Pocas tecnologías han tenido tanto impacto en los foros económicos y financieros como Blockchain durante este 2015. Si durante el primer trimestre del año aún no se apostaba en firme por su desarrollo, a medida que se han ido apareciendo startups que han investigado sobre la tecnología y su aplicabilidad, el sector financiero ha puesto también su foco en esta tecnología.
La realidad es que hemos pasado de la incredulidad, a la curiosidad y a creer que Blockchain es la panacea en muy pocos meses. Si bien es cierto que son muchas las posibilidades que ofrece Blockchain para mejorar los procesos de negocios financieros y de otras muchas industrias, nos encontramos en unperíodo de investigación y de adopción temprana. Por lo que conviene entender primero qué es esta tecnología, cual es la verdadera revolución que puede suponer su adopción y a qué problemas podemos dar solución a través de este paradigma.
Blockchain permite realizar transacciones entre dos participantes sin requerir intermediación. Esta intermediación o verificación se realiza mediante criptografía. Dada su naturaleza, la información queda almacenada de forma inmutable, imborrable e imposible de falsificar. Esta información estaría disponible dentro de una red que pudiera ser pública, de consorcio o privada, pudiendo ser al mismo tiempo, descentralizada o centralizada. Blockchain es el nombre genérico pero existen múltiples y diversas implementaciones que tendrán sentido según el tipo de proceso de negocio al que se pretende aplicar. Es importante resaltar este punto, ya que existe abundante información publicada al respecto centrando todo su contenido en las criptomonedas, dejando a un lado la tecnología subyacente e intercambiando términos de manera confusa.
Su revolución se asienta en varios pilares, conseguir resolver el antiguo problema de la intermediación, dados sus altos costes y ralentización de los procesos. Además garantiza que la información es almacenada de forma segura en un histórico que no permite alteración ninguna, lo que facilita su audibilidad y trazabilidad. Convirtiéndose la información almacenada en Blockchain una prueba irrefutable de propiedad.
El sector financiero ha dado pasos en firme para investigar la tecnología y ha puesto de relieve el gran ahorro en costes que podría suponer su aplicación. UBS creó un laboratorio para su investigación en Londres, el Banco Santander invirtió en Ripple, BBVA en CoinBase, Bankinter en Coinfeinne, se consolidó una alianza, R3, de 22 bancos para experimentar con Blockchain, NASDAQ puso en marcha una prueba de concepto para el mercado privado. Estos son sólo algunos de los muchos ejemplos de los movimientos llevados a cabo.
Los casos de uso identificados hasta este momento son muy numerosos: procesos de pago, clearing, settlement, smart-contracts, digitalización de documentos, pruebas de propiedad real o digital, transferencia de activos, predicción del comportamiento de los mercados, y un largo etcétera de casos de uso a los que Blockchain supondría una clara revolución. El sistema de pagos es uno de los casos de uso más comentado por su facilidad para ser entendido, pero los casos de uso relativos a mercados de capitales pudieran suponer un impacto mucho mayor para la banca.
En este preciso momento los actores principales que decidirán la aplicación de esta tecnología aún se encuentran evaluando su potencial y aplicabilidad. Los desafíos que conllevan su implementación pudieran equivaler a la revolución de internet en los noventa. Una oportunidad para posicionarse con ventaja sobre el resto del mercado y un riesgo alto de quedar fuera en caso de no entender estos cambios. Aquellos que primero tomen el mando para hacer realidad un caso de uso a través de una prueba de concepto son los que tomaran la delantera a su competencia.