Fuente: Expansión.mx
La biometría es un sistema que puede aplicarse en la identificación de muchos sectores, ya sea para dar accesos de seguridad, administrar los servicios a los que se tiene permiso en las organizaciones o para mantener una base de datos actualizada.
En el caso específico de las oficinas, este tipo de filtros de seguridad tiene el potencial de crecer en los próximos años. De acuerdo con la consultora Statista, se prevé que esta tecnología tenga una alcance de 7,200 millones de dólares para 2020 sólo en el mercado de Estados Unidos, pues aspectos como ciberseguridad empresarial se han vuelto fundamentales para las organizaciones.
Miguel Lomas, director de preventa de Fujitsu México, indica que la consciencia por tener un ambiente laboral más seguro es algo en lo que han trabajado las empresas en los últimos años.
“Para proteger un negocio es indispensable controlar quién accede a sus datos, sistemas y dependencias físicas. Hoy en día muchas empresas confían en contraseñas o tarjetas inteligentes para confirmar la identidad de las personas, pero existe un elevado riesgo de que estos elementos se pierdan, copien o roben, compartan o se olviden”, puntualiza Lomas.
Quien precisa que el uso de sistemas biométricos utiliza los rasgos físicos y de hábitos de los colaboradores como un dato para autentificar y por ello es más complicado falsificarlos.
“En un mundo de negocios ultra-conectado, los ciberataques son más inteligentes que nunca, también impactando en los lugares de trabajo digitales. Por lo que la gestión de identidades puede ser una herramienta que minimice y ayude a mitigar casi en su totalidad el riesgo de un ataque”, afirma Lomas.
Soluciones cómo identificar el patrón de las venas de la mano para dar acceso a áreas, el uso de reconocimiento facial o el monitoreo de transacciones de carácter crítico a través del estudio de los hábitos de los colaboradores son algunas de las herramientas que se pueden aplicar en las organizaciones
De acuerdo con la consultora IDC, el gasto en Ciberseguridad en América Latina durante 2017 fue de 3,000 millones de dólares y se prevé que para finales de 2018 crezca 12.5%, llegando a los 3,400 millones de dólares. Inversiones que están enfocadas en hacer más robusta la seguridad de las organizaciones .
En cuanto a los países que más invertirán, Lomas indica que México y Brasil serán los punteros por el tipo y número de organizaciones que están en ellos. IDC, por su parte, precisa que justo en estos dos países se concentrará 66% de la inversión y que serán los sectores de finanzas, manufactura, distribución y servicios los que más invertirán en este tipo de soluciones.
“Los ciberataques son cada vez más destructivos en todo el mundo y los métodos que se utilizan son cada vez más sofisticados. En el futuro, se debe suponer que aumentarán exponencialmente las amenazas y, por lo tanto, se deben implementar los procedimientos adecuados para manejar los incidentes, desde el momento en que se detectan por primera vez hasta la eliminación del riesgo”, argumenta Lomas, quien confía que este tipo de aplicativos se verá en mayor medida en los próximos dos años, pues la adopción de los usuarios que integran las organizaciones es cada vez más refinada y consciente.
