El sector FinTech se ha convertido en una alternativa de financiación para las empresas que necesitan acceder a financiación con una mayor flexibilidad y menores costes sin la rigidez del actual mercado bancario.
Uno de los principales problemas de las empresas españolas durante la crisis económica ha sido la dependencia casi en exclusiva de la banca y que al cerrar ésta el grifo de la financiación ha provocado que muchas empresas se quedarán sinliquidez financiera frenando su crecimiento o llevándolas a situaciones complicadas.
Según el estudio de Moving Mainstream: The European Alternative Finance Benchamrketing report de la Universidad de Cambridge junto a EY, señala que nuestro sistema financiero tiene una dependencia excesiva de la banca, con tal de evitar situaciones como las que hemos vivido desde las instituciones y organismos públicos se está incentivando el uso de este tipo de alternativas de financiación para empresas, permitiendo diversificar las fuentes de financiación.
¿El FinTech como vía de financiación para empresas?
El término FinTech incluye la gran variedad de productos y servicios de índole financiero, por lo cual se trata de un sector muy extenso, aunque las alternativas de Financiación para pymes y autónomos destacan como el negocio que más volumen genera. De hecho, son las llamadas plataformas de financiación alternativa, que tantos éxitos están cosechando en países como Reino Unido, Alemania, Francia y Estados Unidos, las llamadas a encontrar nuevas vías de acceso a la financiación para las empresas.
Hasta hace bien poco, las vías tradicionales han representado un 98% de los fondos de financiación para las pymes, sin embargo, esta tendencia está cambiando. Según el informe de NESTA The Risk of Future Finance, a nivel mundial, en sólo tres años el mercado alternativo financiero creció más de un 450%. España se sitúa como el sexto mayor mercado de financiación alternativa para empresas, tan sólo en 2014 se movieron alrededor de 60 millones de euros en financiación alternativa, una cifra que pone de manifiesto el cambio de paradigma que vivimos y la consolidación de las empresas FinTech en nuestro país.
El acceso a la financiación de las Pymes sigue siendo un requisito absolutamente indispensable para consolidar la recuperación económica.
A este nuevo contexto deben adecuarse las empresas y sus estrategias financieras, ya que la apertura de nuestra economía permite a las compañías españolas beneficiarse sin más demora de estas nuevas soluciones y enfoques financieros.
Estas nuevas soluciones financieras encajan en el fenómeno conocido como FinTech, una nueva palabra que nace de la abreviación de “finanzas” y “tecnología” (por sus homólogas inglesas “finance” y “technology”). Una denominación que se ha dado a las empresas y plataformas que operan en este nuevo sector, es decir, aquellas compañías que ofrecen servicios financieros aplicando las nuevas tecnologías.
FinTech y financiación bancaria
En España, alrededor del 94% del tejido empresarial está compuesto por pequeños negocios, las pymes, y dentro de éstas, cerca del 80% son micropymes (empresas con menos de 10 trabajadores). Su reducido tamaño les impide, en muchas ocasiones, acceder a las vías de financiación bancarias, aunque sean negocios solventes. Las plataformas FinTech pretenden solventar estas dificultades, ayudando a las pymes a financiarse a través de vías alternativas, como por ejemplo subastando sus propios efectos comerciales y reducir así tensiones de tesorería.
La excesiva regulación y rigidez de las vías tradicionales ha convertido a estos mercados en ineficaces en muchas ocasiones, por lo que construir una red alternativa de financiación se ha convertido en una necesidad para la continuación de muchas pymes y autónomos. Una de las principales ventajas que ofrecen las FinTech frente a las entidades bancarias es la agilidad y flexibilidad. Las empresas, en cuestión de horas pueden registrarse en las plataformas y obtener la financiación que están buscando. Es una solución pionera que nace de la necesidad de reinvención y cambio y que permite a las Pymes hacer frente a necesidades puntuales de tesorería de una forma ágil y con múltiples ventajas.
No obstante, en España sigue imperando la financiación bancaria, que tienen una relación muy intensa con la política y los medios de comunicación, por lo cual, muchas ayudas teóricas a los emprendedores y las pymes acaban en manos de empresas ya consolidadas. En países como Reino Unido el binomio de financiación es del 60% – 40% a favor de la financiación no bancaria, por lo que aún nos queda mucho que aprender del mundo anglosajón.
Sin embargo, las tendencias señalan que los grandes lobbys bancarios van a perder influencia, lo que permitirá un lanzamiento más efectivo de nuevos modelos de negocio e iniciativas más eficientes adaptadas en un entorno tecnológico.
FinTech en auge: Invoice Trading
Dentro de las plataformas FinTech existe un sector muy especializado conocido como marketplace lending. A través de plataformas totalmente online, las empresas obtienen financiación de sus efectos comerciales que venden a una red de inversores profesionales.
Estas subastas conocidas como invoice trading, en última instancia lo que hacen es realizar un anticipo de facturas y pagarés, pero a través de una plataforma tecnológica permitiendo optimizar recursos y consiguiendo el mejor precio posible para la empresa al tratarse de un sistema de puja.
A través de plataformas como Finanzarel, las pymes pueden anticipar de una forma muy ágil y flexible las facturas pendientes de cobro de sus principales clientes. Algo muy parecido a un Ebay especializado en vender las facturas pendientes de cobro o realizar descuento de pagarés.
A diferencia del factoring tradicional, el anticipo de facturas permite a las empresas obtener mayor flexibilidad, rapidez y mejores condiciones repercutiendo en beneficio de la empresa e inversores.
La gran especialización de las FinTech permite gestionar las operaciones en tiempos muy cortos, menos de 48 horas, y a unos costes muy reducidos, con el objetivo de reducir gastos para la empresa y maximizar la rentabilidad para el inversor. El uso de la tecnología ayuda a diseñar procesos muy ágiles y permite obtener financiación a las pymes en horas, sin costes ocultos, contratos a largo plazo ni contratación de servicios adicionales.