Fuente: www.tynmagazine.com
Hace un poco más de un lustro, cuando las Fintech –startups tecnológicos que operan en el sector financiero- comenzaron a sonar fuerte en el mercado, se creyó que eran una amenaza para el tradicional sector financiero, su modelo de negocio y las compañías que allí operaban; hoy, lejos de ser calificadas como el enemigo, se han convertido en el origen de la transformación de la banca y en sus aliadas.
Y es que el fenómeno no se puede desconocer, ni en términos de operatividad ni en números. De hecho, el reporte anual bancario de 2016 de McKinsey, ‘A Brave New World for Global Banking’, logró establecer que el costo operacional de las Fintech es dos veces menor al de un banco tradicional y que su costo de adquisición por cliente llega a ser 22 veces menor.
Adicionalmente, un informe del Banco Interamericano de Desarrollo y Finnovista identificó que, en América Latina, en 2017, ya hay varias Fintech generando inmersiones disruptivas en su mercado: 230 en Brasil, 180 en México, 84 en Colombia, 72 en Argentina, 65 en Chile, 16 en Perú, 13 en Ecuador, 12 en Uruguay y 31 distribuidas en otros países.
Pero, pese al crecimiento de la tendencia, a diferencia de lo que se dio en otros sectores la transformación en el sector bancario debe tomarse con mayor precaución debido a las regulaciones específicas, los recursos y data que se maneja y el gran impacto que podría generar de cara a los ciudadanos y las finanzas públicas un trastorno en este frente.
Ahora bien, las Fintech entendieron eso y llegaron a los mercados a ofrecer servicios diferenciales que los nuevos clientes estaban demandando. Supieron acomodarse de forma más rápida a usuarios que no querían desplazarse a una oficina física para ser atendidos, sino que preferían servicios financieros online, que deseaban una reducción en los trámites que debían surtirse para una aprobación de producto, que necesitaban que su banco llegara a sus dispositivos móviles, entendiera sus gustos validando su información con redes sociales y que pudiera generar para ellos productos ‘a la medida’.
“El éxito de las Fintech es que pudieron aprovechar de manera más rápida la cantidad de data que se estaba produciendo desde los clientes. Emplearon la analítica de datos para crear soluciones que se ajustaran a los diferentes segmentos de clientes y que mitigaran necesidades puntuales. Además, encontraron en el análisis de datos la manera más acertada de lanzar nuevos productos, crecer y mejorar la atención y satisfacción del cliente”, destaca Vivian Jones, presidente de SAS para Colombia y Ecuador.
Y todo lo anterior ha sido medido y estudiado. El World Economic Forum, en una reciente publicación, destacó que el éxito de las Fintech está basado en cinco factores: accesibilidad, que tiene que ver con las diversas fuentes de datos que usan para estudiar a un potencial cliente; la democratización del segmento, que no es otra cosa que la bancarización de poblaciones a las que la banca tradicional no llega; precios accesibles y métodos de pago flexibles; ponderación del cliente como su principal stakeholder; y la velocidad con la que operan.
“Una muestra de que la banca está nutriéndose de esto y no sintiéndose amenazada por las Fintech es que muchas de las grandes empresas del sector están invirtiendo en programas para incentivar a que estos startups trabajen con ellos y les sirvan para atacar segmentos objetivos. Y en esos procesos que transforman el negocio financiero la analítica de datos es fundamental, entender el relacionamiento del cliente en todos los puntos de la cadena y aprender con ello a adelantarse a sus requerimientos y a desarrollar una oferta personalizada, esa es la razón por la que para nosotros es también muy importante el sistema financiero”, explica Jones.
Por su parte, los bancos están conscientes de la necesidad de la innovación y han venido trabajando en ese frente. A esto se refirió Jonathan Malagón, vicepresidente de Asobancaria, en la 3ra Convención Latinoamérica de Analítica de SAS y dijo que “La banca colombiana sobrevivirá la transformación digital, tanto por su resiliencia histórica como por su preparación para adoptar la innovación, las cuales la han convertido en pionera de la competitividad nacional”.
¿Y en qué se traduce esa innovación y la aplicación de la analítica? En los servicios de ofertas georreferenciadas, en un portafolio de productos a la medida, en tarjetas de crédito con beneficios adicionales de acuerdo con los gustos de clientes, mejores experiencias en oficinas, atención omnicanal, en la creación de nuevos productos que cuentan con una alta aceptación en el mercado, en la reducción de tiempos de trámites y agilidad en las aprobaciones, entre otros.
“Con la proliferación de los datos y los clientes bancarios cada vez más inmersos en el mundo móvil y de la tecnología, las Fintech seguirán siendo un aliado para la banca, y para ambos (bancos y startups) la analítica será fundamental en la consecución de sus objetivos”, concluyó Jones.