Según expertos de la industria, el año que viene debe estar concentrado en avanzar en marcos legales más uniformes en la región que faciliten la expansión de las empresas y reduzcan las barreras legales entre países.
El año 2024 cierra para la industria de las fintech en América Latina con menos acuerdos de inversiones, pero con mayores montos y el valor promedio de las rondas que casi se triplicó: según data de Pitchbook en lo que va de este año se han invertido US$ 2.600 millones en 174 deals, muy por sobre los US$ 1.500 millones invertidos en 241 transacciones en 2023.
“Se ha evidenciado un cambio hacia inversiones más selectivas, priorizando calidad sobre cantidad. El apetito de los inversionistas se concentró en equipos costo-eficientes, modelos menos intensivos en capital y soluciones B2B, especialmente en pagos e infraestructura financiera”, explicó Andrés Cano, cofundador y managing partner de Pygma, una aceleradora basada en Estados Unidos.
Junto al buen panorama de inversión, también se lograron avances en materias regulatorias. En Chile, la implementación de la Ley Fintech este año marcó un hito, promoviendo pagos interoperables y finanzas abiertas. Igual en Colombia ya existen regulaciones enfocadas en pagos instantáneos y sandbox regulatorios -entorno controlado de prueba- que han permitido a las fintech experimentar e innovar en un entorno controlado.
“Las fintech han jugado un papel clave en cerrar brechas financieras en la región, que cuenta con una gran población no bancarizada o sub-bancarizada. Países como Colombia, con más de 300 fintech activas, están ofreciendo acceso rápido a crédito formal”, sostuvo Daniel Ospina, cofundador de la aceleradora.
Si bien ambos ejecutivos celebran los avances, recalcan que para 2025 y el futuro es importante avanzar en brechas aún existentes. Una de las recomendaciones es crear marcos regulatorios más uniformes en la región que faciliten la expansión de las fintech y reduzcan las barreras legales entre países.
“La relación entre reguladores y fintech en Latinoamérica está avanzando, pero necesita más agilidad y armonización para desbloquear todo el potencial del sector. Con marcos regulatorios claros y colaborativos, la región puede convertirse en un líder global en innovación financiera y bancarización”, planteó Cano.
Y agregó que también es necesario fomentar la creación de nuevos sandboxes regulatorios y hubs de innovación para probar las nuevas tecnologías.
En cuanto a sus proyecciones para 2025, los especialistas anticipan un gran futuro destacando que muchas fintech líderes en la región diversificarán sus servicios y se expandirán más allá de sus mercados nacionales. “En Pygma apoyamos este sector y nos enfocamos en los latinos que construyen fintech porque vemos una gran oportunidad de cara al futuro. Lo mejor está por venir ya que con las nuevas infraestructuras blockchain, openfinance, APIs e inteligencia artificial, podemos esperar mayor conectividad, inteligencia e interoperabilidad del sistema financiero generando aún más inclusión”, afirmó Ospina.
Fuente: DF SUD