La Banca y sus fallas tecnológicas

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En los días recientes la banca colombiana ha sido noticia. Primero por sus exponenciales ganancias, luego por sus precarios y costosos servicios y ahora por sus permanentes y alarmantes fallas tecnológicas. Y quienes colapsan son bancos emblemáticos: el Colombia y el Bogotá. Esto nos obliga a serias reflexiones.
 
La apropiación de las TIC por parte de los usuarios imponen el desarrollo de credibilidad, requisito fundamental para su apropiación, así, todos los elementos involucrados en la provisión de una aplicación, esto es las telecomunicaciones y la aplicación misma soportada en plataformas informáticas, debe ser redundante, confiable, capaz de soportar multiplicidad de transacciones en las horas pico, blindada contra ataques cibernéticos de los hackers, y por sobre todo asegurar la consistencia de la información que manejan.
 
La banca por su parte basa su negocio en la confianza. Nadie colocaría su plata en un banco que no asegure que tenga un adecuado respaldo financiero. Hoy en la sociedad de la información es fundamental también el adecuado respaldo tecnológico. Las inversiones en ciberseguridad, en redundancia de plataformas, en sistemas de respaldo de información, en planes de recuperación de contingencias, no deberían ser opciones si no obligaciones que el regulador financiero – en coordinación con las autoridades del sector TIC – deben imponer a estos agentes en quienes el público ha depositado su confianza.
 
En la medida en que la banca busca eficiencia, ha propendido por el uso de canales electrónicos para sustituir los físicos, pero esta mejora en costos no puede ir en desmedro de la seguridad y la confiabilidad. No son baratos los servicios financieros en el país, luego lo mínimo que se pide es que ese dinero sea invertido en un buen servicio a los usuarios.
 
Con estos colapsos, da susto pensar en qué pasaría si con la misma filosofía de diseño y desarrollo de redes se hace realidad la propuesta del gobierno de masificar la banca móvil. Vale la pena un alto en el camino para pensar en que obligaciones deben imponerse con urgencia a la banca en el mundo de las nuevas tecnologías, las TIC.
 
En Colombia ha quedado claro que , en general y con notorias excepciones, existe una banca más preocupada por sus ganancias que por sus servicios y que hoy está en graves aprietos de modernización. No en vano Marck Andressen, uno de los grandes de Silicon Valley opina: “Los cambios, por ejemplo, en la bancarización, deben ser estructurales y de raíz, es decir arrancar con bancos nuevos y no tratar de «injertar tecnologías dinámicas a cuerpos enfermos”. Llana y sencillamente, concebir nuevos sistemas de pagos en función de la globalización y no del parroquialismo.

Fuente:evaluamos.com (Ernesto Rodriguez)

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