Javier Pérez Dolset lleva más de dos décadas al frente de la compañía familiar que fundó junto a su hermano Ignacio. Debutaron con videojuegos y ahora están embarcados en la transformación digital.
Javier Pérez Dolset lleva años cogiendo buenas olas en el mundo de los negocios. Su nombre, junto al de su hermano Ignacio, está vinculado desde hace más de dos décadas a sectores tan diversos como el entretenimiento (Commandos), Internet (Teleline), contenidos (Lanetro), servicios móviles (Zed), cine (Planet 51)… y así, sucesivamente, a muchas otras oportunidades que se han ido cruzando en su camino. Un emprendedor poco convencional que comenzó a foguearse en estas lides cuando todavía tenía reciente su revelador año de Erasmus.
Entrado ya en la cuarentena, Pérez Dolset tiene claro al hacer balance de su trayectoria la importancia que ha tenido el espíritu de riesgo que han estado siempre dispuestos a asumir. Esa determinación les ha llevado a conseguir algunos de los hitos que jalonan su trayectoria. Cuesta imaginar como pudieron convertir Commandos en el videojuego más vendido del mundo en el año 1997 a través de su compañía Pyro Estudios. Una locura que les empujó tiempo después a iniciarse en el mundo del cine con la producción de la película de animación Planet 51.
La saga ‘Commandos’ le descubrió la importancia de hacer productos globales
El salto al mundo de los servicios para móviles permitió a los Pérez Dolset convertir Grupo Zed en una compañía internacional, que cuenta ya con presencia en más de 50 países. Esta dimensión hace que no sea extraño que cualquiera de los hermanos pase algún ejercicio más de dos tercios del año fuera de España visitando las demarcaciones donde operan. Casi en sus inicios, la mítica saga Commandos les descubrió la importancia de ser y pensar de forma global, más allá de los éxitos que pudieran cosechar en el mercado doméstico. La gloria está fuera.
Esa manera de entender los negocios, en ocasiones aventurada, ha hecho que Ilion Studios, con la que acaban de ganar un Goya como productores de Mortadelo y Filemón, haya terminado asociándose con Paramount para desarrollar proyectos de animación digital, una alianza inimaginable cuando soñaron por primera vez con sacar adelante una superproducción de dibujos animados (Planet 51 requirió una inversión de 50 millones de euros) sin estar dentro del ecosistema de Hollywood. Sin embargo, el riesgo forma parte del carácter de estos dos hermanos.
En los últimos años, el presidente de Grupo Zed ha confiado parte del desarrollo de la compañía a la transformación en una firma tecnológica de gestión de servicios en torno al marketing digital, la monetización de servicios móviles, el entretenimiento digital y los servicios transaccionales. De hecho, el propio Javier está convencido de que la siguiente gran transformación vendrá de la mano de los operadores capaces de transformar el sistema convencional de transaccionar con el dinero… y no parece que vayan a ser los bancos esos protagonistas.
anca Digital Es socio de Richard Branson para gestionar el circuito internacional de kite-surf
Mientras procura subirse a esa nueva ola, Pérez Dolset sigue siendo un tipo con inquietudes poco corrientes. Curtido a la hora de tratar y lidiar con grandes socios, incluidos los más locales, como pueden ser Torreal (Juan Abelló), Planeta (José Manuel Lara) o el propio Banco Santander, con las que se ha batido a cara de perro, no sorprende que Javier haya sido capaz de entenderse con inversores rusos como Mikhail Fridman para desarrollar Zed o de asociarse con el británico Richard Branson para comprar y explotar los derechos del circuito mundial de kite-surf.
El mayor de los Pérez Dolset es consciente de que a su reconocida fama de emprendedor le acompaña otra, casi en la misma proporción, de agresivo y ambicioso hombre de negocios. Como buen amante de la velocidad, el presidente de Grupo Zed se limita a mirar por el retrovisor para tener referencias de los que no pueden seguir su ritmo. Las siguientes metas pueden estar en debutar en el Nasdaq o en seducir a alguno de los grandes fondos tecnológicos de Silicon Valley. Su camino, en cualquier caso, sigue estando fuera de las fronteras de España.
Fuente: El confidencial.com