratis en cualquier lugar del mundo.

Sin embargo, la competencia por captar nuevos clientes en España puede ser fuerte, ya que es un país sólidamente bancarizado, con dos buques insignias como Banco Santander y BBVA, quienes también están realizando movimientos hacia la innovación bancaria. «Mientras mayor es la competencia, mejor. No estamos asustados del BBVA ni del Santander porque tenemos el apoyo de grandes inversores en nuestras espaldas, gente como Peter Thiel», aclara Stalf.

El año pasado, BBVA, que se ha ganado la reputación de invertir en innovación gracias a su fondo de inversión, compró Simple, una startup financiera americana, por 177 millones de dólares. Y a principio de diciembre, firmó un acuerdo similar en Reino Unidos,adquiriendo parte de la banca móvil local Atom, una startup evaluada en 228 millones de dólares.

No obstante, las nuevas empresas bancarias deben ganar la confianza de los clientes, quienes, a pesar de su malestar con los grandes bancos, deben corroborar de que sus depósitos estarán en resguardo en una nueva compañía tecnológica.

Jorge Ordovás, responsable del desarrollo de servicios financieros de Telefónica, es un veterano en empresas fintech, fue uno de los fundadores de Movipay, en 2001, un servicio de pago de Amena/Orange. «Llegamos muy pronto, pero nos sirvió de experiencia», dice. Y es gracias a la experiencia, que además acaba de publicar el Libro Blanco de Innovación en Medios de Pago para eCommerce. “La banca está transformándose, poniendo dinero arriba de la mesa para invertir en startups, empresas que no solo atraerán a los millennials, sino que a gente como yo, de 40 años”, añade Ordovás, quien además cree que los bancos en España se han encontrado de repente con que el mundo ha cambiado. «Aquí hay decenas de bancos y cajas que en los últimos cinco años han estado más centrados en la problemática de la crisis, hasta que se han topado con la irrupción tecnológica», explica.

Y esta modernización alcanza a todos los servicios financieros. Por ese motivo el francés Phillipe Gelis, presidente de la Asociación Española de Economía Financiera – Fintech y CEO de la plataforma de cambio de divisas Kantox, cuenta que «a nivel mundial este año se van a invertir más de 25.000 millones de dólares en fintech«. De hecho, su empresa Kantox, con sede en Londres y sucursal en Barcelona, ya cuenta con más de 2.000 clientes en Europa y un volumen de negocio de 2.000 millones de euros en la plataforma. Kantox trabaja exclusivamente con empresas, y su disrupción se debe a que no tienen intermediarios, todo se maneja online, siendo los propios clientes quienes realizan la compraventa de divisas entre ellos. «Tenemos gente que nos han dicho que le hemos ahorrado hasta 500.000 euros al año», explica Gelis.

El empresario francés asegura con seguridad que en España hay «apetito de fintech«. «A pesar de que la regulación local va muy atrasada estoy seguro de que en el futuro se cerrarán muchas sucursales, dejando espacio a una banca totalmente virtual», dice

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