Lo desarrollaron científicos de la UBA. El texto se ingresa en el sitio de Qlink, que lo encripta y entrega un link. Ese enlace se envía por e-mail o mensajería. El destinatario lo lee y cuando lo cierra el mensaje desaparece para siempre.
En materia de seguridad informática, es difícil imaginarse algo más fiable que un mensaje encriptado que se autodestruya luego de ser leído. Un sistema de estas características fue creado los físicos teóricos y desarrolladores de software Ezequiel Alvarez, Ricardo Bianchi, Lucas Mingarro y César Miquel, todos de la carrera de Física de la Universidad de Buenos Aires.
Qlink permite encriptar mensajes de hasta un megabyte (MB) de tamaño. Para escribir un mensaje seguro con él hay que ingresar al sitio (https://qlink.it), tipearlo en la ventana correspondiente y hacer clic en Qlink it!. El sistema encriptará el mensaje y entregará un link. Ese link puede enviarse por e-mail o por mensajería.
Cuando el destinatario reciba el enlace y haga clic sobre él, el mensaje se hará visible en una ventana del navegador. Quien recibió el mensaje podrá leerlo y desde la misma ventana responderlo vía Qlink. Pero, atención, una vez que cierre la ventana del navegador que muestra el texto, el mensaje se habrá perdido para siempre. Los envíos también se esfumarán si no son abiertos antes de que se cumplan 24 horas desde su creación.
A los mensajes se les pueden adjuntar archivos (fotos, audios, etc.).
El cifrado se realiza mediante un algoritmo muy poderoso que se genera en función del movimiento del mouse y de la velocidad del tecleo. La aplicación, que está inspirada en la teoría de la mecánica cuántica, permite además, indicar la dirección IP del emisor, que le asegura al destinatario la ubicación física del servidor desde donde se generó el link.
Fuente: Clarín.
