Fuente: Tecreview
Al estilo de empresarios como Steve Jobs, que empezaron sus empresas con escasos recursos en alguna parte de su casa, Carlos Chavarría inició su sueño de crear tecnología en México solo, en casa de sus padres. Tan solo a tres años de egresar de la carrera de sistemas computacionales del Tec de Monterrey Campus Estado de México, Chavarría ya había creado su propia compañía que hoy es la única empresa tecnológica mexicana que se dedica exclusivamente a brindar servicios al sector financiero.
Inspirado por el plan de estudios de su alma mater, que impulsa el emprendimiento, Chavarría tuvo una idea que empezó tras salir de la carrera y conseguir su primer empleo. “Mi sueño era ver que México desarrollara tecnología de punta, siempre tuve eso en la mente. Cuando salí me tardé seis meses en encontrar mi primer trabajo y terminé en una firma de consultoría global que solamente me confirmó que lo que yo quería era tener una empresa y hacer mi sueño realidad”, cuenta en entrevista telefónica.
Con esa experiencia y desde su incorporación al mundo laboral siendo estudiante, Chavarría obtuvo práctica en ventas, cobranza y atención a clientes que utilizó para implementarlo en su propia empresa. “La firma de consultoría cerró operaciones y ese evento me dio la oportunidad para decir ‘ya sé cómo funciona cierta parte del negocio (…) no tengo nada que perder’ y para empezar mi empresa vendí mi coche y otras cosas. Empecé con un negocio muy pequeñito”, recuerda de su inicio como emprendedor.
A 15 años de distancia, la historia de Chavarría tiene el mismo perfil de los jóvenes que iniciaron empresas como Apple y Microsoft a finales de los 70 y que mudaron sus innovaciones al sur de San Francisco, California, en lo que se denomina Sillicon Valley, donde las grandes empresas de tecnología tienen sus centros de operaciones. Gigantes como Cisco, eBay, Google, Apple, Oracle, Symantec, Tesla, Hewlett-Packard, Yahoo! y muchas otras se encuentran en esa bahía californiana. Pero Chavarría se queda en México con su empresa NA-AT Technologies.
Y así como Jobs inició su sueño en un garaje, Chavarría persiguió el suyo desde cero y hoy da empleo a más de 200 personas, atiende a 33 bancos, casas de bolsa y empresas financieras en México. Además opera en cinco países de Latinoamérica. Tan solo para una empresa consiguió evitar fraudes por 300 millones de pesos (mdp) en solo seis meses entre 2018 y 2019.
“En la primera etapa empecé desarrollando bancas móviles, hasta que en 2009 me llegó el ímpetu de desarrollar un producto propio. Empecé a investigar y me fui a ver cómo funcionaba el sistema de Sillicon Valley y una parte del personal de mi empresa se fue a hacer un campus landing en el Centro de Desarrollo Empresarial y Transferencia Tecnológica del Tec de Monterrey en el Estado de México”.
Con las nuevas ideas y el trabajo andado, Chavarría y su equipo pusieron manos a la obra en uno de sus más grandes aciertos hasta el momento, la firma autógrafa digital, una forma de validar la identidad del consumidor en cualquier parte del mundo con la validación del Instituto Nacional Electoral (INE), proyecto que empezó a trabajar desde 2016 y que ya es una realidad, facilitando las transacciones por internet.
“Una de las ideas a la que los clientes reaccionaron de forma más contundente fue la firma autógrafa digital, es el equivalente a la firma en papel pero sobre un dispositivo electrónico. Ahora ya puedes firmar con tu dedo en tu smartphone desde cualquier parte del mundo con plena certidumbre jurídica y plena legalidad en cualquier momento”, cuenta sobre la innovación de NA-AT Technologies.
Tecnología en casa
El nombre de la empresa es de origen maya, la palabra na’at significa sabiduría y conocimiento en ese idioma ancestral de nuestro territorio. Impulsar el desarrollo tecnológico del país con talento local y que los beneficios se queden en México es el espíritu de la empresa que como muchas otras tuvo sus momentos difíciles en los 15 años que lleva de operaciones. “Una vez, salí a vender la camioneta de mi mamá a un tianguis de automóviles porque no tenía para pagar la nómina”, confiesa el empresario.
En febrero, su plataforma FAD Biometría, fue elegida por Startup Grind -comunidad de emprendedores fundada en Sillicon Valley- para presentar su innovación ante expertos mundiales en innovación, emprendimiento, inteligencia artificial y tecnología, a la que también acudieron otras 300 empresas de todo el mundo con sus desarrollos.
“Cuando vimos que venía el cambió en la ley (Fintech) en 2017, a este producto de la firma autógrafa digital le pusimos biometría creando el producto que se llama FAD Biometría, que ahora es una plataforma de validación multibiométrica, validamos huella dactilar, biometría de voz, facial y grafoscópica. Esta plataforma se la damos al sector financiero y nos ha llevado a tener más del 40% del mercado mexicano en ese sector”, cuenta Chavarría.
Con la ley Fintech y las innovaciones para mantener seguras las operaciones por internet, México es pionero en normatividad de tecnología financiera en Latinoamérica, de acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
La banca electrónica y los servicios digitales de protección de identidad y transacciones seguirán creciendo pues se prevé que al cierre de este año el 55% de los pagos que se realicen sin efectivo se hagan con tarjetas digitales, según datos del Instituto Mexicano para la Competitividad.
Y aún hay otras formas de identificación que se pueden validar, solo falta un poco de agilidad entre las dependencias de gobierno para aprovechar las bondades de la tecnología. “Hoy solamente podemos validar tu credencial de elector contra (la información) del INE, no podemos validar una cédula profesional ni un pasaporte, necesitamos que el gobierno nos ayude a poner estos servicios disponibles para que los emprendedores del sector financiero u otros sectores pueden validar estos documentos, solo falta un poco más de velocidad”, señala Chavarría, quien también ve una venta de oportunidad para fortalecer procesos democráticos a través de la tecnología y con ello evitar fraudes.
“Pero ese no es el tema más delicado, por ejemplo el tema de las pensiones ¿cómo va a ir un pensionado que ya está grande y no tiene quien le ayude para ir a cobrar su pensión? Porque si no se presenta, no se la pagan. Acaba de salir en los medios que 24,000 personas muertas cobraron pensión en 2018, ese el tipo de cosas a las que podemos aspirar a evitar con estas plataformas”, destaca el empresario.