Por: José Grasso
El avance bancario en Venezuela se ha visto impulsado por el extendido uso de los teléfonos celulares. Así lo expresa José Grasso Vecchio, reconocido experto bancario venezolano.
“Algunos ya ofrecen, la posibilidad de recibir por mensajería de texto, avisos de sus consumos en tarjetas, lo que representa una excelente protección contra fraudes, ya que usted podrá detectar un uso no autorizado de sus tarjetas de crédito o débito o el cobro de un cheque fraudulento, esto le permite, atacar el problema de inmediato y minimiza el impacto del daño”, expresó el experto.
A pesar de que en Venezuela la velocidad de internet es de las más bajas del mundo, es gracias a la penetración del teléfono celular, que la banca está expandiendo su cobertura a través de la mensajería de texto.
“Los teléfonos celulares permiten que personas que vivan en zonas rurales o lejos de las sucursales bancarias puedan tener acceso a servicios bancarios. La banca tradicional no es una opción viable para muchos no bancarizados y para quienes viven en áreas rurales”, agregó.
En estos momentos de grave crisis económica en este país suramericano, las tecnologías como la telefonía celular vienen ayudando a superar las limitaciones.
Grasso Vecchio encuentra que esto “podría ser útil para desarrollar servicios de microfinanzas como cuentas de ahorro, transferencias de dinero y préstamos (…) La telefonía celular y otras tecnologías pueden reducir el costo de esas transacciones”.
Analizando el mercado bancario venezolano, Grasso advierte que “si las entidades financieras no modifican su forma de hacer negocios y no invierten en innovación, van a perder clientes entre los miembros de la “Generación Y”, a manos de sus competidores directos o de nuevos actores en el sector bancario”.
La Generación Y
La “Generación Y” o “millenials”, son los jóvenes que tienen entre 20 y 34 años. Son a la vez esquivos y atractivos para los bancos.
Mundialmente, estos jóvenes ya son el 32% de la población mundial. Se estima que sean más de la mitad de los habitantes en algunos años. Lo que los hace atractivos para el sector bancario.
Es una generación “tecnológica” acostumbrada a los “clicks de los dispositivos electrónicos. Leen las noticias en las tablets, compran por internet y están conectados todo el tiempo.
Riesgos y amenazas de la banca
La industria financiera a nivel mundial está amenazada “por un ambiente que presiona los negocios tradicionales de la banca”, y por las compañías de “fintech” o tecnología financiera “que están revolucionando los servicios financieros”.
Lo que fue advertido en el 2015 por Jamie Damon, CEO de JP Morgan en el 2015. “Silicon Valley está llegando (…) “Hay cientos de nuevas empresas con muchísimo talento y dinero trabajando en diversas alternativas a la banca tradicional”.
“Desde mis inicios en la actividad bancaria en la década de los ochenta, se veía la posibilidad de amenazas que enfrentarían los bancos con la entrada de nuevos competidores, por el lado de las empresas de retail y los operadores de telecomunicaciones, para ese tiempo. Esas amenazas se veían lejanas, ya hoy, están aquí”, señala Grasso Vecchio.
Sin embargo, afirma que Todavía hay oportunidades para la banca tradicional, pero sentencia que la banca debe reinventarse o no será apta con la nueva competencia y exigencias del mercado.
La banca tradicional
“Los bancos tradicionales son vistos generalmente como compañías muy grandes, con infraestructuras muy costosas, poco ágiles y con muy poco apetito para la innovación”.
Al recordar que estos bancos tenían una serie de ventajas competitivas que establecían barreras de protección al negocio, Grasso señala que estas barreras son acceso a fondos a muy bajos costos a través de depósitos, fácil acceso a clientes, la capacidad de obtener información importante de sus clientes, el conocimiento del mercado, y regulaciones que los protegen de competidores, entre otras cosas.
Los nuevos actores
Al aparecer los avances tecnológicos, las realidades de los mercados volvieron muy vulnerables esas barreras. Al ser el costo del dinero muy bajo, los ahorristas buscan oportunidades para colocar su dinero “con algo de rendimiento”.
Por otra parte, Grasso advierte que cada día la información es cada día menos exclusiva, y muchos “startups” confían que tienen la capacidad de evaluar el riesgo de un deudor mejor que los bancos, utilizando varios tipos de datos en los que se incluyen las redes sociales.
Por otra parte, otro factor determinante son las grandes empresas de tecnología como Google, Facebook, Amazon, y Apple, que tienen millones de clientes a los que pueden vender sus servicios.
Estas empresas, tienen mucho dinero en efectivo para invertir, por lo que han comenzado a interesarse en el sector financiero.
El otro problema con que tienen que lidiar la banca tradicional, “son las expectativas de sus inversionistas”.
Mientras los bancos son reacios a “a tomar cualquier camino que disminuya su rentabilidad”, se enfrentan cada vez a compañías de Fintech, que “apoyadas por inversionistas con la capacidad y la disposición de absorber pérdidas, operan sin esta presión”.
Allí es donde surge una férrea competencia de las nuevas empresas en medios de pago, que ofrecen nuevos productos e innovaciones.
Entre estas innovaciones, Grasso resalta la reticencia de los ahorristas -sobre todo los jóvenes- a ir a una sucursal bancaria. “Una encuesta en EEUU de la consultora Scratch, encontró “que el 71% dijo que prefería ir al dentista antes que ir a una sucursal bancaria”.
Es así como la irrupción de tabletas, teléfonos inteligentes y aplicaciones, están creando nuevas oportunidades para las instituciones financieras que deciden incorporarse al ebanking, y por supuesto barreras muy grandes para aquellas que se van quedando atrás-
La banca del futuro
José Grasso Vecchio visualiza que en el futuro el negocio bancario se basará en optimizar la experiencia del cliente, en buscar las alianzas necesarias para que el cliente tenga esta experiencia óptima, y en solventar los problemas que surjan en el camino.
Esto obligaría a los bancos, “a reducir mucho sus costos de infraestructura para adaptarse a los márgenes comprimidos por la presencia de más jugadores en la industria”.
Lo que traerá como consecuencia, menos agencias, personal altamente capacitado, bien entrenado, y con la autoridad de tomar decisiones a favor de la experiencia del cliente.
“Es importante recordar que cada vez más, las personas que vayan a agencias lo harán con necesidades de alta complejidad que no pueden atender online”, estima el experto.
Grasso visualiza un cambio de la filosofía cambiaria, donde el cliente sea el centro del negocio. Lo que lleva a la banca a buscar nuevos modelos de negocios, buscar hacer bien las cosas.
“Se requiere un servicio bancario las 24 horas del día los 365 días del año, al implementar la billetera móvil”, finaliza señalando José Grasso Vecchio.