El número de usuarios de smartphone que confía en la seguridad biométrica por software crecerá más del 250% en los próximos 5 años. Así lo estima la consultora Juniper Research que ha elaborado un reciente informe en el que predice que el mayor cambio en la seguridad de los pagos móviles será el avance hacia los métodos basados en software que se basan en el uso de componentes estándar de teléfonos inteligentes. De hecho, la investigación pronostica que los usuarios de estos métodos aumentarán de los 429 millones de 2018, a los 1.500 millones en 2023.
La investigación contemplada en Mobile Payment Security: Biometric Authentication & Tokenisation 2018-2023 descubrió que el uso de la biometría basada en software, como la ofrecida por reconocimiento facial o de voz, impulsará el crecimiento de los pagos móviles de teléfonos inteligentes en todos los rangos de precios. La naturaleza agnóstica del hardware resultará clave para impulsar su adopción, aumentando las transacciones autenticadas mediante biometría en un promedio del 76% anual a nivel mundial.
El estudio indica que aunque el mayor crecimiento vendrá desde Asia, su uso en países como Estados Unidos crecerá un promedio del 46% por año. El autor del informe, James Moar destaca que «la batalla clave será convencer a los usuarios, especialmente a los de Europa y América del Norte, de que estos métodos son tan seguros como el uso de la seguridad tradicional basada en hardware».
La ´biometría de huellas dactilares ha crecido considerablemente en los últimos años debido a su adopción masiva en los teléfonos smartphone inteligentes. Sin embargo, como destaca Juniper, la llegada del iPhone X presentado ahora hace un año, así como el lanzamiento de nuevos terminales Android que ofrecen como alternativa la identificación facial y ocular, mucho más inmediata para desbloquear los teléfonos, podrían disminuir las previsiones vertidas sobre la tecnología biométrica. La biometría basada en software, así como el uso del sensor de huellas dactilares sobre la propia pantalla será mucho más contextual que el biométrico como opción por defecto, afirma la consultora.