Fuente: www.pre.portafolio.co
Una amenaza ronda el mundo de la banca de consumo: pequeñas start-ups, dinámicas y disruptivas están transformando un negocio que no ha cambiado en décadas. Centradas en la simplicidad, foco en el cliente y un uso extensivo de nuevas tecnologías, las denominadas Fintech están desafiando a bancos establecidos a adaptarse o morir.
Este “darwinismo financiero“ en el que triunfa no es el más grande ni el más fuerte sino el que se adapta a la nueva realidad más rápido, es la nueva norma en el mundo de la banca comercial.
Un análisis de tendencias desarrollado por Bizagi, muestra que las ideas disruptivas de estos nuevos jugadores no tradicionales, que nacieron bajo el entorno digital (o que se transformaron desde otras industrias), tienen éxito porque nacieron a partir de las necesidades puntuales y actuales de los clientes financieros. Es por eso que en el mercado, estos nuevos jugadores ya son identificados como una amenaza y estudios como el PWC Retail Banking 2020 establecen que el 55% (es decir uno de cada dos) de los ejecutivos del sector bancario ya los reconocen como uno de sus principales riesgos a futuro.
Bizagi, compañía experta en transformación digital, revela que las proyecciones y alcances actuales de la amenaza que genera este nuevo modelo de banca son contundentes. Basado en un estudio de McKinsey & Co, desarrollado en el 2015 estima que en la próxima década las Fintech generarán una reducción en los ingresos y beneficios de los bancos de entre 40% y 60%; mientras que las proyecciones de un estudio realizado por Citi en 2016, muestran que para 2025 el 30% del staff de los bancos habrá perdido su trabajo debido a las nuevas tecnologías.
“Muestra de lo que está viviendo el sector financiero, es que solo en 2015 más de 1.600 sucursales bancarias cerraron en Estados Unidos, de acuerdo con el informe realizado por Buffalo Business News en 2016. Los análisis nos llevan a anticipar que casi la mitad de los bancos del mundo desaparecerá si no se transforman”, dijo Juan Manuel Mogollón, Vicepresidente de Bizagi Latinoamérica.
¿Qué trajo a la industria bancaria hasta aquí?
De acuerdo con el análisis adelantando por Bizagi, hay cinco tendencias de cara al consumidor y al negocio que llegaron para quedarse:
1. Las aplicaciones de banca móvil y una banca digitalizada (hoy, 67% de los millennials las utiliza(1)).
2. La percepción de una industria distante (71% de los consumidores cree que su relación con su banco es solamente transaccional(2)).
3. La confianza (uno de cada dos consumidores ha perdido la confianza en sus bancos desde la crisis financiera(3)).
4. La preocupación por costos administrativos del negocio (el costo de una transacción en sucursal es aproximadamente 20 veces más alta que si se hiciera en móvil y 40 veces más que una online).
5. La ciberseguridad (71% de los CEO de banca y mercado de capitales ve a la ciberseguridad como una amenaza para sus negocios, más que en cualquier otro sector).
“El negocio de la banca ha tenido que enfrentarse a muchos retos: consumidores que buscan servicios personalizados y ágiles y que no se acercan a una sucursal física, actores que llegaron de otras industrias a atender segmentos de su negocio, regulaciones estrictas y ataques cibernéticos contra los activos que ellos guardan, por mencionar algunos. Todo esto los volvió reacios a la transformación en sus primeras etapas pero hoy saben que no hay otro camino para seguir en el mercado que el de aprovechar los datos, la omnicanalidad y la conexión y para trabajar sobre ello necesitan soluciones tecnológicas de alto valor que no expongan el core del negocio”, dijo Mogollón, Vicepresidente de Bizagi Latinoamérica.
Según el análisis hecho por Bizagi, el proceso de transformación requiere de tres premisas clave:
● Ser ágil, entendido como la capacidad de desarrollar modelos operativos que se adapten de manera rápida al cambio y que impulsen la innovación del negocio.
● Ser cautivador, es decir, hacer uso de la información, el contenido y el contexto de forma inteligente para generar una experiencia de cliente llamativa e innovadora.
● Estar conectado, que está relacionado con orquestar el equipo de trabajo (componente humano), los procesos del negocio y las aplicaciones.
EJEMPLOS EXITOSOS
De la mano de Bizagi, Old Mutual adelantó un proceso de transformación digital enfocado en reducir los tiempos de espera de sus clientes cuando se encontraban en sus oficinas y además, trabajó con sus asesores para que estos pudieran generar una recomendación de productos y servicios que estuviera más acorde al perfil de los clientes todo esto basado en automatización de procesos, la convergencia de todos los frentes de trabajo (no más procesos desarticulados) y uso inteligente de la data.
Otra entidad que ha sorteado los desafíos de la mano de la tecnología es Banco Popular en España, que durante la recesión tuvo que responder a una demanda del gobierno español: deshacerse de los activos tóxicos de forma legal y en un tiempo corto mientras daba a los sus clientes con crédito hipotecario la certeza de un acuerdo justo. Con esto mente, Bizagi generó en 24 semanas cuatro procesos a través de los cuales se compraron, aprobaron, vendieron e instigaron procesos judiciales en todo su portafolio de propiedades por cerca de 12.000 millones de euros.
A esto se sumó el fondo Stone Coast que automatizó en un periodo de seis semanas el proceso de revisión y aprobación de transferencias financieras, que se hacía de manera manual en sus diferentes operaciones, generando una mayor productividad en la operación.
“Bizagi ha adelantado 52 proyectos en el sector bancario en 24 países de todo el mundo. En latinoamérica tenemos 31 proyectos en 12 países. Contamos con experiencia en frentes como el crédito de consumo, hipotecario, libranzas, vehículos y tarjetas de crédito, así como en vinculación de clientes, apertura de cuentas, solicitud de productos y procesos de soporte”, explicó Mogollón.
En la región se destaca el trabajo con empresas como Bancolombia, Banco Agrario, Fondo Nacional del Ahorro, Banco Finandina, Credivalores, Everis (BPO de Banco Popular) y Banco Caja Social en Colombia; Banchile en Chile: BCP y Banco Ripley en Perú.